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El prolífico periodista y escritor Diego Martínez Ávila lanza un nuevo libro, el noveno, entre cuentos, manuales y otros, pero, esta vez, su primera novela. “Con todo, considero que estoy en la etapa inicial de la literatura, porque es la primera vez que tomo este desafío”, explica.
Pero si bien es ficción, no se trata de cualquier novela. El relato está basado en casos reales, con el objetivo de visibilizar la condición de los pacientes ostomizados. “Todo nació con una cobertura”, comenta. Fue un inolvidable sábado 8 de abril del 2017, durante la IV Jornada Multidisciplinaria de Salud y Taller Práctico sobre Ostomías, en Asunción, a cargo de la licenciada Fátima Rojas Villanueva, una joven emprendedora del Paraguay. Martínez desconocía la palabra ostomía hasta que comenzó a realizar las entrevistas y conocer sus historias. “Sentí una puntada en el corazón cuando escuché las historias de los pacientes que padecen ano contra natura”, cuenta. Es decir, estos pacientes, por alguna enfermedad, como cáncer o algún tipo de accidente, ya no pueden evacuar por el conducto normal, pero la ciencia les posibilita tener pegada en una parte del cuerpo –a veces, temporalmente y otras, de forma definitiva– una bolsita como compañera. “Cambia su mundo, pero también mi forma de ver el mundo, porque me hizo más sensible, y cuando escuchaba sus reclamos, decidí visibilizarlos por medio de una novela”, subraya.
El protagonista es un joven ostomizado, residente del pueblo Valle Bambú. Él vive temeroso de un reloj, supuestamente maldito, porque traía diluvios y problemas, ya que ese pueblo tenía dos antecedentes y se encuentra con la sorpresa de su vida cuando el reloj llega a sus manos. “Empiezan a llegarle cartas. Eran escritos que habían llegado al Paraguay hacia 1600. Aparecen 24 cartas, una por día, de las cuales, 12 debe leerlas al público y las otras 12, guardarlas para sí. O sea, la obra se desarrolla en 24 días”, adelanta sobre el argumento de esta.
Con este libro, el autor pretende visibilizar la situación de los ostomizados para apoyarlos en su denuncia de que a través del sistema de salud no les llega la cantidad de bolsas que necesitan para su vida cotidiana y que sea más digna. “Con esta novela, primero, quiero que se haga más visible la situación de ellos y, segundo, si llega a las aulas y familias, se analice no solamente la cuestión literaria, sino la condición de salud de estos”, enfatiza.
Martínez espera que con el nuevo gobierno se pueda solucionar este problema del presupuesto y los insumos. “A mí me tocó en el alma su situación, porque algunos perdieron sus matrimonios, trabajos y hasta la dignidad. Desean restablecer su vida. Por eso me gustaría que, más que una crítica literaria, consiga una solución”, asegura.
De hecho, el Ministerio de Salud realiza esfuerzos, pero el presupuesto no alcanza. En el 2017 había más de 500 pacientes con este padecimiento, pero la cifra va en aumento. “Entregan las bolsitas, pero, según los pacientes, no es de la calidad requerida: se despegan o no duran el tiempo necesario”, afirma y añade que en el interior del país se resiente aún más esta carencia. “Incluso llegan a utilizar bolsitas de hielo como sustituto, pero como no es para el efecto, se despegan y les genera un problema extra en el orificio de la piel. Por lo tanto, necesitan, urgente, una solución”, recalca.
Escribir esta obra le llevó al autor un poco más de un año. Si bien trató el tema en los medios en los que trabaja y a través de las redes sociales, considera que es a través del papel que se sella, en parte, la historia de ellos. “La novela tiene que tener siempre drama para que la historia cobre vida. Dicen que no hay historia sin drama, entonces, busco que el ostomizado, desde esta situación dramática que planteo, encuentre una solución. No está en mis manos, pero sí hacer visible la situación, porque ellos golpean puertas, hacen escuchar sus voces, pero no llega lo que necesitan: las bolsitas”, refiere.
Martínez, con esta novela, pretende que en las bibliotecas, aulas, casas y medios se toque el tema, se pueda debatir y encontrar una solución. “Quisiera que esta obra sirva para encontrar una solución, puedan tener una mejor condición de vida, su salud pueda mejorar y lleven una vida más digna. Si surgen las críticas, para corrección de los elementos literarios, serán bienvenidas, porque estoy en una etapa inicial como escritor; de hecho, ni siquiera me considero como tal, a pesar de que tengo algunas obras publicadas. Esta es mi primera novela y, por supuesto, me puedo equivocar muchísimo todavía”, concluye.
Ojalá estas cartas lleguen a buen destino y el libro sirva para encontrar una solución a los problemas de los pacientes.
Fotos: ABC Color/Arcenio Acuña.