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CORONEL OVIEDO (Víctor Daniel Barrera, corresponsal). Las pequeñas fábricas móviles de mosto helado consisten en un trapiche montado sobre un acoplado o cachapé y movido por un motocarro.
Ariel cursa el segundo año de la educación media y gracias al dinero que gana con este ingenioso negocio puede solventar sus estudios y ayudar a su abuela con los gastos de la casa.
El emprendimiento inició hace dos años con un solo trapiche que su tío Rubén Encina adquirió.
Precisamente empezó el negocio con su tío y tuvieron tanto éxito que empezaron a crecer debido a la alta demanda de la refrescante y tradicional bebida.
De a poco fueron aumentando la flota y hoy en día cuentan con 5 puestos de fabricación y venta distribuidos en distintos puntos de la capital de Caaguazú.
El joven detalló que el precio de venta del mosto es de G. 3.500 por litro. Dijo que una vez que extraen en el molino el jugo de la caña de azúcar embotellan el líquido en recipientes de plástico y posteriormente lo enfrían en conservadoras con hielo.
“Empiezo a trabajar a las 7:00 de la mañana, salgo a las 5:00 de la tarde y saco G. 60.000 por día”, contó el joven. También refirió que luego de terminar el colegio quiere ir a la academia de policía, sueña con formar parte de las filas policiales y servir de manera honrada a la ciudadanía, expresó.
Mosto helado
El mosto paraguayo es el zumo que se extrae de la caña de azúcar mediante un trapiche. De este mismo zumo después se pueden obtener diversos derivados como miel, alcohol, caña, azúcar, etc. El mosto es una bebida tradicional que, además de refrescar, alimenta.
Hasta hace unos pocos años el mosto se vendía en cada esquina, pero fue desplazado de a poco por bebidas más artificiales como las gaseosas. Sin embargo, Ariel muestra que el mosto helado se resiste a desaparecer.