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La rectora y presidenta del Consejo de Unasur, Mirtha Reyes Ruiz, destaca el valor de cada mujer. En su caso, tuvo que pasar varias instancias hasta llegar a dónde hoy está. “Desde pequeña, mi visión se veía limitada a culminar mis estudios, poder ir a la universidad y conseguir un trabajo medianamente aceptable para vivir y formar una familia, pero mi fin y destino me pedían más”, relata.
Las experiencias que fue teniendo en su vida le mostraron otro panorama. “Hasta que decidí que venir de una clase media para abajo no es un limitante, nosotras somos quienes nos ponemos límites, porque no entendemos que en el proceso de crecimiento se presentan miles de oportunidades que son pruebas que debemos tener el valor de enfrentar con orgullo y alegría, porque son etapas”, manifiesta.
En ese proceso, le cupo trabajar en distintos puestos. “En mi experiencia, me tocó trabajar como peluquera, manicurista, incluso enseñar a leer y escribir a personas mayores en todos los penales, siendo una profesional como muchos pretenden terminar su carrera y sentarse en un escritorio”, opina.
Hoy, Mirtha es propietaria de varias empresas cuya responsabilidad social es la que le alienta. “También soy madre soltera de una hermosa señorita. En fin, no tuve que saltar ninguna etapa de mi vida y todo lo que se presentaba y se presenta es un desafío para mí y creo que las mujeres tenemos un gran potencial de ser madres, profesionales y disfrutar nuestra vida privada sin tener que renunciar a nada, solo sacar nuestra mejor versión y seguir adelante mientras no tengamos que bajar la mirada ante nada ni nadie”, finaliza.