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El presidente de Copacons, ingeniero Gustavo Samaniego, señaló que la apertura de una sucursal en Encarnación era un sueño y en principio costó trabajo. “Cuando hace muchos años soñábamos con trabajar en esta ciudad nos movía un sentimiento; nuestra vinculación con los miles de obreros, técnicos, arquitectos e ingenieros que llegaron a esta zona para participar de las obras de Yacyretá. Estos no solo aprendieron a querer a la ciudad, se quedaron ahí, formaron sus familias, educaron a sus hijos que hoy son mayores y muy encarnacenos. Tomada la decisión costó mucho trabajo poner en marcha una cooperativa en un medio nuevo y desde la distancia”, dijo.
Añadió que en el proceso se fue incorporando más funcionarios, gerentes y directivos locales, apostando por la capacidad profesional y calidad humana.