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Cada vez es más difícil que haya niños recién nacidos y en situación de adoptabilidad, debido, por una parte, al incremento de programas especializados de apoyo a la familia y, por otra, a que en los últimos años aumentó mucho la demanda. Además, en adopción nacional hay muchos niños y niñas con características especiales con necesidades de ser adoptados, pero es muy difícil encontrarles padres adoptivos. El tiempo corre muy deprisa en perjuicio de ellos.
Pero, desde la fundación Corazones por la Infancia se enciende una luz de esperanza. La directora Gloria Ayala Person explica que con la campaña Hagamos familia se busca captar familias postulantes para la adopción de niños, niñas y adolescentes a los que consideran de adopción prioritaria.
-¿Qué significa adopción prioritaria?
-Significa que ya que se agotaron todas las instancias, trámites de búsqueda, localización y mantenimiento de vínculo con sus familias biológicas, sin éxito alguno. De los más de 1700 niños, niñas y adolescentes que se encuentran viviendo en entidades de abrigo en nuestro país, la fundación Corazones por la Infancia, en conjunto con la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia, encontró a más de 50 niños y niñas en el más absoluto abandono.
-¿Cuál es la situación de los niños?
-Se trata principalmente de niños y niñas mayores de seis años, grupos de hermanitos, niños o niñas con alguna necesidad especial en cuanto a su salud, ya que muchos de ellos toda su vida estuvieron viviendo en una institución de abrigo. Necesitan y se merecen una familia que los adopte de manera inmediata.
-¿A qué perfil de adoptantes apuntan?
-Buscamos personas dispuestas a amar a un niño o niña como si fuera de su vientre, acompañando a los mismos a desarrollar su amor propio y vínculos afectivos con una familia y la comunidad. Buscamos personas decentes con altos valores morales y éticos, dispuestos a asumir la maravillosa responsabilidad de ser padres de infantes que tienen derecho a ser amados y protegidos, así como de sentirse parte de una familia unida. No hay un nivel excluyente, solo se cuida que la adopción no implique un desbarajuste en el presupuesto familiar; tampoco es preciso que se trate de parejas casadas. Los postulantes pueden tener uniones de hecho o, incluso, pueden postularse madres solteras.
-¿Cuál es el proceso de adopción?
-Los documentos que hay que conseguir son los mismos que se necesitan para armar un currículo vitae para postularse a un trabajo. Además, se precisa de un examen clínico de salud, un certificado de salud mental, etcétera. Los mismos se pueden tramitar en cualquier centro de salud, o con médicos de un seguro privado o particulares con la visación posterior de la firma y matrícula de los mismos en el Ministerio de Salud (son trámites simples). Todos los documentos se presentan al Centro de Adopciones.
-¿Hacia dónde se centra la búsqueda de familias?
-La búsqueda de postulantes de adopción se realiza en todo el territorio nacional. Por ello, en esta campaña se realizarán 15 talleres informativos durante tres meses, en los departamentos de Cordillera, Alto Paraná, Itapúa, Guairá, Central y Asunción, con exposiciones, socializaciones e intercambios de experiencias.
-¿Cómo nace la fundación Corazones por la Infancia?
-Se inició con actividades que realizábamos un grupo de amigos, con niños en situación de calle. Hacíamos caravanas de regalos en Navidad, compra de medicamentos para niños internados en (el Hospital de) Clínicas, etcétera, pero en el grupo existía esas ganas de hacer algo más. En el 2003 constituimos formalmente la fundación, y definimos trabajar con la mirada puesta en los niños y niñas que por algún motivo no pueden o no deben permanecer con sus familias biológicas y por ello se encuentran alejados de un contexto familiar. La fundación tiene dos programas. Uno de ellos es Nido: familias acogedoras, más de 12, que ya recibieron a 70 menores, aproximadamente, en 11 años.
-¿Cuál es el otro y en qué consiste?
-El otro programa se denomina Lazos. Su principal objetivo es que los niños y niñas que viven en instituciones puedan ser reinsertados a sus familias biológicas o sean adoptados. Sostenemos que todos necesitamos de una familia que nos contenga y siendo niños, niñas y adolescentes, con más razón. Sabemos que necesitan de un ambiente adecuado para crecer física, afectiva y espiritualmente, desarrollando sus valores y protegiendo sus derechos. Este debe proporcionarle seguridad y, para ello, debe sentirse aceptado, querido y exigido.
-¿Desde cuándo trabajan en este programa?
-En el 2013 trabajamos en un proyecto con la Secretaría de la Niñez y la Adolescencia, identificando a más de 50 niños, niñas y adolescentes que vivían en instituciones sin un proceso judicial que permita la definición de sus casos. De estos, se logró la reinserción en la familia biológica del 40 %; los demás permanecieron en los hogares, muchos de ellos ya sin nexos con sus familias biológicas. Por ello, este programa de adopción prioritaria viene a continuar de alguna forma el esfuerzo por lograr que sean integrados al seno de una familia adoptiva.
-¿Cómo se sostiene?
-Con aportes voluntarios de personas y empresas que mensualmente realizan donaciones a la organización, y también con eventos solidarios de recaudación de fondos que organizamos anualmente.
-¿Cuántas personas la conforman?
-La fundación consta de un consejo de administración con siete miembros –todos ellos son voluntarios ad honórem– y una organización compuesta por cinco profesionales.
-Finalmente, la satisfacción de lograr el objetivo debe ser inmensa.
-Lograr que un niño o niña encuentre una familia, sienta el calor de un hogar, que sea querido o querida, el ver iniciar un camino que durará toda la vida es en verdad gratificante. No hay felicidad mayor que la llegada de un hijo, sobre todo si ha sido largamente esperada. Ese momento da inicio a una nueva etapa en la vida familiar. De eso se trata Hagamos familia.
Jóvenes solidarios que hace 11 años decidieron aportar su grano de arena para la construcción de un mundo mejor y no decayeron. Se fortalecieron e iluminaron con esperanza la sonrisa de muchos niños y niñas. Es solidaridad, es lo justo, porque todos vivimos en una sociedad, todos necesitamos de todos, y somos seres humanos iguales en dignidad y derechos. “La adopción también es maravillosa, y en este proceso de adopción es esencial no tener miedo y entender que todas las familias enfrentan problemas. No existe la familia perfecta, y en eso radica la gracia de vivir: en las pasiones que muchas veces llevan a los errores y la posibilidad de repararlos y mejorar; es lo que le da la sal a la vida”, puntualiza Gloria Ayala Person.
Sepa más
Teléfono: (021) 621-526
E-mail: fundación@corazonesporlainfancia.org.py
ndure@abc.com.py