Se necesita una lucha más sostenida contra el flagelo del contrabando

El sector agroindustrial, por ser considerado un rubro esencial, no dejó de trabajar ni un solo día en pandemia y pudo abastecer la demanda local de aceites durante el periodo de las restricciones. Sin embargo, ahora el mercado está nuevamente inundado de productos de contrabando que afectan en gran manera a las aceiteras locales. Se requiere una lucha más sostenida, añaden desde Cappro.

La producción agroindustrial no paró ni un solo día.
La producción agroindustrial no paró ni un solo día.Archivo, ABC Color

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Directivos de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) señalan que al inicio de la pandemia, las industrias aceiteras paraguayas que hacen aceites refinados, margarinas y otros productos derivados de la transformación de soja y otras oleaginosas producidas en el país, con el cierre de fronteras que provocó que no ingresen productos de contrabando, tuvieron que hacer frente al incremento de la demanda interna y abastecer a todo el país, con lo cual el nivel de sus ventas aumentó, manteniendo el precio cobrado a los consumidores antes del inicio de la pandemia.

“De esta manera, se puso en evidencia que las industrias paraguayas están en condiciones de satisfacer la demanda local, y que es necesario que la lucha contra el contrabando se haga de manera sostenida”, afirman.

Añaden que el relajamiento en los controles, iniciado con la reapertura de las fronteras y el levantamiento de la cuarentena total, trajo consigo un aumento sostenido del contrabando que se mantiene en este 2021, poniendo en riesgo a las industrias aceiteras y a cientos de empleos, ya que estamos inundados de productos de contrabando contra los que no se puede competir y que abiertamente se venden hasta en la vía pública, sin ningún tipo de control, y arriesgando incluso la salud de los consumidores.

Mencionaron que si bien la pandemia afectó a la actividad agroindustrial, al ser un sector esencial, las industrias asociadas a Cappro no dejaron de producir ni un solo día.

Precio ayuda pero producción bajó

A pesar de que el aumento del precio de los commodities podría haber sido un buen empuje, no se pudo aprovechar como tal ya que el procesamiento de oleaginosas hasta el mes de julio se encuentra en 15,6% por debajo de lo conseguido en el mismo periodo del año pasado, según explican.Detallan que esta situación se da por los constantes cambios en las reglas de juego que han deteriorado las condiciones de competitividad de la industria, así como en los problemas logísticos a los que se ha enfrentado el sector en lo que va del año.

En cuanto a la volatilidad de los precios, se espera que continúe durante los próximos 12 meses y tendremos que estar atentos a varios factores que inciden sobre la siembra y cosecha a nivel mundial, que van a ser claves para ver la evolución de los mismos.

Política de Estado para fomentar industrialización

Según las expresiones de los directivos de Cappro, es fundamental que exista una política de Estado que fomente la industrialización dentro de Paraguay, para aprovechar de mejor manera el potencial actual y para que todos los beneficios de la misma se queden y se sientan dentro de nuestras fronteras. Esos beneficios son, por ejemplo, la mayor generación de ingresos de divisas al exportar productos con agregado de valor, más empleos formales y de calidad, creación de polos industriales con impactos positivos en la población local y del país en general.

Añaden que de esta manera podrán competir en igualdad de condiciones con las fábricas de otros países, que hoy se proveen de las materias primas que se producen en nuestro país, aprovechando los beneficios que les otorgan para importar materias primas y las trabas (arancelarias y paraarancelarias)que imponen en sus países para los productos industrializados.

Mercado asiático y otros

“Desde la Cámara aplaudimos y acompañamos todo intento del Gobierno de abrir nuevos mercados, en el entendimiento de que la diversificación de los destinos de exportación ofrece mayores oportunidades, en beneficio de la economía del país”, afirman.

Añanden además que el gigante asiático, China, es el principal procesador y consumidor mundial de harina y aceite de soja y que para ello ha incentivado su industria a través de aranceles diferenciados que promueven importar soja en estado natural (más barata) y transformarla en productos como mayor valor agregado (harina y aceite) dentro de su propio territorio. China aplica aranceles del 5% y del 9% para la importación de harina y de aceite de soja, respectivamente, siendo el arancel de 3% para la importación de soja en estado natural.

“Siendo China un mercado con un importante potencial para los productos paraguayos, creemos que el Gobierno tiene la oportunidad de desarrollar acuerdos comerciales que equiparen esa asimetría arancelaria y promuevan exportar de manera competitiva nuestros productos industrializados”, expresaron.

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