Cargando...
Con la rotación de cultivos se ayuda a la fertilidad natural del suelo, contribuyendo a mantener un tenor aceptable de macro y micro-nutrientes. Asimismo, permite controlar malezas, plagas y enfermedades. Llevar adelante un sistema de rotación, además de enmarcarse en un tipo de agricultura ecológica, mejora las características del suelo, incrementa la biodiversidad del entorno, reduce la propagación de insectos dañinos y disminuye la frecuencia de aplicación de agro-defensivos. A pesar de que, en ocasiones, el cultivo utilizado para la rotación no genere renta, esta práctica representa una inversión a largo plazo y un freno ante posibles patógenos y enemigos naturales.