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CAACUPÉ, Dpto. de Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). La continuidad del campeonato de las Inferiores de la Liga Caacupeña está en peligro a raíz de la violencia que se registra en los partidos. Un hecho reciente involucró a los jugadores de la Sub 17 de los equipos del Teniente Fariña y 12 de Junio de Cabañas.
El referido encuentro tuvo que ser suspendido por el árbitro Carlos Lezcano tras la batalla campal que protagonizaron jugadores de ambos clubes. Cuando el juego se desarrollaba normalmente, en la cancha del 12 de Junio, con el triunfo de 1-0 del cuadro visitante, se registró una brusca falta de un jugador del Teniente Fariña sobre un adversario local, que reaccionó ante este hecho y de los empujones pasaron a los golpes de puño. Antes que tratar de calmar los ánimos, la mayoría de los futbolistas menores participaron de la batalla campal con patadas voladores, golpes de puño, lejos de lo que es fair play.
Los dirigentes no tuvieron mejor excusa que culpar al mal arbitraje, queriendo justificar de esa forma el bochornoso espectáculo protagonizado por jóvenes estudiantes, que en su mayoría quedaron contusos.
Otro partido de las Divisiones Inferiores que tenía como protagonistas a Libertad y el 1° de Enero fue suspendido por falta de garantías, según el informe arbitral remitido a la Liga Caacupeña.
Apuesta dirigencial
Varios directivos, que pidieron el anonimato por temor a represalias, denunciaron que los grandes responsables de esta bochornosa situación son los mismos dirigentes que hacen grandes apuestas económicas por sus equipos. Este hecho incide en el ánimo, los que están en las gradas se enervan con facilidad y se contagia la ira a los jugadores.
Queda en el terreno de las autoridades de la Liga cortar este flagelo que afecta al certamen de Inferiores.