El dilema del destino inexorable y el amor

María Eugenia Garay, prolífica generadora de novedades literarias, nos presenta un nuevo poemario, Algo llamado vida, a través del cual plantea un dilema que ha inquietado al ser humano desde siempre: la inexorabilidad del destino o la libertad de elección del camino propio.

Cupido.
Cupido. María Eugenia Garay, prolífica generadora de novedades literarias, nos presenta un nuevo poemario, Algo llamado vida, a través del cual plantea un dilema que ha inquietado al ser humano desde siempre: la inexorabilidad del destino o la libertad de elección del camino propio.Irina Zharkova

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Y en medio de esta encrucijada latente no falta el significado del amor, lo efímero del pasaje entre el pasado y el presente y la nostalgia que late de manera constante camino al futuro.

El nuevo libro de María Eugenia está dividido en siete conjuntos de poemas en los que persisten algunos ejes transversales arropados en una lírica fresca, de aroma cotidiano, pero con significado profundo.

El primer grupo poético se titula Adónde va el amor. En las brumas de un erotismo palpitante, sobrevuela la pregunta elemental: adónde va el amor cuando se acaba.

Este primer conjunto de poemas contiene, además, uno, Ciudad sin alma, en el que la autora critica acerbamente a una ciudad —se supone Asunción— que ha perdido su antigua identidad de apacible, amigable, querible, para dar paso a la polución visual, sonora y moral. Y luego emerge el poema Ojos glaucos, cruzando entre la reminiscencia plena de imágenes rotundas:

Tengo estigmas candentes

de pasiones que fueron desvelos que esculpieron

mi historia en los espejos.

Y en mis labios perduran hogueras escarlata

que dejaron la huella de besos insurrectos.

A este primer grupo pertenece el poema que da título al libro, Algo llamado vida, en el que el sentido de la existencia es una cuestión crucial, como en todo poeta: “Y ese torrente mágico / remonta nuestras horas con su caudal etéreo…”.

Ascender madrugadas es el título del segundo conjunto de poemas. El mismo se abre con una llamada a su condición de heraldo de su estirpe familiar. Esto nos remonta a su trilogía novelística titulada Adagio contra el olvido.

Traigo la Cruz del Sur sobre la frente

como un estigma de magia y remembranzas.

En esta segunda parte se conjugan la nostalgia de un pasado casi mítico y las añoranzas amorosas doradas en un erotismo flotante, encendida en la memoria.

Resplandor de memorias se titula el tercer elenco poético del libro. Y otra vez aflora aquí la añoranza, como un trazado a lo largo de la exposición literaria de la autora:

Memorias que aún retienen entre sus ramas álgidas

opalinos milagros que me encienden la sangre…

María Eugenia agrupa otros poemas en el cuarto capítulo titulado Desmenuzando olvidos y apunta a exponer la vida como una interminable sucesión de cierres y aperturas, de finales y comienzos. Para ello utiliza una voz lírica de fina textura, como en el poema titulado Rapsodia.

Poemario Algo llamado vida, de María Eugenia Garay.
Poemario Algo llamado vida, de María Eugenia Garay.

En El silencioso telar del destino, nombre de la quinta serie de poemas del libro, asoma con mayor fuerza la interrogante sobre eso que llamamos destino y su supuesta inexorabilidad. Una esgrima dialéctica como la que se ha planteado siempre el ser humano.

Cielo del sur es otro de los subtítulos señaléticos del poemario de María Eugenia. En esta sección existe un fuerte predominio de la poesía amorosa ceñida en un erotismo vivo que no llega a ser una llama vigorosa, sino un tenue velo luminoso, casi candoroso. No es hoguera fragorosa; es lámpara sutil.

Ese universo mágico

que hoy refleja en tus ojos

tanta siembra de estrellas

que pueblan desde siempre

la arena florecida de mis playas.

El libro se cierra con un subtítulo plenamente indicativo: Lugar fuera del tiempo. Es el momento, en el cierre, cuando María Eugenia expone su rebelión ante eso que llaman destino y nos indica el camino:

Reescribir cada día

Lo que habrá de suceder en nuestra vida…

Un nuevo libro de María Eugenia Garay es siempre bienvenido. Esta vez nos despliega su poesía en una lírica refinada, fragante de erotismo, reflexión filosófica e inquietudes vitales, de esas que estarán presentes in aeternum en el ser humano que busca trascender más allá del pertinaz presente.

nerifarina@gmail.com

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