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“Por lo general, se caracterizan por poseer las hojas verde oscuro; son alargadas, en tanto que las flores tienen varios pétalos, que emiten una fragancia suave. Las flores se caracterizan también por tener unas manchas en líneas o puntillas”, acota.
Agrega que “esta planta posee bulbos subterráneos que sirven para que la planta sobreviva a las extremidades, es decir, en bajas o muy altas temperaturas. Ciertos lirios también son híbridos, es decir, procedente del cruce de dos especies”.
La ingeniera refiere que “existen variedades que poseen una sola flor, mientras que otras pueden abarcar desde dos a tres flores. Los lirios nativos, así como los híbridos, por lo general después de una lluvia emergen y florecen”.
Según aconseja, el lirio se puede plantar a media sombra, y nunca colocarlo en lugares extremos, es decir, ni a sol directo ni en sitios en los que existe sombra en demasía.
“Los rayos del sol son necesarios para el desarrollo de la planta”. Apunta la profesional que “esta flor se puede plantar en suelo directo o en macetas. Plantada en algún recipiente resulta más práctico su traslado”.
La tierra suelta es la ideal para el lirio, sobre todo la roja mezclada con materia orgánica, como humus de lombriz.
La clave es mantener la tierra húmeda, y cuando compruebe que es necesario riegue una vez al día. Recuerde que este paso dependerá de las condiciones del suelo y las lluvias.
Trate a sus plantas con cariño, hable con ellas y tóquelas con suavidad y verá los resultados.