“Si bien la universidad ya cuenta con una cultura organizacional que valora la equidad, la participación en GPTW Mujer representa un paso más para reafirmar y validar estos esfuerzos”, explicó.
Para la UCP, no se trata solo de una declaración de principios, sino de acciones concretas.

Han impulsado políticas de selección y promoción “basadas en el mérito, asegurando igualdad de oportunidades”.
A esto se suman campañas de sensibilización y charlas sobre equidad de género, que refuerzan su postura contra la violencia y promueven un cambio cultural positivo.
“Nuestro Código de Ética es un pilar fundamental que garantiza un ambiente de trabajo seguro y respetuoso para todos”, subrayó.
Entre sus iniciativas más valoradas se destaca FlexiUCP, un programa que brinda opciones de trabajo remoto y horarios adaptados.
Este esquema ha tenido un impacto significativo en el bienestar del equipo. “Apoyamos el equilibrio personal y profesional de nuestras colaboradoras”, aseguró.
Implementar un enfoque de género no estuvo exento de desafíos, pero la universidad los abordó con firmeza.
“Nos enfocamos en la sensibilización, la capacitación y la implementación de políticas claras”, comentó.
Gracias a ello, la institución ha logrado construir un entorno más justo, evidenciado en “la alta percepción de equidad entre nuestros colaboradores”.
Según Almada, la participación en GPTW Mujer “ha sido clave para fortalecer una cultura organizacional más inclusiva y equitativa”.
Entre los resultados más visibles se destacan un mayor equilibrio entre la vida laboral y personal, un aumento en la satisfacción general del equipo, y una participación más activa de las mujeres en espacios de decisión y colaboración.