El Vizconde y la hormiga

En abril de 1865, el joven teniente de ingenieros Alfredo d’Escragnolle Taunay (1843-1899) se unió a la expedición del ejército imperial a Paraguay. Fecundo escritor, el Vizconde de Taunay (ya como tal, ya como sus muchos «alter ego» –Carmontaigne, Múcio Scoevola, Eugênio de Melo, Sílvio Dinarte, Heitor Malheiros, Flávio Elísio, Anapurus…– dejó testimonios de la Guerra de la Triple Alianza tan célebres como La Retraite de la Laguna (1872), y habló también de los animales presentes en la contienda, aspecto de su obra al que acaba de dedicar su último ensayo Sergio Medeiros, que conversa sobre esta zoología bélica y mucho más con el poeta Douglas Diegues.

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Traductor, ensayista, profesor de la Universidad Federal de Santa Catarina y uno de los poetas más originales de Brasil, Sérgio Medeiros publicó en agosto el libro La hormiga-león y otros animales en la Guerra del Paraguay (A formiga-leão e outros animais na Guerra do Paraguai, Iluminuras, 2015), fruto de lecturas científicas y también delirantes de la obra del Vizconde de Taunay analizadas con herramientas de teoría literaria, literatura comparada, historia y un humor salvaje lewiscarrolliano. Conversamos con Sérgio Medeiros sobre este nuevo libro para El Suplemento Cultural.

Tu nuevo libro tiene como eje el encuentro de Taunay y la hormiga-león....

Sí. Reúne un ensayo mío y dos textos del Vizconde de Taunay que narran su viaje de Río de Janeiro a la frontera con Paraguay en 1865, al inicio de la Guerra Grande. En esos textos de Taunay son muy importantes los animales: peces, ofidios, insectos… Casi no menciona a los soldados paraguayos, en ese momento aún invisibles; Taunay podía, como ingeniero militar, percibir sus rastros, pero no verlos; entonces, se dedicó a observar y describir la naturaleza. En la diminuta hormiga-león reconoció de inmediato a una gran ingeniera militar cuya estrategia merecía elogios. Se volvió más importante que los seres humanos para él: lo preparó, en cierto modo, para el encuentro, meses después, con los paraguayos, al brindarle un modelo de soldado, una idea de guerrero que no tenía, pues no había aún combates en esa zona y las únicas batallas que el Vizconde podía presenciar eran entre la hormiga-león y sus presas. En mi ensayo analizo esto y el papel de los animales en las guerras, antiguas y modernas.

La hormiga-león fue la máquina de guerra que más impactó a Taunay...

Es ambiguo con la hormiga-león: escribe que es una guerrera admirable, pero también de una crueldad y astucia criminales. Más adelante, se encuentra con una sucre adulta y ordena que la fusilen. Temerosos de la reacción de la víbora, los soldados prefieren alejarse y dejarla en paz. La sucre es también un modelo, no de soldado, sino de batallón: es la larga columna que, sin mapas fiables, algo perdida, se arrastra por los confines del Imperio. Tras la diminuta hormiga, Taunay describe la serpiente más grande de Suramérica. Al ingeniero militar le interesaba tanto lo ínfimo como lo enorme, tanto el caballo como el piojo. En mi ensayo, los animales de la Guerra de Paraguay dialogan con los de otras guerras. Llevo, por ejemplo, a la Segunda Guerra Mundial, en la que se practicó, en sentido amplio, la ocultación de cadáveres (táctica que Taunay, al tiempo que la asocia con su criminalidad, admira en ella) a la hormiga-león.

El testimonio de Taunay sobre la Guerra Grande está generalmente olvidado....

Sin embargo, que yo sepa, ningún otro escritor brasileño ha hablado de los animales en la guerra. Es suyo ese mérito, la capacidad de cambiar radicalmente la perspectiva del relato histórico; esa es su actualidad. Y, además de la flora y la fauna, describe a sus superiores con una libertad que es otro rasgo osado de estos textos sobre la guerra. En Campinas, por ejemplo, los militares se la pasaron de fiesta en fiesta. Nadie quería esa guerra, ni el Vizconde. Él quería conocer el país, como deja escrito. Y se familiariza tanto con los animales de esa región que al contar la guerra la cuenta con ellos, mostrando, por ejemplo, cómo serpientes y soldados se relacionaban durante el combate.

