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“Se puede presentar disminución del apetito, decaimiento, fiebre; en ocasiones hay infecciones en el aparato respiratorio, como una gripe, o a veces problemas digestivos como el vómito, diarrea y, por ende, deshidratación”, expresa la profesional. Además, dice que la manifestación más grave se da en el sistema nervioso, ya que el perro adquiere una encefalitis aguda. “Aparecen los tics nerviosos que son contracciones musculares involuntarias; crisis de masticación, como si estuviese mascando chicle; falta de coordinación en sus movimientos y, finalmente, la muerte”, explica.
Contra los síntomas
Según la doctora, no existe un tratamiento antiviral efectivo, solo se combaten los síntomas. “Lo fundamental es la prevención a través de las vacunas”, afirma.
Los cachorros obtienen la inmunidad a través del calostro materno, según señala, pero esto solo los protege hasta los tres meses de edad, relativamente, y a veces estos anticuerpos adquiridos pueden interferir con la vacunación. Entre la cuarta y quinta semana de vida es cuando el 95% de los cachorros ya ha desarrollado una buena protección en el sistema de inmunidad”.
En nuestro país, cuenta la experta, la enfermedad es endémica y ataca durante todo el año, ya que muchas personas no vacunan a sus mascotas y estas terminan contagiándose la infección y quedan, en algunos casos, en un estado portador sin síntomas. “Es muy frecuente que haya mayor cantidad de casos en el invierno, porque el frío genera estrés en el estado inmunológico del cachorro”.
No posponga la vacunación, ya que es muy triste perder a un hermoso animal por desidia o descuido. Además, es un costo extra que el dueño asumirá.