Coprotagonismo de colectividades

Las colectividades extranjeras, sin lugar a dudas, contribuyeron en el progreso económico y social de Ciudad del Este. Actualmente, la capital altoparanaense se destaca por la diversidad de culturas y costumbres de los diferentes países.

La comida oriental es muy requerida en la ciudad, atendiendo que existe una gran cantidad de restaurantes que la ofrecen.
La comida oriental es muy requerida en la ciudad, atendiendo que existe una gran cantidad de restaurantes que la ofrecen.Archivo, ABC Color

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Ciudad del Este es hogar de taiwaneses, libaneses, japoneses, indios, bangladesíes, brasileños, turcos, sirios y otras colectividades extranjeras que conviven con la idiosincrasia paraguaya de forma armónica y con libertad de expresión cultural y religiosa.

Los residentes extranjeros con sus descendientes ya nacidos en Paraguay encontraron en el suelo rojo, a orillas del río Paraná, su “tierra prometida” y contribuyeron en la construcción de una ciudad conocida por su dinamismo comercial.

La colectividad de la República de China (Taiwán) es una de las comunidades más numerosas con unos 3.000 miembros. La inmigración taiwanesa se inició en 1969 con la llegada de un grupo de ciudadanos, entre ellos Yuan Yung Hsi, quien abrió la icónica tienda “Casa China”.

La onda de inmigración taiwanesa se intensificó en 1987 y, en el auge comercial de Ciudad del Este alrededor de 20.000 ciudadanos de ese país, estaban afincados en la zona, comentó Dino Liao, secretario general de la Asociación China.

Tras la disminución de la actividad comercial, la mayoría de los taiwaneses retornó a la isla asiática, principalmente los ciudadanos de avanzada edad para ampararse bajo el sistema sanitario de Taiwán.

Al principio los taiwaneses se dedicaban preferentemente al comercio fronterizo, pero con el tiempo diversificaron su economía con emprendimientos inmobiliarios, gastronómicos e industrias en menor escala.

Liao recordó que el proceso de integración a la cultura paraguaya, en la fase inicial, fue difícil por los idiomas y costumbres diferentes. “Hoy ya están plenamente superadas. La mayoría de los inmigrantes de segunda generación están completamente integrados a la sociedad paraguaya. Buena parte de los inmigrantes taiwaneses están totalmente instalados en Paraguay, con sus hijos quienes se consideran plenamente paraguayos. Con todas las comunidades con quienes hablamos somos unánimes. Somos todos paraguayos, y por sobre todo, somos esteños”, indicó.

La colectividad libanesa es otra comunidad numerosa en la frontera con alrededor de 20.000 ciudadanos residentes entre Ciudad del Este y Foz de Yguazú (Brasil).

Los libaneses comenzaron a instalarse en Ciudad del Este poco después de la inauguración del Puente de la Amistad (1965) y apostaron por el comercio fronterizo como actividad laboral.

“El árabe no tiene problema para integrarse. Tenemos muchas cosas en común con los pueblos latinos como costumbres y culturas que trajeron los españoles a América Latina, en su mayoría de la integración árabe-española”, recalcó Said Taigen, miembro de la Asociación Paraguaya Libanesa y Árabe.

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