Bienvenidos al mundo mbya-guaraní

Publicada por la editorial Jasuká y con el apoyo de la prestigiosa revista brasileña Erratica, acaba de aparecer una nueva edición digital e interactiva de la Kosmofonia Mbya-Guaraní, del antropólogo Guillermo Sequera y el poeta Douglas Diegues.

Miño Benítez y su rabel.
Miño Benítez y su rabel.GENTILEZA

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Desde los calurosos primeros meses del 2004 hasta mediados del 2005, Douglas Diegues transcribió y, con la colaboración de Kerechú Pará y Ramón Barboza y la asesoría de Karaí Miri, tradujo al portugués las canciones de los mbya grabadas en varias de sus comunidades a lo largo de años por Guillermo Sequera y recogidas en un cedé de música mbya-guaraní. Complementados con nuevos textos y ensayos adicionales, los materiales fueron editados y organizados en el libro Kosmofonia Mbya-Guaraní (Sao Paulo, Mendoza & Provazi, 2006).

La primera edición de Kosmofonia Mbya-Guaraní, del antropólogo paraguayo Guillermo Sequera y el poeta brasileño Douglas Diegues, lanzada en São Paulo en febrero del 2006 y agotada desde hace años, traía un cedé adjunto en la contratapa. Ahora acaba de aparecer una nueva edición digital e interactiva publicada por la editorial Jasuká con el apoyo de Erratica, revista brasileña de poesía de vanguardia dirigida por el poeta André Vallias.

Esta investigación sobre el patrimonio inmaterial de una cultura parte de un largo trabajo de registro de la experiencia sonora de los mbya-guaraní que compone un catálogo de cantos, sonidos de arroyos, ruidos de la selva, voces de animales, ritmos de labores cotidianas, risas de niños, himnos sagrados, música de instrumentos, algunos autóctonos y otros llegados hace siglos a estas tierras, como el rabel, uno de los legados musicales jesuíticos («Ancestro del violoncello –escribe Ludovic Pin en uno de los ensayos incluidos en el libro–, el rabel hoy en día ha desaparecido totalmente del instrumentarium occidental, de manera que se puede considerar a los Mbya como los últimos detentadores de este eslabón de la cadena de la evolución organológica occidental»), que en dos de las fotografías que ilustran el libro vemos entre las manos de Miño Benítez (Miño, el tocador de rabel, ha fallecido ya, por lo cual probablemente estas imágenes sean los únicos registros que se conservan de él con su instrumento).

Manos de Miño Benítez, músico mbya-guaraní.
Manos de Miño Benítez, músico mbya-guaraní.

Tal reunión de sonidos variopintos, en unos casos deliberadamente musicales y rituales, en otros ambientales, en otros repercusión de actividades diarias, todos ellos partes de un solo y vibrante cosmos temporal en movimiento, integra en una misma atmósfera lo humano y lo natural, lo simbólico y lo material, los mitos y la realidad, y expande, dentro del universo de las sociedades mbya-guaraní, las estrictas fronteras de la música para abarcar todos los aspectos de la vida sensible.

Así, para los mbya-guaraní –escribe Guillermo Sequera en su texto introductorio–, a partir del universo sonoro de la naturaleza, y mediante la palabra, ayvu, resulta el sonido como música vocal y habla instrumental. «Los animales pueden cantar (purahéi), hablar (ñe’e), hacer sonidos (ombota), resoplar (ovuha), rugir (okôrôro), aullar (oguahu). La percepción va desde el silencio (kiririri) hasta el trueno del rayo (ara sunu). La representación social se manifiesta en una variedad de formas y técnicas vinculadas a rituales, danzas, coros y una apropiación Mbya de la experiencia intercultural. Es justo hablar de una kosmofonía Mbya-Guaraní, de un ordenamiento cultural de los sonidos».

Del mismo modo, «cada Mbya-Guaraní es un artista a su manera», escribe en su prefacio Douglas Diegues. «El silencio, kirirí, es el primer sonido que se escucha en el mundo Mbya-Guaraní. El cuerpo humano es el primer instrumento musical; luego aparecen los demás. Caminar es un arte Mbya por excelencia. Mantener el fuego encendido también es un arte». «El habla salvaje de Ñande Chy –concluye más adelante, cerrando su texto con una paradoja–, el chamán que vivía en Isla Filomena, es un poema que prueba que los Mbya-Guaraní todavía no conocen el lenguaje poético, porque los Mbya-Guaraní nunca conocieron otro lenguaje que no fuera el lenguaje poético».

El resultado de este trabajo son más 100 páginas de palabras, sonido e imágenes. Se trata de una obra híbrida que combina texto (incluyendo prefacio y posfacio de Douglas Diegues, estudio preliminar de Guillermo Sequera, palabras de Karai Miri y Karai Kuaray traducidas por Kerechú Pará, canciones acompañadas de notas, comentarios y glosarios, una serie de ensayos breves de Reynaldo Jiménez, Massimo Canevacci, Ludovic Pin, Magali Sequera y Sergio Medeiros, la reproducción del manuscrito del poema «Kosmofonia Mbya-Guaraní», de Manoel de Barros, y una selección de fragmentos de Bartomeu Melià, Curt Nimuendajú, León Cadogan, Adolfo Colombres, Carlo Mordo y Egon Schaden), imágenes (fotografías de Guillermo Sequera) y 29 tracks de audio (grabaciones realizadas en comunidades mbya-guaraní como las de Toro Kangüe, en el departamento de Caaguazú, Pastoreo, en Itapúa, o Takuari, en Canindeyú, entre otras).

«Nosotros venimos de donde sale el sol; nuestras comunidades se llaman Mirí Poty, que significa corazón inmenso, y Parakau Puku, que es el nombre de un loro parlante que ayudó a los primeros hombres a comunicarse», dicen al comienzo del libro Karaí Mirí y Karaí Kuaray. «Nosotros no tenemos teléfonos, no leemos, no escribimos, pero cuando despierten cada día y observen la gran luz que llamamos ko’e mbyja, sepan y nunca olviden que en ese instante les estamos enviando nuestros sonidos, nuestras palabras verdaderas, nuestros cantos-rezos, para que Ñamandú los ilumine y los guíe en sus vidas».

Bienvenidos al mundo mbya-guaraní.

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Guillermo Sequera / Douglas Diegues

Kosmofonia Mbya-Guaraní

(Trad.: Douglas Diegues, Kerechú Pará y Ramón Barboza)

Jasuká, 2021

108 pp.

*Kosmofonia Mbya-Guaraní se puede descargar gratuitamente del sitio web de la revista Erratica: https://erratica.com.br/kmg/

*Nota: Los pasajes del libro Kosmofonia Mbya-Guaraní citados en este artículo han sido traducidos del portugués al castellano por el autor.

juliansorel20@gmail.com

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