Los «falsos autistas»

«Elon Musk y Kanye West forman parte de un plan para que tener autismo ya no parezca cool y la gente deje de autodiagnosticarse», leí hoy en X. El saludo nazi de Elon Musk en la investidura de Donald Trump fue excusado como un gesto autista y hace unas semanas Kanye West declaró que le habían diagnosticado autismo. No son casos aislados.

"Acusan a un hombre autista de tomarse el síndrome de Asperger demasiado literalmente" (De: @LiamODellUK).
"Acusan a un hombre autista de tomarse el síndrome de Asperger demasiado literalmente" (De: @LiamODellUK).MONTSERRAT

Cargando...

Kanye West afirma que es autista, Javier Milei afirma que es neurodivergente, Elon Musk afirma que es «aspie» (que tiene «síndrome de Asperger», rótulo en desuso desde hace unos años), mil instagramers deslizan coquetamente que cumplen años el día del orgullo autista (en junio), cien mil tiktokers enseñan a sus followers a «fingir autismo» (fake autism) y diarios y revistas rebosan de estudios sobre «la aparición de los “simuladores de autismo”» (1) y la «preocupante tendencia de los narcisistas a imitar rasgos autistas» que «está generando inquietud entre los profesionales de la salud mental» (2). Como introducción a tan extraño –y algo cómico– fenómeno, traducimos los pasajes centrales de dos artículos publicados originalmente en inglés en NeuroLaunch.

"Elon Musk, Primo Rico y Kanye West tienen en común una imbecilidad y una estupidez vergonzosas acompañadas de una noción distorsionada de su propio intelecto. Creen que son muy inteligentes y tratan de utilizar el diagnóstico de autismo para dar credibilidad a la ilusión de que son genios superdotados."
"Elon Musk, Primo Rico y Kanye West tienen en común una imbecilidad y una estupidez vergonzosas acompañadas de una noción distorsionada de su propio intelecto. Creen que son muy inteligentes y tratan de utilizar el diagnóstico de autismo para dar credibilidad a la ilusión de que son genios superdotados."

«Fingir autismo: tendencia conflictiva, motivaciones y consecuencias»

«La aparición de “simuladores de autismo” ha desatado una tormenta de debates. El fenómeno consiste en imitar conductas autistas o afirmar que se tiene autismo sin un diagnóstico adecuado. […] Entre las motivaciones para simular autismo están: llamar la atención, despertar simpatía, ser percibido como “especial”. […] Entre los métodos de simulación comunes están la imitación de clichés o estereotipos asociados vulgarmente al autismo –evitar el contacto visual, mostrar un interés intenso en temas puntuales, hacer movimientos repetitivos, etcétera–, el autodiagnóstico y la manipulación de profesionales de la salud para obtener un diagnóstico de autismo mediante la presentación de síntomas ensayados o información falsa. […] El fenómeno de los simuladores de autismo, junto con la concienciación sobre el autismo, la creciente prevalencia de diagnósticos de autismo y los cambios en las actitudes sociales hacia la neurodiversidad, forma parte de una tendencia más amplia que tiene muchos efectos positivos, como el mayor apoyo a las personas con autismo, pero que también ha creado un entorno en el que algunos pueden identificarse erradamente como autistas o buscar un diagnóstico de autismo de manera inapropiada».

«Faking Autism: The Controversial Trend, Motivations, and Consequences». En: NeuroLaunch, 11 de agosto de 2024.

"No es nazismo, es autismo"
¿Autismo o nazismo?

«Narcisistas que se hacen pasar por autistas: desenmascarando el engaño»

«El trastorno narcisista de la personalidad (TNP) se caracteriza por un excesivo sentimiento de la propia importancia, necesidad profunda de atención y admiración y falta de empatía. […] El fenómeno de los narcisistas que fingen ser autistas tiene múltiples causas subyacentes. Entre las motivaciones para que los narcisistas finjan autismo están: despertar simpatía, recibir atención, evitar críticas por conductas dañinas, ser vistos como especiales […] Entre los posibles indicios de engaño están la instrumentalización de «síntomas» en beneficio propio (por ejemplo, eludir responsabilidades), la imitación estereotipada del autismo (basada en clichés, en representaciones de autistas en los medios de comunicación, etcétera), las incoherencias (decirse hipersensible y frecuentar entornos sensoriales desafiantes, por ejemplo) (3). […] Entre los efectos nocivos del engaño: perpetúa estereotipos erróneos sobre el autismo, dificultando que el público comprenda su verdadera naturaleza; los profesionales de la salud mental pueden tener más dificultades para diagnosticar; la prevalencia de casos falsos puede llevar a que se pasen por alto casos reales; esto puede agotar los recursos de los servicios de salud mental, desviando la atención de quienes en verdad la necesitan. En cuanto al impacto en la investigación, la inclusión de falsos autistas en estudios y estadísticas puede distorsionar la comprensión del autismo. […] Educar al público incluye disipar mitos y clichés sobre el autismo y concienciar sobre las tendencias manipuladoras de los narcisistas. Los profesionales de la salud mental deben recibir formación especializada para distinguir entre autismo genuino y manipulación narcisista. Los medios de comunicación y los creadores de contenidos tienen la responsabilidad de retratar el autismo de forma matizada y diversa para ayudar a combatir los estereotipos que los narcisistas suelen explotar».

