La historia de los libros perdidos de Augusto Roa Bastos

Sobre el descubrimiento de la biblioteca personal de Roa Bastos que apareció, cubierta de polvo, moho y telarañas, abandonada en un container al costado de una ruta a 500 kilómetros de Buenos Aires antes del comienzo de la pandemia. La protagonista de esta historia nos la cuenta en primera persona en una nueva serie desde hoy en El Suplemento Cultural.

Celina Brittez con los libros perdidos -y recuperados- de Roa Bastos (Télam)
Celina Brittez con los libros perdidos -y recuperados- de Roa Bastos (Télam)

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«¿Sabe?, llevo la cuenta de mi exilio por las bibliotecas perdidas: ya van tres…», le comentaba Augusto Roa Bastos al periodista argentino Alfredo Serra en 1995 (1). Hace más de un año, en julio de 2022, todos los medios de prensa paraguayos informaron que una de esas tres bibliotecas perdidas había sido encontrada.

La historia del descubrimiento de los libros perdidos de Augusto Roa Bastos comenzó una tarde del verano de 2019 cuando Gastón volvía del trabajo por la ruta 11, en la zona de Chapadmalal, localidad del partido de General Pueyrredón, provincia de Buenos Aires. De pronto vio en la banquina un contenedor de basura y, movido por la curiosidad, se detuvo. En el container había muebles viejos, maderas, un ropero, cajas llenas de libros… «¿Te las llevo?», le preguntó a su novia Celina, gran lectora, en el mensaje que acompañaba la foto, y ella le respondió que sí.

Descargaron las polvorientas cajas en el amplio garaje de la casa de los padres de Celina, en la pequeña ciudad de Comandante Nicanor Otamendi. Quedaron intactas unos meses, alimentando el suspenso, hasta que un domingo lluvioso Celina y su familia fueron al garaje para abrirlas de una vez y ver por fin lo que contenían.

Mientras revisaban aquel caótico montón de libros, papeles, recortes de periódicos y manuscritos que no sabían a quién habrían pertenecido, empezaron a encontrar algunos ejemplares dedicados: «Para Augusto Roa Bastos por su lucha», «Para el gran Augusto Roa Bastos»… Y luego la firma de Roa Bastos apareció en algunas cartas, y por último vieron al propio escritor en varias fotos.

Ya conscientes del valor del hallazgo, comenzaron a catalogar todos los materiales e hicieron un inventario. Prosiguieron durante la pandemia, trabajando con tapabocas en los meses de mayores restricciones.

El 28 de junio de 2022, la embajada de Paraguay en Argentina recibió un correo electrónico de Celina, que les comunicaba que tenía cientos de libros, fotos, cartas y manuscritos encontrados en un container en la zona de Chapadmalal que fueron propiedad de Augusto Roa Bastos y que quería hacer llegar ese acervo bibliográfico a los herederos del escritor.

Celina y su familia recibieron en su casa con una merienda a los funcionarios de la embajada y les dieron siete cajas con todos los libros, manuscritos, fotos y papeles personales de Roa Bastos que habían rescatado, junto con su trabajo de catalogación y el inventario que habían hecho. Las cajas fueron enviadas a Asunción y entregadas a la hija de Augusto Roa Bastos, directora de la fundación que lleva el nombre de su padre.

Una de las notas encontradas entre los libros perdidos de Augusto Roa Bastos
Una de las notas encontradas entre los libros perdidos de Augusto Roa Bastos

Hace más de cuarenta años, Augusto Roa Bastos dejó sus libros, notas y papeles personales en un departamento de Buenos Aires al que nunca regresó. Al parecer, fueron a dar posteriormente a un depósito, y luego fueron rematados y se perdieron. Sin que se sepa cómo, los misteriosos vericuetos del destino los depositaron al costado de una ruta del interior de Argentina por la cual una tarde de verano de 2019 pasaría en su camioneta el novio de una lectora empedernida que tres años después decidiría que el lugar de esos libros era la tierra natal de su dueño y escribiría a la embajada paraguaya.

Junto con las siete cajas que partieron rumbo a Paraguay, Celina Brittez envió una carta que dice: «Hoy, venciendo el desarraigo de la biblioteca viajera, me convertí en parte de lo que podría ser quizás la última aventura del gran Augusto Roa Bastos».

Celina Brittez (La Plata, Argentina, 1993) es profesora universitaria de Sociología, graduada de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Ha publicado artículos académicos vinculados a temas de ambiente y territorio en revistas de investigación y participado en congresos y jornadas con trabajos sobre su especialidad. Protagonista principal de este descubrimiento y de las peripecias que lo rodearon, nos cuenta en primera persona en El Suplemento Cultural la historia del rescate de los libros perdidos de Augusto Roa Bastos en una nueva serie de tres entregas. Encontrarán la primera, «El portal infinito (I)», en nuestra edición de hoy.

Celina Brittez (centro) y su familia con el agregado cultural de la Embajada de Paraguay en Argentina, durante la entrega de los libros de Augusto Roa Bastos.
Celina Brittez (centro) y su familia con el agregado cultural de la Embajada de Paraguay en Argentina, durante la entrega de los libros de Augusto Roa Bastos.

Notas

(1) La entrevista completa, originalmente publicada en 1995 en la revista argentina Gente, puede leerse en línea en Infobae, 15/06/2017: https://www.infobae.com/cultura/2017/06/15/literatura-exilios-y-laborterapia-augusto-roa-bastos-a-100-anos-de-su-nacimiento/

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