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CAAZAPÁ (Antonio Caballero, corresponsal). Los pobladores de la zona indicaron que entienden la situación climática y que la lluvia no permite el avance de las obras. Sin embargo, las quejas se centran en que la constructora se desentiende del mantenimiento de los caminos alternativos o auxiliares que deberían estar a cargo de la firma coreana Ilsung.
En estos días de lluvias continuas se ven vehículos que quedan varados al costado de la ruta o en medio de ella, pues los baches son profundos. Además hay pocas informaciones sobre el estado del camino para los viajeros que no conocen la zona.
Un compatriota que reside en la Argentina y que viaja con destino al departamento de Caaguazú utilizó el tramo para acortar distancia y tuvo que dormir en la ruta porque quedó trancado. Además el agua dañó parte del auto, pero consiguió llegar a Caazapá mediante remolque y solucionar el problema mecánico.
Es el compatriota Pedro Martínez, quien indicó que en un país serio en una zona de obra hay muchas informaciones para que los que circulan por la vía no arriesguen de más.
Por otro lado, Constantino Mieres, otro usuario de la Ruta VIII “Blas Garay”, indicó que es necesario que la constructora se encargue de retirar el barro de algunas zonas conflictivas y así que se pueda transitar normalmente, especialmente en estos días de fiestas.
Intentamos hablar con los directivos de la firma Ilsung en el campamento ubicado a cuatro km de esta ciudad, en la zona de obra, pero un obrero nos informó que no se encontraba ningún responsable para responder las consultas aduciendo que por la lluvia no pueden trabajar y viajaron a Asunción.
Las autoridades departamentales depositan grandes esperanzas en esta obra vial y con la que se espera que el departamento de Caazapá salga de su aislamiento y que será el factor de importantes desarrollos económicos.