Pasión, arte y dulzura en cada creación

En el marco del Día del Repostero, Copalsa celebra esta fecha con un profundo reconocimiento a quienes, con manos expertas y corazones apasionados, transforman ingredientes en momentos memorables.

Copalsa es una empresa que acompaña y respalda la labor de los reposteros.
Copalsa es una empresa que acompaña y respalda la labor de los reposteros.

“En Copalsa celebramos el Día del Repostero reconociendo y valorando el trabajo de quienes con creatividad, técnica y pasión hacen posible cada postre, pastel y dulce que alegran nuestras mesas”, afirma Leila Lovera, gerente de marketing de la compañía.

La empresa se une a esta celebración destacando a sus clientes reposteros, compartiendo sus historias, ofreciendo promociones especiales y fortaleciendo su compromiso de ser un aliado confiable en cada preparación.

Copalsa no solo celebra, también impulsa. En esta fecha especial, la empresa abre espacios de inspiración y aprendizaje, compartiendo recetas, consejos y novedades para seguir promoviendo el crecimiento y la innovación en el arte de la repostería.

Con una línea de productos diseñada especialmente para estos profesionales, Copalsa acompaña cada proceso con calidad y consistencia.

Entre sus productos se destacan el polvo de hornear, chantilly, crema pastelera, coberturas de chocolate, premezclas, rellenos, toppings, glaseados y decoraciones, además de ingredientes funcionales que mejoran la textura, conservación y color de las preparaciones.

“Nuestros productos están diseñados para facilitar el trabajo del repostero, asegurando resultados consistentes y deliciosos”, resalta Lovera.

Para Copalsa, los reposteros no son solo clientes son creadores de momentos inolvidables. “Representan el arte, el oficio y la dedicación que convierten ingredientes en emociones”, destaca Lovera.

Desde la compañía, agradecen la confianza de estos profesionales y renuevan su compromiso de acompañarlos con productos de calidad, asesoría técnica y un servicio cercano, porque cada dulce tiene una historia, y cada repostero, una pasión que merece ser celebrada.

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