Discurrir

El 10 de agosto, William Paats celebrará tres décadas de dedicación al arte con una muestra en la Manzana de la Rivera. Aunque será un despliegue de trabajos realizados a lo largo de estos años, no se trata de una retrospectiva solamente, porque también se podrán apreciar trabajos actuales.

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Comenzó a crear figuritas de los envoltorios brillantes de los caramelos entre los cuatro y cinco años. En esa época, William Paats ni se imaginaba que sus creaciones eran parecidas al origami, el arte japonés. “Mientras mis compañeros del primer grado hacían las tareas, yo elaboraba mis pajaritos. Esos son mis primeros recuerdos de las cosas que realizaba en la escuela. Como no había preescolar, no tenía la maduración motriz para el primer grado”, recuerda de su niñez en su ciudad natal, Coronel Oviedo. 

Después ya comenzó a dibujar. “Todo el tiempo”, comenta. Del dibujo a seguir la carrera de Arquitectura fue muy corto el trecho en su camino hacia el arte; una senda que lo llevó al taller de Olga Blinder, en 1987. Esa es la razón por la cual marca el 2017 como su 30.º aniversario con el arte, desde su formación.

“Empecé en marzo. En noviembre ya expusimos como grupo y, a partir de entonces, ya nos fuimos abriendo. En 1992, el Centro Cultural Paraguayo Alemán me invitó para llevar a cabo mi primera exposición individual como artista emergente en ese momento”.

A lo largo de estos 30 años se dio todo un proceso. Lo que empezó con el dibujo y la pintura, pronto, con su manejo del espacio –que tuvo mucho que ver con su profesión de arquitecto–, pasó a los paisajes. “En arquitectura manejamos desde pequeños espacios hasta la ciudad. Mi límite es jugar entre lo ambiguo, un espacio real con otro irreal, pero siempre el espacio representado. Eso, en la pintura”.

Después ya se animó a la instalación. Comenzó a intervenir los espacios con sus trabajos. Y, últimamente, realiza intervenciones urbanas, como edificios públicos y monumentos, en gran escala. “Es como que se va cerrando mi formación de arquitecto con el arte. Empecé representando y ahora estoy interviniendo ese espacio”. De hecho, su última intervención importante fue Curusu Vera, en la fuente frente al Cabildo, cuando lo invitaron para participar en la Bienal Internacional de Asunción 2015. También, la obra con la cual concursó: Libertad, la columna que está frente al Cuartel Central de la Policía, en la cual realizó una intervención lumínicosonora. “Un show con pirotecnia. También uso mucho humo y luces. Utilizo la combinación. Trato de apelar a todas las sensaciones y los sentidos. Usé la versión del Himno Nacional, de Rolando Chaparro, que se conecta un poco con lo que hago y me gusta, porque genera muchas emociones en la gente”, refiere.

Este 30.º aniversario le toma como se manejó toda la vida: produciendo intensamente. Confiesa que hasta en sueños tiene muchas ideas. “Principalmente, cuando debo manejar espacios grandes y lleva mucho dinero; no es fácil encontrar patrocinadores”, comenta. Cuando participó de la Bienal de Venecia 2007, tenía que llevar 250 kg de carbón vegetal del Paraguay para montar su obra. A pesar de todos los trámites que realizó, casi no pudo lograrlo.

A partir de Venecia ya participó en otras bienales. La última fue el año pasado, en Santa Cruz de la Sierra, para la cual también fue seleccionado. También lo invitaron para realizar la apertura de la Bienal Internacional de Asunción 2015. “Mi trabajo involucra a mucha gente. A excepción de cuando pinto”, aclara.

Paats confiesa que, para él, el arte es su modo de vida. Vive de su trabajo como arquitecto y docente de la facultad, pero lo que le da vida emocional y equilibrio es el arte. “Para mí, es la vida y un medio para desarrollar mi trabajo. No puedo vivir sin él”.

Justamente celebrará estos 30 años de trayectoria y lo hará con una muestra el 10 de agosto, en la Manzana de la Rivera, que tomará las cuatro salas; toda la Casa Castelví, en el que el guion curatorial está dividido en cuatro partes. Aunque van a haber dibujos, autorretratos, pinturas y maquetas de instalaciones que realizó a lo largo de estos años, no es una muestra retrospectiva, porque también habrá trabajos actuales. “Voy a mostrar las obras que considero importantes en este tiempo y otras que nunca se vieron porque no fueron expuestas, ya que pertenecen a colecciones privadas, pero me las van a prestar”, resalta. 

La muestra Discurrir se inaugurará el 10 de agosto, a las 19:30, en la Casa Castelví de la Manzana de la Rivera y se extenderá hasta el 24 de este mes.

Hoja de vida

William Paats nació en Coronel Oviedo, en 1957. Se recibió de arquitecto por la Universidad Nacional de Asunción en 1984. Realizó talleres de arte en el Instituto de Arte-IdeA, dirigido por Olga Blinder, de 1987 a 1992. Docente universitario, participó de la creación del Instituto Superior de Arte-ISA de la Universidad Nacional de Asunción, desde 1995 hasta 1996, en el que ejerció la dirección desde el 2007.

Expone regularmente en muestras colectivas desde 1987 e individuales desde 1992. Participó en muestras internacionales en España, Argentina, Estados Unidos, Brasil, Italia, Perú, Alemania, Bélgica y Bolivia. Representó a nuestro país en la 52.a Bienal de Arte de Venecia, en el 2007. Participó en la Bienal Internacional de Asunción, BIA 2015, y en la 20.a Bienal Internacional de Santa Cruz, Bolivia 2016.

mpalacios@abc.com.py

Fotos: ABC Color/Virgilio Vera/Gentileza.

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