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El ñandutí es símbolo de la ciudad de Itauguá. Numerosas personas se dedican al tejido de primorosas prendas, accesorios, mantelería y otros con detalles de la joya artesanal y el sector sufrió el impacto de las restricciones gubernamentales por la pandemia del covid-19.
Doña Florencia “Flora” Escobar, de 72 años de edad, dijo que el sector más afectado por la crisis económica generada por la pandemia es el rubro de la artesanía de ñandutí. Con nostalgia comentó que espera que en algún momento vuelvan los turistas a visitar la ciudad para mejorar las condiciones de la economía.
Doña Flora tiene un local de ventas de artículos artesanales en el km 28,5 de la ruta PY02 Mariscal Estigarribia. Los turistas adquieren los productos de mayor valor, como manteles cuyos precios oscilan entre G. 1 millón y G. 1.400.000.
Mencionó que los paraguayos cuando viajan al extranjero llevan los artículos de ñandutí para obsequiar, pero esas ventas también terminaron debido a que los traslados a otros países están limitados por la crisis sanitaria mundial.
Doña Flora resaltó que ella aprendió a tejer el ñandutí a los cinco años de edad y lo seguía haciendo hasta hace poco. Comentó que mediante la venta de los artículos que elaboraba compró sus uniformes y calzados, y además pudo cubrir los gastos para estudiar en la escuela y el colegio.
Otro de los locales de venta de artesanías más conocido de la ciudad es “Casa Antonia”. Uno de los últimos trabajos de relevancia internacional que realizó fue la elaboración de un mantel para el altar que usó el papa Franciso para celebrar la misa en Caacupé el 11 de julio del año 2015.
También, el Centro Cultural Tejedoras de Ñandutí que aglutina a 180 mujeres de varios comités tiene a la venta todo tipo de artículos en su local ubicado en el costado de la ruta PY02 en el kilómetro 30.
“Cimentando sueños”
Un convenio interinstitucional entre la Organización Internacional Ítalo-Latino Americana (IILA), la Oficina de la Primera Dama (OPD) y la Municipalidad de Itauguá se constituye en un importante apoyo para el sector artesanal. Permite el empoderamiento económico de las hacendosas mujeres.
El propósito del acuerdo es crear nuevas oportunidades de ocupación y de desarrollo empresarial, rescatando e impulsando el ñandutí a través de la cadena de la moda.