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“Rosas, orquídeas, crotos, todo me encanta, tienen sus cuidados como por ejemplo las orquídeas se riegan tres veces a la semana, las de raíces finas se riegan más porque rápido se seca el sustrato. Este último se forma de carbón y pino, que drenan el agua, mientras que las de raíces gruesas no necesitan tanta agua”, dice.
Otro factor para calcular la periodicidad del riego es la maceta, “la cerámica se seca pronto, no así el plástico, que mantiene más tiempo la humedad”.
Lucía recomienda después de la lluvia fumigar las plantas para que no le ataquen hongos; el producto se mezcla con agua y se rocía a las plantas.
“Mi patio mide 18 por 30 metros, al principio mi hija me trajo orquídeas, con ellas comencé. Ahora la zona de orquidario ya tiene cinco metros por tres, bajo media sombra”, apunta.
Explica que “cuando acaba la floración se puede hacer la reproducción de las orquídeas, pero las mariposas o phalaenopsis no son fáciles porque la mayoría se producen en invernadero de laboratorio”.
La primavera produce aquí una explosión de dendrobium y otras muchas variedades que muestran su belleza, la más reciente es de colores blanco y amarillo. Pero también se están abriendo rosas, hortensias, sinesias enanas en planteras. Las hojas de vista también tienen un espectacular desarrollo por estos días y los helechos como cuerno de alce.
“Después de tomar mate recorro mi jardín y veo mis flores y hojas, a veces ni desayuno. Todas las mañanas ese es mi trabajo, y por suerte mi marido Pastor Gauto me ayuda. A las plantas les gustan que se les acaricie, que les hablen, protegidas bajo media sombra, debajo de una chirimoya y un chivato de más de 30 años donde florecen los lirios”.