Un distrito bendecido

El distrito de Caacupé fue bendecido con atractivos naturales como cerros y arroyos. Desde sus inicios, las autoridades ponían énfasis en las posibilidades turísticas del pueblo. Eminentes médicos de la época lo calificaban “como un sitio encantador”.

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CAACUPÉ, Dpto. de Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). En el siglo pasado, la villa serrana, rodeada de cerros y regada por arroyos cristalinos, ya era un sitio elegido por los veraneantes asuncenos para pasar las vacaciones. Muchas familias prestigiosas de esa época construyeron sus casas de verano en la localidad y conformaron clubes sociales.

En ese sentido, el Club Caacupé ganó preponderancia, ya que allí se realizaban las más importantes fiestas de verano y el debut de niñas en sociedad. En el lugar se construyó la primera y única piscina municipal, que era el preferido de los jóvenes hacia el año 1923.

En esos tiempos se daba importancia al potencial turístico del distrito y a la necesidad de dotarlo de comodidades para el visitante. Eminentes médicos de la época calificaban a la ciudad como “un sitio encantador tanto en verano como en invierno”. En ese sentido, un conocido médico argentino de esa época, Luis Capelle, había sugerido que se construya en las adyacencias del centro urbano un sanatorio para extranjeros.

Uno de los grandes propulsores de la comunidad en la época fue Federico Fernández, quien había construido una casa de verano en la localidad. Conformó la comisión “pro embellecimiento de Caacupé” con otros destacados personajes que se encargaron de la construcción de la piscina municipal. También lograron la instalación de la primera línea telefónica que conectó con Asunción.

Además se instalaron las bases para la construcción del camino que uniría Caacupé con Ypacaraí.

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