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Los suelos de la región oriental presentan problemas de erosión y compactación, baja fertilidad, entre otros tipos de degradación, como consecuencia de una interacción inapropiada en las prácticas de habilitación de tierras, prácticas culturales y sistemas de producción. Aunque la experiencia de técnicos y productores indican que el nivel de degradación en suelos del Paraguay ha aumentado drásticamente, en los últimos años, la falta de información no permite a los agricultores acceder a las mejores recomendaciones técnicas que les permitan alcanzar rendimientos ideales a menor costo.
Para lograr la sustentabilidad y reducir al mínimo el nivel de degradación de los suelos, es indispensable mejorar la base de conocimientos sobre las características y vocación del recurso, de forma tal que se pueda planificar más acertadamente el desarrollo agropecuario, en armonía con las potencialidades y fragilidades de este recurso, y las restricciones impuestas por la naturaleza (Encina e Ibarra, 2000) y (Encina e Ibarra, 2003).
La compactación del suelo es la pérdida de volumen que experimenta este recurso, como consecuencia de fuerzas externas que actúan sobre él. Es uno de los tipos de degradación más difícil de ser identificados a nivel de campo, debido a que es un fenómeno que ocurre, principalmente debajo de la superficie. Sin embargo, es previsible, reversible y controlable.
ORIGEN DEL PROBLEMA
La compactación de suelo es un problema de carácter nacional que abarca prácticamente todos los suelos y niveles de producción agrícola. Esta degradación, en suelos de uso agrícola, es causada por las prácticas agrícolas convencionales. El uso continuo de implementos de labranza, especialmente arados de discos y de vertedera, rotocultores durante largos períodos, así como animales, entre otros, ocasiona la disminución del volumen del suelo, reordenando las partículas de arena, limo y arcilla; esto aumenta significativamente el porcentaje de microporos y genera, como consecuencia, lo que se conoce como pie de arado.
EFECTOS AGRONÓMICOS DE LA COMPACTACIÓN
La compactación del suelo tiene efectos muy perjudiciales sobre la producción y, por ende, sobre el rendimiento en la producción de cultivos y el nivel de ingreso de los productores. En general, la compactación afecta directamente al cultivo, debido a la transformación que ese recurso sufre en sus cualidades. Reduce la actividad biológica y, por consiguiente, la acción de los descomponedores de restos orgánicos, la permeabilidad del agua, el movimiento del oxigeno y nutrientes en el suelo.
El nivel de pérdida de rendimiento del cultivo puede variar ampliamente, dependiendo del grado y la extensión de la compactación del suelo. Se estima que, en promedio, la compactación no muy severa puede reducir el rendimiento entre un10 a20 %. Sin embargo, cuando el suelo sufre una compactación severa a muy severa puede causar pérdidas de rendimiento en un 60 %, aproximadamente
EFECTOS SOBRE LAS CARACTERÍSTICAS DEL SUELO
El principal cambio que ocurre en el suelo por efecto de la compactación es la modificación de la porosidad. Considerando que un suelo ideal es aquel que posee 25 % de espacio para ser ocupado por agua y 25 % del espacio libre para ser ocupado por aire, en la medida que se incrementa la compactación, disminuye el espacio poroso, afectando negativamente al movimiento del agua y aire, muy necesarios para la planta.
La disminución de macroporos y el aumento considerable de los espacios porosos microscópicos en la capa compactada afectará negativamente la capacidad de infiltración del agua, facilitando un incremento de la escorrentía, la erosión, así como problemas de encharcamiento.
PREVENCIÓN
La principal forma de prevención de la ocurrencia de la compactación del suelo es mediante la verificación. Es decir, se tiene que establecer un plan de revisión periódica del grado de endurecimiento de las distintas capas de los suelos de la propiedad a profundidades, aproximadamente, entre0 a70 cm.
Otra buena forma de prevención es la revisión periódica de los patrones de crecimiento de las raíces en el perfil del suelo del lote bajo análisis. Para esto es necesario exponer a la vista las raíces, usando una pala u otra herramienta, y ver en qué condiciones están creciendo las mismas.
RECUPERACIÓN DE SUELOS CON CAPAS COMPACTADAS
Es importante tener en cuenta que si bien el problema de endurecimiento del suelo puede ser mitigado o aliviado con algunas de las prácticas recomendadas, existe el riesgo de recompactar el suelo a un nivel mayor de degradación. Por ello, luego de corregir la compactación, es necesario realizar prácticas de manejo de suelos que eviten que este fenómeno se vuelva a producir en forma intensa.
La mejor estrategia para minimizar la compactación es evitar trabajar los suelos en condiciones muy húmedas, especialmente en las estaciones de mayor precipitación. La eliminación de toda la compactación del suelo, sin embargo, es casi imposible.
La generación de restos orgánicos permite incorporar materia orgánica al suelo a través de la parte aérea y de las raíces de las plantas. Por lo tanto, se debe incluir especies de arraigamiento profundo para que las raíces lleguen y penetren el subsuelo compactado, favoreciendo la estructuración del suelo y la formación de macroporos más estables que aquellos que se pueden generar mecánicamente. Esta práctica tiene un mayor efecto a largo plazo que las medidas anteriores, por lo que se la considera también como un manejo preventivo.
Entre las especies vegetales de cultivos que han dado muestras de ser potenciales subsoladores biológicos están: nabo (Raphanus sativus), pastos (Paspalum notatum), (Panicum maximum), alfalfa (Medicago sativa), gandul (Cajanus cajan), entre otros.
(*) Profesor e investigador en ciencia del suelo