¿Qué nos puede decir sobre la Guerra Grande el testimonio de Taunay??

La retirada de la Laguna narra un episodio menor de la Guerra Grande; pero ese episodio revela todo el sufrimiento que esta guerra causó a brasileños y paraguayos. Ni la hormiga-león ni la sucurí figuran en ese libro, pero les dedica varios capítulos en sus Memórias. Poco antes del fin de la guerra, el Vizconde fue a Asunción, y asistió a la destrucción de Paraguay. Todo eso está minuciosamente descrito en las Memórias y en notas dispersas, recopiladas póstumamente en libros. Taunay trazó un vasto panorama de la guerra, incluyendo episodios menores y mayores, pero todos cruciales, a mi modo de ver, para entenderla. Retrató a los jefes militares brasileños con mirada crítica, y a los animales, con interés y simpatía. Tal vez solamente los escritores pueden hacer eso. El abordaje de los historiadores académicos es diferente. En Contravida, de Augusto Roa Bastos, hay una gran serpiente mítica, que es la misma sucre que Taunay encontró en la frontera, pero con un contenido simbólico más amplio en la novela de Roa. De eso hablo en mi ensayo.

Con obras que tienen la Guerra Grande y el paisaje fronterizo como tema y trasfondo, Taunay parece anunciar la literatura de la frontera de Brasil y Paraguay....

Taunay ve la frontera, me parece, como un río que divide o una larga serpiente que corta el camino; los ríos se cruzan, y sobre las serpientes se salta. Desde su perspectiva, la frontera es un lugar paradisíaco e infernal a la vez. En la frontera, todos –animales, blancos, indios– se tocan. Obviamente, en la guerra, los paraguayos eran enemigos, pero en circunstancias distintas serían parte del mundo fronterizo que el Vizconde vislumbró y estarían integrados en él, porque la frontera es un mundo de contactos imprevistos que generan extrañas comunidades. Taunay ha hablado muy bien de eso, y el mejor ejemplo tal vez sea su largo diálogo con la hormiga-león. Ese tipo de contacto es particularmente importante en la frontera, donde las diferencias son admitidas y negadas al mismo tiempo.

También Machado de Assís fue contemporáneo de la Guerra Grande, pero no parece haberle interesado...

La literatura brasileña no ha tratado esta guerra salvo en passant o indirectamente. Taunay, por excepción, hizo de ella un tema literario relevante. La retirada de la Laguna es un gran libro, no solo el testimonio de un militar, y sus Memórias están llenas de páginas de enorme valor literario. Sus escritos son el punto de partida para discutir la presencia de la Guerra de Paraguay en la literatura brasileña.

Que Taunay era implacable lo demuestran las críticas al Conde D’Eu en sus Memórias....

Su vena crítica era tan filosa que tuvo que darse de baja del ejército, institución que no admite que ingenieros militares critiquen a comandantes en jefe. Fue muy lúcido al evaluar el papel del ejército en la época imperial (y después, en la republicana), con sus virtudes y sus defectos. Al parecer, observó más sus defectos que sus virtudes... Fue muy crítico con el Conde D’Eu, comandante en jefe de las fuerzas brasileñas en el tramo final de la guerra; ser su secretario no le impidió al joven Taunay pintar en sus Memórias de modo nada favorable a ese «noble deselegante». Así era el escritor militar, o el militar escritor: feroz al empuñar la pluma.

Taunay se enamoró de una india guaná. ¿Cómo percibe usted la relación del Vizconde con los indígenas?

Nunca ha habido un diálogo con los pueblos indígenas sin equivocidades ni conflictos en Brasil, y también Taunay parece dividido: ya muestra interés por esas culturas autóctonas, ya las devalúa como inaceptables o primitivas. En todo caso, hizo de aplicado etnógrafo y recogió todo un vocabulario de términos indígenas. En la frontera, el Vizconde convivió con etnias nativas, se enamoró de una guaná llamada Antonia y fueron amantes. Lo recreó en su novela Ierece la guaná. Si en la frontera hay barreras, pueden ser cruzadas. Por eso, toda frontera es porosa; por eso, en el mundo fronterizo un cortesano no refrena su pasión por una guaná.

douglasdiegues@gmail.com

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