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La elaboración de un poncho para’i de 60 listas tarda como mínimo 15 días. Solo la preparación del telar, que debe hacerse hilo por hilo con máximo cuidado para que no se enrede ninguno, tarda un día. El bordado requiere de unos 10 días, y todavía se deben preparar las guardas y los flecos.
“La verdad es que se trata de un trabajo muy minucioso, que requiere de mucha paciencia y pasión por las obras. Pero es algo que debemos valorar como pobladores de esta comunidad para que no se pierda; lo que podría suceder, porque ya no hay tejedoras jóvenes interesadas en dedicarse al rubro”, dice doña Rosa Segovia, una de las últimas artesanas que se dedican a este tejido en la ciudad de Piribebuy, departamento de Cordillera. Comenta que aprendió la profesión de su madre y su abuela, y sus primeros telares los hizo cuando apenas tenía 13 años.
“Eran otros tiempos. En un taller comunitario nos reuníamos como 20 artesanas y trabajábamos a veces hasta sin dormir por la cantidad de pedidos que había. Nos llegaban de repente pedidos de 15 o 20 ponchos y sin entregarlos no podíamos descansar. Pero la ganancia era buena, lo que incentivaba a las tejedoras. Lastimosamente, en su tiempo no fueron muchas las que se preocuparon por asegurar el legado, enseñando a las jóvenes”, explica.
El poncho de 60 listas es muy utilizado por artistas y se puede llevar con comodidad durante todo el año, explica doña Rosa, ya que en el invierno el tupido tejido impide que pase el frío y en verano absorbe el sudor. “Mucha gente se sorprende con artistas como Juan Cancio Barreto, que usa su poncho en todos sus conciertos, incluso cuando hace mucho calor, pero es solo porque no conocen el tejido. No es lana, es una textura liviana y cómoda”, señala.
En la actualidad, ya no solo se hacen ponchos con el tejido. La artesana comentó que son muy populares los chales, carteras para dama, fajas para los bailarines de polca paraguaya, camineros, manteles y, si el cliente tiene algún modelo en especial, lo hace y en una gran variedad de colores.
Doña Rosa es madre de tres hijos: Mariano, Amado y Daysi y, días pasados, se estrenó como abuela, con el nacimiento de Matías Alexander. “A todos mis hijos, desde chicos, los involucré en mi trabajo y me ayudan constantemente, trabajan, estudian, pero aparte siempre me están apoyando en mi labor. Ahora mi hija, Daysi, se encarga de los flecos, tarea que requiere de dos días. Todos conocen las técnicas, pero lastimosamente no podemos dedicarnos solo a esto, porque las ganancias no son muchas y ellos deben salir a buscar su futuro afuera”, dice.
Los clientes llegan de todo el país e incluso del extranjero hasta el pequeño taller de doña Rosa, ubicado en pleno centro de Piribebuy. Todos los que visitan el lugar quedan maravillados por la perfección de los diseños, que se hacen sin formato establecido ni moldes, especialmente para las guardas y fajas. “Primero, me imagino el diseño que me gustaría, rombos y cuadritos, y después, hilo por hilo tengo que ir plasmando esto en el telar según el color y el tamaño que tendrá. Es un trabajo bastante minucioso, pero cuando vemos la admiración de la gente por el resultado, nos llenamos de orgullo”, explica la artesana.
Premio
Doña Rosa fue gratificada durante la Expo Artesanos, Paraguay 2013, realizada en la capital del país en diciembre pasado, con la primera ubicación en el rubro textil. Parte del premio consistió en un viaje para participar de la Feria Economía Solidaria, que se está realizando en Atlántida, Uruguay, junto a otros 16 artesanos de las diferentes especialidades.
Festival
El Festival del Poncho Para'i de 60 Listas, nació para promover esta icónica prenda “casi sin intensión”, comenta Carluchín Alcaraz, director de Cultura de la Municipalidad de Piribebuy. Recordó que se inició con una expoferia de artesanos, en el marco de la fiesta patronal en honor a Ñandejara Guasu, que se celebra cada tercer domingo de enero. “Se empezó con las actuaciones de un artista por noche en la Expo, pero solo pasaron dos años con este sistema hasta que, viendo la calidad de los músicos, se decidiera dar mayor realce al evento. Así fue como se trasladó al club 12 de Agosto, ya como festival”, señala.
“Con el apoyo económico de las binacionales se logró el mayor esplendor de la fiesta, con la contratación de importantes artistas extranjeros. Piribebuy se ganó un nombre en la jerga festivalera de nuestro país, un estatus que nos obliga –ahora ya sin apoyo– a extremar recursos para dejar en alto a la ciudad”, expresa.
La presente edición tendrá lugar el 17 de enero. Contará con la actuación de artistas como Evolución, Los Alfonso, Generación de Villarrica, Ballet Piribebuy Jeroky, Marilina, Carluchín Alcaraz y su grupo, Cumbre Bohemia de Paraguarí, Jaraneros y el cierre será con Los Ojeda. Las entradas están a la venta y su costo, por adelantado, es de G. 20.000.
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