«Narcissists Pretending to be Autistic: Unmasking the Deception». En: NeuroLaunch, 11 de agosto de 2024.

"Últimamente veo como tendencia a los hombres misóginos... excusarse con que tienen un diagnóstico tardío de autismo"
"Últimamente veo como tendencia a los hombres misóginos... excusarse con que tienen un diagnóstico tardío de autismo"

Observaciones finales

Se ha señalado en numerosas ocasiones que una autoimagen en extremo idealizada puede llevar a determinados sujetos a creerse reflejados en esa descripción romantizada del autista que se ha vuelto tan popular en los últimos años. Es usual que se fantasee con cualidades como la nobleza, el candor o la «falta de astucia» de los autistas como expresiones de la superioridad moral que popularmente se les supone propia. Si se trata de individuos con ambiciones y perfiles similares a los de Elon Musk o Javier Milei, también la imagen del autista como «genio», creada por las redes sociales y la cultura popular, puede ser un factor importante. No es improbable, en fin, que en determinados sujetos el autodiagnóstico de autismo se explique por las exageradas virtudes morales e intelectuales que la cultura popular atribuye a los autistas. Por eso mismo, no todo autodiagnóstico de autismo tiene necesariamente intención dolosa: la cultura popular y las redes sociales han creado una imagen tan idealizada del autista que bien puede coincidir con la muy idealizada imagen que el narcisista tiene de sí mismo, causando su sincero autoengaño.

¿Qué tan representativos son los casos de Elon Musk, Mark Zuckerberg o Kayne West, autistas (reales o no) declarados? Según Briones Marrero, «el autismo se ha asociado principalmente al sexo-género masculino», mientras que «mujeres, personas trans, no binarias y agénero han sido sistemáticamente infradiagnosticadas» y las descripciones «de las personas en el espectro son las que ha mostrado el sujeto masculino normativo en los ensayos clásicos de Leo Kanner y Hans Asperger», quedando fuera «otras manifestaciones de personas que no han sido socializadas como tal sujeto» (4).

"A los hombres les encanta usar el autismo como excusa para ser personas horribles"
"A los hombres les encanta usar el autismo como excusa para ser personas horribles"

En efecto, la historia demuestra que siempre se ha priorizado a los niños en los estudios, coincide Schwambach, que lamenta «la impronta de las investigaciones del nazi Hans Asperger, que solo estudió el autismo en niños», y no hizo lo propio en niñas (5). Al parecer, para el doctor Hans Asperger el trastorno autista era propio de los hombres, debido a su inteligencia. Sabiendo esto, no debería sorprendernos que un hombre con las características de personalidad de Elon Musk –en especial, entre esas características, la alta opinión sobre las propias aptitudes intelectuales– crea verse reflejado en la halagüeña imagen de los «aspies» desarrollada a partir de los estudios que legó a la posteridad el siquiatra austriaco.

Los diagnósticos y los autodiagnósticos, como las teorías que los sustentan o refutan, no se dan en el vacío, sino que se inscriben en la espesa trama del palimpsesto de la cultura. A fin de cuentas, ¿acaso ese insuperable amor propio con el que Narciso se contempla arrobado en el espejo del agua no está sostenido, entre otras cosas, en los férreos cimientos de la concepción tradicional, profundamente arraigada en nuestro inconsciente colectivo, de la superioridad intelectual como atributo (salvo en esas excepciones contra natura que son las mujeres anormalmente inteligentes), por definición, del sujeto masculino?

Hans Asperger en el Hospital General (Allgemeines Krankenhaus), Viena, 24 de agosto de 1971.
Hans Asperger en el Hospital General (Allgemeines Krankenhaus), Viena, 24 de agosto de 1971.

Notas

(1) «Faking Autism: The Controversial Trend, Motivations, and Consequences». NeuroLaunch, 11 de agosto de 2024. En línea: https://neurolaunch.com/narcissist-pretending-to-be-autistic/

(2) «Narcissists Pretending to be Autistic: Unmasking the Deception». En: NeuroLaunch, 11 de agosto de 2024. En línea: https://neurolaunch.com/narcissist-pretending-to-be-autistic/

(3) Ejemplos de «incoherencia»: afirmar que se tiene una sensibilidad extrema a los estímulos sensoriales pero frecuentar voluntariamente entornos ruidosos, o afirmar que se tienen serias dificultades de socialización pero elegir actividades que impliquen socializar o incluso exhibirse en público, etcétera.

(4) Briones Marrero, A. (2022). «Autismo, género y performatividad: alteridades enmascaradas». En: Estudios LGBTIQ+ Comunicación y Cultura, 2(2), pp. 203-210.

(5) Schwambach, C. (2023). «The omission of autistic women in research; Reasons, effects and solutions»: https://sevenpublicacoes.com.br/editora/article/view/1465.

Hans Asperger, a la izquierda, trabajando en la clínica, en Viena.
Hans Asperger, a la izquierda, trabajando en la clínica, en Viena.
Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...