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La venta en el interior del país varía, teniendo en cuenta que cada año presenta sus propias dificultades, como ocurrió durante la pandemia. “De todas formas podemos afirmar que sí hay crecimiento en las ventas, en consecuencia, en el consumo. El crecimiento en ventas está en promedio aproximado de un 10% anual”, afirma.
Todos los camiones que ingresan y salen de la fábrica son de la cooperativa y van directo hasta los centros de distribución o distribuidores tercerizados autorizados que tienen sus propios depósitos. “Estamos construyendo algunas nuevas sucursales más, y otras que están en proyecto de construcción. Con estas sucursales se generan más fuentes de trabajo, pues también se aumentarán la cantidad de distribuidores y vendedores”, señala.
Una cuestión de orgullo
David Penner es uno de los mayores productores de leche de la zona. Posee un tambo que perteneció a sus padres, al que con el tiempo le fue modernizando y en donde la tecnología tiene un rol preponderante.
La familia Penner ha trabajado con Lactolanda desde sus inicios. “Fueron años difíciles para mis padres y para Lactolanda, de hecho todo proyecto que se inicia es difícil. Mis padres salían a vender la leche en las calles, casa por casa”, recuerda.
Actualmente producen diariamente 6.200 litros de leche, teniendo un tope máximo en invierno de 9.500 litros diarios. “Para llegar a este nivel se necesitan una serie de cosas que favorezcan al cuidado de las vacas. La tecnología nos ayuda bastante y también hace que la producción diaria de cada vaca haya aumentado. Otro punto de relevancia es la genética. Nosotros adquirimos semen de EE.UU. para la inseminación, de esa forma vamos mejorando la genética y en consecuencia la cantidad y calidad de la materia prima”, sostiene.