La canasta mecánica

La canasta mecánica
La canasta mecánicaArchivo, ABC Color

FANTASMAS Y DESAPARECIDOS- En la vida cotidiana, a menudo nos encontramos con situaciones que parecen  una mezcla de magia y de milagro.

Las cosas desaparecen sin dejar rastro, ya sea un objeto, un jegustahá, amistad o pariente que se desvanece de tu vida en plan ghosting como le dicen ahora y que yo llamo fantasmeo, o sea desaparecen cual fantasmas de nuestra realidad. La fascinación por lo invisible ha sido una constante en la historia humana, un tema recurrente que desafía nuestra lógica y despierta nuestra imaginación.

La historia de la desaparición tiene tintes misteriosos y culturales muy diversos, que se han tejido relatos sobre la desaparición de continentes, personas y objetos en situaciones aparentemente sobrenaturales. Este fenómeno ha sido interpretado de muchas maneras a lo largo de los siglos, desde el folclore hasta los avances científicos modernos. Pero ¿por qué nos fascina aquello que de pronto se vuelve invisible? ¿Existió realmente la Atlántida? ¿Cómo desapareció? ¿Dónde, cuándo y cómo?

La física cuántica, por ejemplo, aborda conceptos que parecen sacados de una película de ciencia ficción. El principio de incertidumbre de Heisenberg establece que no se puede conocer con precisión la posición y el momento de una partícula al mismo tiempo, sugiere que hay una realidad más allá de lo visible. En el mundo subatómico, las partículas pueden desaparecer y reaparecer, desafiando nuestra comprensión clásica de la realidad.

Algo así habrá sucedido con los sobres del poder que desaparecieron como fantasmas en Mburuvichá Roga. Según cuenta la leyenda los sobres fantasmas estaban llenos de billetes verdes de muchísimo valor, que pasaron a la luz, de las manos de una limpiadora. En vez de plata yvyguy, ahora hay gente que busca las huellas de los sobres del poder.

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Los ingleses se refieren a “los invisibles”, cuando hablan de aquello que – a diferencia de las mercaderías que se venden, se tocan, porque son materialmente tangibles – son actividades que ofrecen un servicio como el que nos dan los bancos, las aseguradoras o la auditoria.

Invisible también es el trabajo de un ama de casa, madre, esposa y amiga, cuya producción pasa desapercibida. ¿Alguien hace estadísticas y costos por la cantidad de veces que un ama de casa recoge medias, zapatos, juguetes y ropas desperdigados por ahí? ¿Alguna bendita ONG registra las veces que la señora de la casa acomodó la ropa en los placares, regó la plantas, cambió las toallas, las sábanas y los manteles, lavó calzoncillos, ordenó la cocina, hizo la cena y, en sus ratos libres, planchó camisas y uniformes del colegio después de una agotadora jornada de intenso trabajo en la oficina, en el consultorio o en el comercio?

¿Será cierto que lo esencial es invisible a los ojos? Entonces ¿por qué desaparecen o se vuelven invisibles las lapiceras, los anteojos, los aparatos de control y las llaves?

Cuando me vaya de este mundo ¿Desaparecerá también mi huella digital? ¿Existe algún tipo de entierro cibernético? ¿Habrá una sepultura para la huella de un beso?

carlafabri@abc.com.py