Cargando...
María Antonieta de las Nieves —más conocida como La Chilindrina e integrante del elenco de las series de Chespirito— llega a Paraguay con su tour Yo amo la familia. La actriz mexicana ofrecerá un único show, con el cual inicia su gira de despedida luego de 59 años de carrera artística, el sábado 5 de diciembre en el Centro de Eventos Unace, desde las 19:30.
El espectáculo será a beneficio del proyecto “Libre tras las rejas”, desarrollado en varias penitenciarías del país por la Fundación Vuelve a Soñar. Su venida al país incluye una visita a las internas de la cárcel de mujeres del Buen Pastor.
La actriz califica estas casi seis décadas de entrega al arte y, principalmente, al público como su vida entera. “Empecé a los seis años y siempre he calificado mi vida, mi carrera y mi público como una sola cosa: ¡maravillosa!”. Asegura que en todo este tiempo no se ha arrepentido de ser artista. “¡Jamás, jamás, jamás (como dice la canción) he dejado de quererte, lo digo con orgullo. Soy tuya nada mááás!”.
María Antonieta comenzó a trabajar con Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, por casualidad, a los 18 años. En esa época estelarizaba el programa cómico televisivo Cordero y el Oso. Chespirito la llamó y le preguntó si quería trabajar con él. “Le dije que no, porque no sabía hacer comedia. Yo solo quería ser estrella de telenovelas”, recuerda.
Él le dijo que si no sabía cómo hacer comedia, no era una buena actriz ni una actriz completa. Eso le cimbró; le pidió otra oportunidad, que llegó a los dos días en Sábados de la Fortuna. “Le encantó cómo lo hice, y yo estaba fascinada; me enamoré de la comedia”, rememora. En los primeros tres años de trabajar con él solo eran cuatro actores y ella, la única mujer. Tuvo que interpretar todos los papeles femeninos.
Hasta que un día le tocó inventar la caracterización de una niña de ocho años. Echó a volar su imaginación y, basada en algunos personajes infantiles de los que hacía doblaje, le dio vida a “una niña con pecas, colitas chuecas, chimuela y con lentes... Y apareció La Chilindrina, pero con otro nombre y ropa. Ese personaje lo repetí en varias ocasiones porque a Chespirito le encantó. Tres años después apareció el sketch de El Chavo del Ocho y entonces apareció mi creación con el nombre de La Chilindrina. Poco a poco fui cambiándole la ropa; mamá me hizo todos los vestidos y así formé un personaje que ya tiene más de 44 años de estar en la televisión latina”.
La Chilindrina –que significa pan de dulce con ajonjolí que parece pecas–, la villana del grupo, "pero con muy buenos sentimientos. Ella adoraba a su papá, Don Ramón, y al Chavito”.
María dejó el programa un año para dar a luz a su primer hijo. “El niño que he hecho mejor en mi vida, mi adorado hijo, Gabriel”, afirma. Además, corrió el rumor de que el programa de Chespirito iba a terminar. “Me asusté porque, aunque tenía trabajo −seguía doblando voces y ahí ganaba bien−, todas las entradas que teníamos mi esposo y yo se iban directo a la construcción de nuestra primera casa”.
Afortunadamente, le llamaron para hacer un programa en vivo de tres horas diarias llamado Pampa pipiltzin (que en nahuatl significa Yo amo a los niños) y le pagaron por programa 10 veces más de lo ganaba por El Chavo. Eran cinco programas a la semana, además de una comedia estelar los sábados. “Chespirito, aunque le dolió mucho que lo dejara, entendió mi situación”. Un año después terminó la construcción de su casa. “Y, sin pensarlo, volví a lo mío: Chespirito, El Chavo y La Chilindrina”.
La disputa por su nombre
Siguió trabajando con Chespirito 20 años más hasta que él decidió acabar con el programa del Chavo y solo iba a trabajar con Los Caquitos, y a La Chilindrina la tendría que guardar en el clóset para siempre. “No me gustó la idea. Busqué la oportunidad en Televisa”. Entonces habló con el dueño de la empresa, quien no solo le dio su propio programa, Aquí está La Chilindrina, sino también una película escrita por ella: La Chilindrina en apuros.
Chespirito se puso furioso por su atrevimiento y se negó a darle permiso para hacer el disco del programa. El nombre era lo único que le pertenecía a Chespirito y, sin su autorización, no podía trabajar. “Se acabaría mi carrera”. Pero cuando fue a Derechos de autor para cambiarle el nombre, le dijeron que este estaba libre. Nadie había renovado los derechos desde hacía más de 15 años. “En ese momento le di gracias a Dios por esa bendición. Registré La Chilindrina en todas las categorías posibles y así seguí trabajando con todas las de la ley”.
La actriz creyó que había acabado en buenos términos con Chespirito porque a él ya no le interesaba usar los personajes, pero no fue así. Al poco tiempo la demandó. Luego de un litigio que duró 12 años, por fin, ella ganó. “La ley dice que el personaje es de quien lo crea y lo usa, no de la persona que le pone el nombre. Seguiré usando La Chilindrina hasta que Dios quiera. Me siento bendecida por Dios y reconozco que sin Chespirito, Televisa y mis compañeros no sería la figura que soy”.
“Adelanta que aquí iniciará su gira del adiós’’ por Sudamérica. Eligió Paraguay porque es el único país en el que solo la han visto una vez y desea cerrar con broche de oro este año. Del 6 de enero de 2016 en adelante será su última vuelta al mundo. “Creo que en los próximos cuatro años terminaré con Estados Unidos; después recorreré nuevamente Centroamérica y Sudamérica, y, posiblemente, llegaré con ustedes de nuevo en 10 años, je, je, je. Ojalá aguanten; los quiero mucho”.
Cuenta que ofrecerá un show en el cual cantará, bailará, realizará concursos con chicos y grandes, con regalos y se tomará fotografías. “Y todo lo que se me ocurre al momento. Espero que se diviertan mucho con mi espectáculo y que todos vayan a verme, porque si no, me voy a poner a llorar. Güüüüüe, güüüüüe, güüüüüeeeee”.
Sepa más:
Las entradas para el show ya están a la venta por Ticketea. Sector Campo: G. 55.000, sector VIP: G. 110.000 y el VIP Chilindrina: G. 150.000.
mpalacios@abc.com.py
Fotos Gentileza/Internet