Vida salvaje

Luego de haber sido distinguido por la organización Birdlife International y galardonado por la National Geographic Society, el Dr. Alberto Yanosky, director ejecutivo de Guyra Paraguay, habla sobre su labor en el conservacionismo y los nuevos desafíos a los que se enfrenta.

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Biólogo de profesión y de nacionalidad argentina, el doctor Alberto Yanosky conoce el territorio paraguayo como pocos. En las paredes de su oficina cuelgan mapas que muestran, cual testigos estupefactos en la escena del crimen, las regiones naturales más amenazadas de toda la superficie nacional. “¿Ves? Estamos perdiendo mil hectáreas de bosque por día en el Chaco paraguayo; son dos mil estadios Defensores del Chaco por día; eso es lo que está pasando en este país. Nadie le da pelota a esto porque la gente está podrida de escuchar lo mismo desde hace cinco años”, asevera, mientras observa imágenes que son prueba irrefutable del efecto irremediable de la mano del hombre sobre la naturaleza.

Alberto Yanosky llegó al Paraguay en el año 1993, luego de haber pasado una buena parte de su juventud en una reserva privada ubicada a 150 km de Formosa, Argentina. “Después de egresar de la carrera de Biología en la Universidad de Mar del Plata, nos fuimos a Formosa con mi esposa, que también es bióloga. Nos instalamos en una reserva natural privada y eso, para un chico de 23 años, es algo lindo, pero ya después de que nacieron mis hijos decidimos establecernos en Asunción porque no teníamos vida social, estábamos en un entorno totalmente salvaje allá”, menciona.

El nombre de Alberto Yanosky y Guyra Paraguay, la organización que encabeza desde hace 16 años, fue noticia el mes pasado a consecuencia de dos importantes galardones que tradicionalmente se otorgan a entidades y personas destacadas en la labor de la conservación ambiental. Es así que en Washington, Estados Unidos, Yanosky se alzó con el premio National Geographic Society / Buffett al Liderazgo en la Conservación en América Latina y, días más tarde, en Ottawa, Canadá, recibió la distinción Miembro de Honor para Birdlife Internacional de manos de la princesa Takamado de Japón.

“Las dos son distinciones de mucho valor para mí, pero creo que para el Paraguay la más importante es la de la National Geographic Society, por lo que significa anteponer el nombre del país ante la mirada mundial dentro del espectro del trabajo ambientalista. Esto es un reconocimiento a un modelo de trabajo llamado condominio socioambiental, que desarrollamos aquí en Paraguay y que ya se está replicando en otros países”, refiere.

Aves en ruta

Dentro de la nutrida agenda del ejecutivo de Guyra Paraguay hubo tiempo para una interesante experiencia con los escritores canadienses Margaret Atwood y Graeme Gibson, miembros de la organización Birdlife International y con quienes pudo compartir viajes por la región de Saskatchewan, Canadá, en donde se encuentran muchas de las especies más amenazadas del Paraguay. “Hicimos una gira por esa zona y, en su momento, me tocó hablar sobre la perspectiva internacional y la necesidad de que allá hagan un buen trabajo, porque esas aves están ahí cuatro o cinco meses y después, el resto del tiempo, están acá; van y vienen”, dice.

Es justamente la conservación de las especies migratorias que desembarcan en áreas específicas del país uno de los pilares fundamentales del trabajo dentro de Guyra Paraguay.

“Yo me voy 16 años atrás y fijate hoy, el intendente Samaniego nos está pidiendo que seamos el pilar para declarar a Paraguay la capital de las aves del mundo. Eso porque no hay ninguna otra ciudad en el mundo que tenga 430 especies diferentes de aves”, refiere Yanosky.

“Asunción tiene una característica única: es una ciudad en donde encontrás puntos como la Embajada de los Estados Unidos, que cuenta con 80 especies en su jardín. O el Seminario Metropolitano, donde hay 60 especies de aves, o también Mburuvicha Róga que posee 120 especies de aves. Además, tenés las aves migratorias en la bahía de Asunción, y el Jardín Botánico. Esta ciudad es muy especial en lo que al hábitat de aves se refiere; entonces, no estábamos tan locos cuando andábamos dando vueltas hace unos años por ahí mirando pájaros con binoculares”, dice entre risas.

Paraguay, laboratorio verde

En los últimos años, el trabajo realizado dentro de Guyra Paraguay captó la atención de organizaciones afines como consecuencia del desarrollo de modelos que actualmente son replicados en otros países. Uno de ellos es el conocido como condominio socioambiental.

La historia cuenta que una comunidad indígena –los mby’a– y una organización ambiental –Guyra Paraguay– compraron conjuntamente un territorio que ambos querían preservar, específicamente una porción de tierra de la reserva San Rafael-Tekoha Guasu. Los fondos fueron aportados por una variedad de donantes, incluyendo un ciudadano sueco, un joven que viajó en bicicleta desde Paraguay a Estados Unidos y una pareja que pidió como regalo de bodas donaciones para la adquisición de las tierras. Fue el primer caso de condominio socioambiental de esta naturaleza en América Latina y, a partir de allí, el mismo modelo está siendo replicado en Argentina, Uruguay, Canadá y Kenya.

“Pensamos que había sitios en el Paraguay en donde si queríamos conservar algunas especies, había que hacer algo urgente; ese fue el motivo por el cual compramos tierras. Vemos una ineficiencia total en el Estado paraguayo para conservar sitios que guarden ese acervo natural que tenemos. Los que van a venir después, nuestros hijos, tienen el mismo derecho de ver un pájaro campana, cosa que de hecho ya es muy difícil que lo vean, pero la senda que buscamos es esa. En Asunción estamos bendecidos con todo lo que tenemos para apreciar”, señala.

Yanosky confiesa que, desde Guyra Paraguay, el modelo de condominio socioambiental llegó para quedarse. “Hoy tenemos dos años de experiencia en esa senda. Vamos a seguir comprando tierras en ese esquema; ojalá con los ayoreo, porque ya lo hicimos con los chamacoco y los mby’a pero tenemos pedido de otras parcialidades que están a la espera. No hay muchas organizaciones que tengan 30.000 ha de tierra. Nosotros hemos comprado esa cantidad hasta ahora mediante el apoyo de fondos internacionales y organizaciones asociadas, solamente para declararlas como territorios para conservación a perpetuidad”, finaliza.

Orden Nacional del Mérito

En la mañana del pasado lunes 29 de julio, durante una ceremonia que tuvo lugar en la fachada litoral del Palacio de López, la organización Guyra Paraguay recibió la Orden Nacional del Mérito en el Grado Comendador en reconocimiento a la trascendental labor institucional en favor de la defensa y la preservación de los Recursos Ambientales.

Desde Guyra Paraguay destacan que este reconocimiento nacional es un logro que se consigue luego de muchos años de labor por conocer la biodiversidad del país y articular mecanismos que favorezcan su conservación.

“Las dos son distinciones de mucho valor para mí, pero creo que para el Paraguay la más importante es la de la National Geographic Society, por lo que significa anteponer el nombre del país ante la mirada mundial dentro del espectro del trabajo ambientalista”.

david.messina@abc.com.py

Fotos ABC Color/Celso Ríos/Gentileza.

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