Dean, el inmoral. Segunda entrega: El inicio de una travesía

El reciente estreno de una nueva obra escrita por Arturo Fleitas inspira al maestro Agustín Núñez –dramaturgo, actor y formador de actores, director y formador de directores– esta serie inédita de reflexiones sobre el trabajo teatral. A la primera parte, del domingo pasado, centrada en el libreto, le sigue la segunda, que aborda la dirección y la puesta en escena, y que compartimos hoy en exclusiva con los lectores del Suplemento Cultural.

Alfredo Chaves y Erik Gehre (Foto: Hugo Barrientos).
Alfredo Chaves y Erik Gehre (Foto: Hugo Barrientos).GENTILEZA

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«Corría el mes de marzo de 2020 cuando recibí el libreto de manos de Erik Gehre (actor que interpretaría a James Dean), cumpliéndose así el deseo del dramaturgo (Arturo Fleitas) de que la obra fuera dirigida por alguien menor de treinta años. Lo leí y me apasionó e inmediatamente cruzaron mi mente una y mil imágenes y situaciones, interrumpidas abruptamente por la pandemia, que, como todos sabemos hizo que el mundo diera un giro violento. No obstante, en mi retiro, seguí leyendo, investigando y tomando apuntes sobre Dean y su universo», comenta Fátima Fernández Mercado, designada para capitanear esta obra en medio de fuertes tormentas. En marzo del 2010, ya con mayor manejo de protocolos y cuidados, Erik y ella deciden dar inicio al proyecto. Como primera medida, vinculan a Julieta Benjamín para la producción. Julieta y Fátima se graduaron en la misma escuela de actuación (Academia Lourdes Llanes). Posteriormente, crearon Cábala Teatro, con el que llevan ya hechas varias puestas.

Si bien Fernández ya había realizado otras direcciones de sus propias obras, este era un nuevo desafío, tanto por la magnitud del proyecto como por el grado de responsabilidad que exigía llevar a escena la vida de este mito del cine. Ella también tenía título de directora de musicales (Estados Unidos), pero este caso era diferente. Debía incursionar en un territorio nuevo y resbaladizo. Esto coincidió también con la carrera de Dirección Teatral que ella toma como especialización en El Estudio, lo que hace que su formación vaya ganando mayor solidez en base a nuevos reclamos.

Una de las decisiones sabias de un director es saber conformar su equipo, y ella prestó especial atención a la elección de su gente. Los primeros ensayos empezaron a solas con Erik, partiendo de los monólogos de Dean. Se fueron sumando Ronald Von Knobloch (asistencia de dirección), Macarena Candia (coreografía), Mario González Martí (coaching actoral) y Dave Weil (escenas de acción). Posteriormente, se suman Tania Simbrón como vestuarista y Adriana Ovelar en el diseño de escenografía. Una tarea compleja fue la selección del actor y la actriz que acompañarían a Gehre, ya que entre ambos debían cubrir treinta y dos roles en hora y media. Finamente, quedaron Mafe Mieres y Alfredo Chaves, que, además de actores, son directores de escena.

Se tomaron el tiempo necesario para ir revisando, proponiendo, eliminando y añadiendo textos en base a la obra original. «Si bien el texto de Fleitas es de gran calidad y belleza, consideramos que poseía demasiada información biográfica. Fue así que la misma acción nos fue indicando qué se quedaba, qué salía y que había que agregar. Esta tarea, además de requerir exhaustiva dedicación y tiempo, conllevó armar una línea de acción fácil para hilvanar la historia sin que cayera en problemas de comprensión y de ritmo», aclara Fernández.

Paralelamente a todo esto, Julieta Benjamín, al borde del colapso, iba sumando cifras que aumentaban en la misma proporción en la que el proyecto tomaba forma. La dimensión del mismo superó todo lo previsible y, como buena productora, se arremangó y fue buscando posibles salidas.

Fernández y Benjamín, por experiencias anteriores, tenían muy claro que un proyecto se asienta sobre dos patas: el aspecto artístico y el de la producción. Y, finalmente, ¡lo lograron! La vorágine creativa siguió. Cada uno apoyando y creando desde su espacio y posibilidades. Irrumpe de pronto Martín Pizzichini e impregna con su luz alucinantes atmósferas. Poco a poco, la angustia del proceso creativo se asienta, dando lugar al juego escénico, que es de lo más rescatables del espectáculo. Luego del estrepitoso ruido del choque del vehículo conducido por Dean, entre medias palabras y susurros, nos queda su reflexión final. ¡Dean ya no está! Nos lega, sí, su mito de héroe marginal del Hollywood-Babilonia.

*Escrita por el actor y dramaturgo Arturo Fleitas y dirigida por Fátima Fernández Mercado, Dean, el inmoral se estrenó el 26 de junio con Erik Gehre como James Dean y treinta y dos personajes interpretados por Alfredo Chaves y Mafe Mieres, con asistencia de dirección y diseño de sonido de Ronald Von Knobloch, diseño de iluminación de Martín Pizzichini, coreografía de Macarena Candia, coreografía de acción de Dave Weil, preparación actoral de Mario González Martí, diseño de escenografía de Adriana Ovelar, diseño de vestuario de Tania Simbrón, maquillaje y peinados de Silvia Valinotti, fotografía de Hugo Barrientos y Dani González (backstage) y producción general de Julieta Benjamín (Cábala Teatro).

arcangel134@yahoo.com

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