La cooperativa impulsa acciones que van más allá de lo financiero, orientadas al desarrollo humano, la equidad, la cultura, la salud y la protección del entorno, consolidando un enfoque que combina responsabilidad social y participación activa.
La Lic. Yenny Andrada, jefa del Área Social de Coomecipar, mencionó que la entidad desarrolla una amplia agenda de actividades formativas, sociales, culturales y recreativas que promueven la cohesión comunitaria y la participación de sus socios. Entre estas destacan capacitaciones, charlas, conciertos, obras teatrales y encuentros que fomentan tanto el crecimiento personal como el colectivo. Además, ofrece cursos virtuales en áreas como educación financiera, cooperativismo, liderazgo y herramientas digitales, ampliando el acceso a la formación para socios de todo el país.
“Este año incorporamos la ciberseguridad como nuevo eje temático, con charlas desarrolladas tanto en Asunción como en el interior, reafirmando la apuesta institucional por una transformación digital responsable”, afirmó Andrada. Este enfoque refleja la intención de la institución de adaptarse a los desafíos contemporáneos y capacitar a sus miembros en competencias esenciales para la vida diaria y profesional.
Entre las actividades más emblemáticas se encuentran el Concurso de Cuentos Breves “Dr. Jorge Ritter”, que durante tres décadas ha fomentado la creatividad y la lectoescritura; el Campamento Infanto Juvenil y el Ciclo de Reuniones de Adultos Mayores, con 19 años de trayectoria promoviendo la integración y el sentido de pertenencia. Estas iniciativas demuestran el alcance intergeneracional de la labor social de la cooperativa y su impacto en distintos grupos de la comunidad.
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Coomecipar también actúa como nexo solidario entre sus socios y diversas organizaciones sociales, canalizando donaciones y aportes destinados a cubrir distintas necesidades del entorno.
La entidad busca generar un impacto tangible que fortalezca tanto la vida de sus socios como el desarrollo de la comunidad en general, consolidando una cultura de cooperación y compromiso social.
“Nuestra labor no solo se refleja en la solidez financiera, sino también en la manera en que trabajamos para mejorar la calidad de vida de nuestra membresía y de la comunidad en general”, finalizó la Lic. Andrada. Este compromiso demuestra que la cooperativa entiende su papel más allá de lo económico, consolidándose como un actor clave en la construcción de un entorno más equitativo, inclusivo y participativo.