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La historia de la ciencia, dice Popper, igual que la historia de todas las ideas humanas, es la historia de sueños irresponsables, obstinación y errores. Pero la ciencia es una de las pocas actividades humanas, quizás la única, donde los errores son sistemáticamente analizados, criticados y a menudo corregidos. Por eso decimos que aprendemos de nuestros errores y allí es donde vemos con claridad el progreso relativo de la ciencia. En muchos otros ámbitos existen cambios, pero raras veces progreso, porque cada ganancia suele ir acompañada de alguna pérdida (Popper, The growth of scientific knoledge, 1960). Entonces la ciencia progresa de teoría a teoría, de problema a problema y estos son cada vez de mayor complejidad, porque la ciencia se inicia con problemas y no con observaciones, sobre todo con aquellos que son inesperados para nuestras expectativas, es decir, cuando entran en conflicto con nuestras creencias.
Conjeturas y refutaciones
Pero, ¿cómo se produce el cambio? Popper nos ofrece una explicación clara, simple y contundente: el cambio científico tiene dos estadios que se repiten incesantemente. El estadio uno, en este círculo cerrado, es la conjetura y el estadio dos, la refutación. En el primero, el científico acerca alguna explicación o descripción imaginada del mundo natural. Una buena conjetura es osada, asume mucho riesgo en un intento de realizar predicciones que sean nuevas. Muchas veces estas ideas tienen relación con ideas anteriores, son piezas de un rompecabezas preestablecidos, serían como los componentes de la ciencia normal de Kuhn. Otras veces e idealmente son hipótesis revolucionarias, no relacionadas con el conocimiento previo. Popper critica la investigación inductivista, de tradición baconiana y plantea el sistema hipotético deductivo. En este proceso, la idea, es decir, la hipótesis, es apriorística y cabeza del proceso. A partir de esta idea, que es conjetural y sin rigor, deviene el análisis deductivo riguroso para demostrar su consistencia mediante su testabilidad observacional o experimental. Se debe entender sobre lo temporal de las hipótesis y su persistencia dada por la resistencia a la refutabilidad. Cuando aparece una hipótesis superior, esta la reemplaza.
Pero, ¿qué es la hipótesis para Popper? La hipótesis es una idea apriorística; es decir, no se impone como consecuencia de los hechos ni de los datos, sino que es inventada. Menos rigurosas o definidas son las conjeturas, corazonadas, sospechas, suposiciones, presunciones. Estas generaciones prehipotésicas se diferencian de aquellas en su menor rigor y elaboración, pero pueden y a menudo son el inicio del proceso que lleva a la consolidación de la hipótesis que requiere una estructuración conceptual más sólida. Las hipótesis son ideas nuevas. Si están concatenadas con otras y esta suma es de mayor generalidad, se convierte en una teoría y si esta a su vez se concatena con otras teorías siendo la suma de mayor generalidad, se convierten en leyes científicas. Hay un elemento esencial en la hipótesis y es su originalidad. Ella representa el intento del investigador de explicar un fenómeno anticipado prediciendo el resultado final del proceso de investigación. Es decir, en la hipótesis está contenida en cierta manera la posible respuesta al problema de investigación.
Características de las hipótesis
Para Popper (y la mayoría de los científicos practicantes), las hipótesis deben ser enunciadas con claridad y ser breves, expresando la relación entre dos variables, y sobre todo ser sujetas de verificación o ser testables, falsificables en el lenguaje típico del filósofo. Para diferenciarlas de las ideas triviales deben ser apoyadas por una racionalidad rigurosa derivada de la teoría, investigación o experiencia personal. Las predicciones científicas no ocurren en un vacío aislado de la experiencia, de teorías científicas o de la masa de conocimiento científico previo, del estado del arte. Es un error frecuente de investigadores (o de seudoinvestigadores) de enfocar un área sin la preparación debida. Fatalmente terminan repitiendo lo anterior sin realizar una contribución original. Las buenas hipótesis son pensamientos sistémicos apriorísticos. Una crítica a Popper es que también existen las hipótesis a posteriori, por inferencia del análisis de datos observacionales, pero estas tienen menor potencia. Son típicas en los estudios epidemiológicos o luego de “surveys” o encuestas donde se manejan muchos datos.
Cómo inventar hipótesis
¿Existe una técnica para inventar hipótesis? ¿Cómo puede el investigador profesional o el estudiante aprender a descubrir? ¿Existe , como el título del primer libro de Popper, una lógica del descubrimiento científico; es decir, una lógica para generar hipótesis? Lastimosamente, la falibilidad de las hipótesis contradice esta posibilidad. No se puede establecer recetas o reglas categóricas que garanticen el descubrimiento. Además, las hipótesis pueden provenir de razonamientos deductivos, inductivos o analógicos y esto depende del estilo del investigador.
Sin embargo, existen algunas características de las hipótesis que podrían eventualmente ayudar a generar hipótesis: el dominio de la disciplina y de su técnica, el conocimiento de su historia, la experiencia crítica del conocimiento del presente y del pasado, el reordenamiento de datos conocidos, la focalización original, la supresión de factores imaginarios para descubrir otras variables, la reducción del campo para aislar variables, el cambio de representación para buscar analogías, el enfoque interdisciplinario, la imaginación y el espíritu crítico, la búsqueda de la discordancia o anomalías, el estudio de las asimetrías. Todo esto está permitido y fue un alumno de Popper, cuestionando a su maestro, quien llevó la idea al extremo, al negar todo método para investigar (Against the method, Fayeraband).
17 de diciembre del 2012.
Editor: Alcibiades González Delvalle - alcibiades@abc.com.py
Director - Instituto de Patología e Investigacion
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