Pioneros desafiaron a inhóspita selva

Las primeras familias asentadas en la colonia fundada en medio de la selva atlántica construyeron de la nada una metrópoli. Algunos protagonistas desde la infancia acompañan la historia de Ciudad del Este, mientras que otros vinieron ocasionalmente y se quedaron para siempre.

Los primeros pobladores en un acto simbólico con autoridades nacionales de la época.
Los primeros pobladores en un acto simbólico con autoridades nacionales de la época.Archivo, ABC Color

Cargando...

Los antiguos pobladores provenientes de distintos puntos del país apostaron en su momento en la ciudad recién fundada, y en el ideal que en poco tiempo, se convierta en la urbe más importante del país. Entre las castas visionarias se encuentra la familia Brizuela Talavera, que se afincó en tierras esteñas en junio de 1963, procedente de José Fassardi.

El odontólogo Tomás Brizuela Talavera (95 años), primeramente, prestaba servicios en Itakyry y luego se mudó con su esposa Alba Morales de Brizuela (83) y sus cuatro hijos menores a Ciudad del Este.

Ricardo Brizuela, uno de los hijos del odontólogo, recuerda que cuando llegaron encontraron una pequeña urbanización, actual microcentro donde ya había las primeras tiendas comerciales.

La familia Brizuela, en sus inicios, se alojó en las pensiones de la época, que recibían constantemente a los nuevos pobladores de Ciudad del Este, hasta que el padre construyó una casa de madera de dos niveles, sobre la calle Avay, en el centro.

“La gente traía sus muebles en carreta, amanecía en la ciudad. Al llegar, lo primero que tenía que hacer, era acudir a la Comisaría 1ª para comunicar la residencia. Tu familia, la cantidad de familiares que tenía. Se cuidaba mucho y aparte estaban censados”, rememora Ricardo.

En los años posteriores a la fundación, los pobladores sufrían mucho por las carencias, ya que no había ni energía eléctrica, según su testimonio.

Al igual que otros niños de la época, Ricardo y sus hermanos estudiaron en la escuela 354, más conocida como “escuela guasu”. Después prosiguieron sus estudios en el Liceo Presidente Stroessner que funcionaba en el actual predio de la Junta Municipal y Dirección de Tránsito, mientras que el bachillerato en el Centro Regional de Educación.

Los infantes convertían las dunas del río Paraná, la actual base naval, en espacios de recreación y compartían los frutos hallados en la ribera.

Dilma Urunaga, presidenta del Centro de Pioneros, recuerda que su padre Agustín llegó a la ciudad aproximadamente en 1957 y trabajó en abrir los caminos y en la construcción de las primeras casas. Posteriormente trajo a sus 12 hijos y a su esposa de Tebicuarymí.

Misión ocasional

El comisario (SR) Osvaldo Vera Navarro (82) vino de Asunción a Ciudad del Este, el 20 de mayo de 1969, como instructor de tropas por tres meses. Al terminar su misión, se quedó en la zona.

“Yo prestaba servicios con el ministro Edgar Lineo Ynsfrán (fundador y primer administrador de CDE), era secretario privado de él y veníamos cada fin de semana”, recuerda Vera Navarro.

En aquella época, la mayor parte del Alto Paraná era un inmenso monte.

Según apuntó, el desafío era sin dudas desarrollar en ese lugar una gran ciudad, por ser fronteriza a Brasil, tenía todas las condiciones para un progreso sostenido.

Otro factor que influyó para el acelerado progreso fue la construcción del puente de la Amistad, con el que el comercio tuvo su prosperidad.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...