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Clark Ashton Smith (1893-1961) fue un escritor de relatos de terror –la posteridad ha querido conservar de él ante todo esta faceta–, poeta, escultor, dibujante y pintor de lo insólito. De familia pobre, solo hizo la primaria; no tenía bachillerato. Tuvo que trabajar casi toda su vida cortando madera y como albañil para mantener a sus padres y solo cuando ellos murieron pudo casarse con su novia, Carol, en 1954. Una dicha final y breve, pues él murió solo siete años más tarde. Sin embargo, hoy es miembro del «sector vip» de la narrativa fantástica en lengua inglesa del siglo XX. Clark Ashton Smith perteneció al Círculo de Lovecraft con el nombre de Klarkash-Ton y aportó al horrible panteón de sus inmundas divinidades el atroz dios negro Tsathoggua y la primordial Hiperbórea.
NYCTALOPS
(Clark Ashton Smith)
Ye that see in darkness
When the moon is drowned
In the coiling fen-mist
Far along the ground—
Ye that see in darkness,
Say, what have ye found?
—We have seen strange atoms
Trysting on the air—
The dust of vanished lovers
Long parted in despair,
And dust of flowers that withered
In worlds of otherwhere.
We have seen the nightmares
Winging down the sky,
Bat-like and silent,
To where the sleepers lie;
We have seen the bosoms
Of the succubi.
We have seen the crystal
Of dead Medusa’s tears.
We have watched the undines
That wane in stagnant weirs,
And mandrakes madly dancing
By black, blood-swollen meres.
We have seen the satyrs
Their ancient loves renew
With moon-white nymphs of cypress,
Pale dryads of the yew,
In the tall grass of graveyards
Weighed down with evening’s dew.
We have seen the darkness
Where charnel things decay,
Where atom moves with atom In shining swift array,
Like ordered constellations
On some sidereal way.
We have seen fair colors
That dwell not in the light—
Intenser gold and iris
Occult and recondite;
We have seen the black suns
Pouring forth the night.
NICTÁLOPE
(Versión libre en español: M. Álvarez)
Vos que veis en lo oscuro
cuando la luna se ahoga
en espiras de niebla pantanosa
tan lejos en la tierra,
vos que veis en lo oscuro,
¿qué habéis encontrado?
—Hemos visto extraños átomos
que se aman en el aire,
polvo de amantes extintos,
separados sin esperanza,
polvo de flores marchitas
en mundos de otros espacios.
Hemos visto pesadillas
volando desde los cielos,
como murciélagos mudos,
hacia los durmientes que sueñan.
Y hemos visto los pezones
florecientes de los súcubos.
Y hemos visto los cristales
del llanto de la Medusa.
Y hemos visto a las ondinas
en decadencia estancada
y locos bailes de mandrágoras
en lagos henchidos de sangre.
Y hemos visto a los sátiros
renovar viejos amores
con lunares ninfas de cipreses,
pálidas dríadas de tejo
en la hierba del cementerio
bajo el rocío del ocaso.
Y hemos visto la oscuridad
donde se arruinan las cosas muertas
cuando el átomo con el átomo
gira en brillante y veloz danza,
ordenadas constelaciones
de un camino sideral.
Y hemos visto colores puros
que no habitan en la luz,
y oros más intensos, y arco iris
recónditos y escondidos;
y hemos visto los soles negros
que están trayendo la noche.