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La doctora Pangrazio afirma que en la etapa de gestación ya comienzan los cuidados, porque minuto a minuto se forman los órganos y “todo lo que la madre haga o deje de hacer repercutirá en el nuevo ser”.
La alimentación de la mujer embarazada es de vital importancia en la formación y calidad de los dientes, ya que entre el cuarto y sexto mes de vida intrauterina comienza a formarse la calidad del esmalte de los dientes. “El embarazo requiere un aumento de las necesidades nutricionales de la madre, una dieta adecuada con los cuatro grupos de alimentos en proporciones correctas para asegurar que el niño o niña a nacer disponga de la materia prima para desarrollarse”, explica en la guía práctica para padres La salud de mi bebé, de su autoría.
En el texto, la doctora Pangrazio, de la clínica Kegler, insiste en los efectos de las deficiencias nutricionales. “Pueden producir problemas en las células formadoras del esmalte y el resultado será dientes manchados o esmaltes incompletos”.
A partir del cuarto mes aumenta gradualmente de tamaño, se van calcificando sus huesos, sus dientes, se forman sus reservas y aumentan los requerimientos nutricionales. La higiene bucal de la mujer durante la gestación igualmente es de vital importancia. “En esta etapa de la mujer, todas las defensas inmunológicas están concentradas en proteger la formación de un nuevo ser. Por eso, una boca sana, libre de infecciones, es importante. El dicho popular de que cada hijo cuesta un diente no es real, pero sí se debe tener especial atención con la higiene bucal”, insiste la profesional.
Ahora, una vez que nace el niño o la niña, ¿cuándo comienza la higiene bucal? Si bien algunos recomiendan desde la salida de los primeros dientes –esto sucede alrededor de los seis meses– lo ideal es iniciar antes, es decir, a partir del cuarto mes. A esa edad, el bebé permite más fácilmente la manipulación de su boquita. “Para la limpieza de la boca se prepara una parte de agua oxigenada por tres partes de agua hervida o agua mineral envasada, se moja una gasa o un pañalín limpio, se envuelve con él el dedo índice y se pasa suavemente por toda la encía. Cuando ya están los primeros dientes presentes, los dos incisivos inferiores, frotarlos por lo menos una vez al día, especialmente a la noche antes de dormir”, aconseja la doctora.
La posición más fácil para ejecutar la limpieza es con el bebé recostado sobre los muslos y con la cabeza apoyada a la altura del estómago de la madre o del adulto. Pero qué pasa cuando atraviesan ese momento “terrorífico” de no querer ir al odontólogo. Cuando lloran al llegar al consultorio, cuando se esconden detrás de mamá, hacen toda clase de berrinches para impedir que el dentista les examine o cuando se enferman antes de la consulta. Si los adultos sienten temor al dentista, qué podría decirse de los niños. Ellos, además del temor que sienten, le suman el miedo por no ser capaces de controlarse, haciendo de la visita el dentista toda una odisea.
En su clínica, Pangrazio piensa en todo. Proponen un instrumento pedagógico dentro del marco de responsabilidad social que tiene como objetivo presentar a la sociedad infantil una imagen del dentista como héroe de la comunidad, con un estilo de vida saludable. El héroe en cuestión lleva por nombre Dentoman. “Es un proyecto educativo basado en la promoción de la salud bucal enfocado a niños de tres a ocho años y su entorno familiar. Es un audiovisual que consta de una serie de tres cuentos correlacionados entre sí, presentado en forma secuencial, en formato digital para ser utilizado en computadora, tableta, smartphone, en idioma español, con objetivos específicos cada uno de ellos, con una duración de 12 min cada cuento. Cada uno termina con una interrogante cuya respuesta estará en la próxima narración y con un instrumento de autoevaluación a ser resuelto por el propio niño en forma interactiva con la computadora o, en caso de que la edad no lo permita, aplicado en forma audiovisual por una persona guía (padres, hermanos, maestros).
La doctora Pangrazio revela que las historias, que se desarrollan en Bucolandia, tienen por objetivo instalar la idea de cómo una alimentación saludable garantiza la salud y cómo al cambiar estos hábitos pueden enfermar los dientes. En el material, también aparecen las bacterias dirigidas por el villano Streptoman y sus mutantes con sus superpoderes destructores. Pero para salvar la situación está Dentoman, el dentista que se transforma en un superhéroe para defender a la población de Bucolandia de Streptoman y sus mutantes, enseñándoles los métodos preventivos.
Entonces, Dentoman, el dentista salvador de la ciudad, convertido en el ídolo de Bucolandia por haber expulsado y vencido a los enemigos Streptoman y sus mutantes, muestra cómo va a restaurar el daño de los dientes, enseñando las partes del consultorio, los instrumentales y las maniobras necesarias con el objetivo de familiarizar a los niños con los diferentes instrumentales y tratamientos, y disminuir la ansiedad ante lo desconocido en la consulta odontológica.
La mejor forma de no generar el miedo al dentista es la prevención, para lo cual será necesario llevar al pequeño al dentista desde que le salen los primeros dientes; de esta forma, se familiarizará con el ambiente del consultorio y el dentista. “Unos dientes sanos y una linda sonrisa para enfrentar el mundo es la mejor herencia que podemos dar a los hijos”, puntualiza la odontopediatra.
Audiovisual
El material digital audiovisual se encuentra en la web y puede ser utilizado en forma masiva insertando la historieta en las clases de informática, de ciencias y salud, en las áreas de refuerzo y recreación en ámbito escolar. También en el hogar como material de preparación previo a las consultas odontológicas, y por los profesionales odontólogos como instrumento de motivación del niño en sala de espera o consultorio.
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Clínica Kegler, teléfonos:
(021) 623-901/4, (0981) 400-188
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