Abigeos mantienen en zozobra a ganaderos

El abigeato continúa siendo uno de los peores flagelos de Cordillera. En lo que va de este año, más de 480 animales vacunos habrían sido hurtados, según los registros. Los más perjudicados fueron los pequeños ganaderos.

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CAACUPÉ, Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). Cuatreros siguen manteniendo en zozobra a pequeños productores de varias localidades de Cordillera. Las ciudades más afectadas son Arroyos y Esteros, Juan de Mena, Valenzuela, Atyrá, Tobatí, Altos, Isla Pucú y Caraguatay, entre otros.

De acuerdo a los registros y subregistros, en lo que va de este año se hurtaron más de 480 animales vacunos, sin que ninguno de los detenidos (en muchos casos en flagrancia) estén presos.

Los reportes policiales hablan de que varias gavillas de abigeos que asestaron duros golpes a los pequeños, medianos y grandes establecimientos ganaderos de Atyrá, Tobatí, Juan de Mena y Arroyos y Esteros fueron desarticuladas. Sin embargo, los aprehendidos lograron recuperar su libertad en cuestión de horas.

Últimos casos

El productor de Isla Pucú Concepción Villalba denunció que perdió tres animales en los últimos tres meses. Asimismo, en la madrugada del martes 3 de setiembre pasado se faenaron dos vaquillas, pertenecientes a Arnaldo Daniel Vera, en la compañía Caacupemí de Atyrá, a menos de mil metros de su propiedad.

Los afectados muchas veces prefieren no realizar más denuncias porque reinan la impunidad, la informalidad y el desinterés de sus autoridades por combatir este flagelo. El tercer departamento cuenta con un hato ganadero superior a las 300.000 cabezas. De esta cifra, los delincuentes hurtan al año mil animales aproximadamente, de acuerdo a los datos.

Amenazas

En muchos casos los delincuentes son conocidos y amenazan a sus propias víctimas para que no realicen denuncias. La Policía Nacional ante esta situación usa como excusa la falta de denuncias y pruebas suficientes para detener a los cuatreros.

Además, los pocos que son detenidos recuperan su libertad en muy poco tiempo a pesar de tener antecedentes, por la baja expectativa de pena que es menor de cinco años, lo que deriva en medidas alternativas a la prisión. En otros casos se llega a acuerdos con las víctimas con un resarcimiento.

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