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En medio de aplausos y una emoción a flor de piel, en la tarde del martes 3 de diciembre, el Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco aprobó la candidatura de la “Guarania, sonido del alma paraguaya”. Este género musical integra ahora la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
“No todas las veces o difícilmente se alcanza un logro, como en este caso, que durante 15 años hemos hecho los esfuerzos para que la guarania fuera declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad. Hubo períodos en los que se avanzó y otros periodos de estancamiento en los que no se abrían las puertas”, señala Antonio V. Pecci, periodista y miembro del Ateneo Cultural José Asunción Flores.
Añade que finalmente con el apoyo de la Secretaría Nacional de Cultura y luego del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), junto con Alcibiades González Delvalle aportaron un documento fundamental, que es la recopilación de las memorias de José Asunción Flores.
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“Demostraban de manera fehaciente que la guarania había nacido en Paraguay, y con una cosa rara: se conocía quién era su creador; porque –por lo general– no se sabe quiénes son los creadores de los ritmos musicales”, destaca.
Pecci sostiene que ahora el desafío es poder llegar a las franjas más jóvenes y a distintas ciudades del interior: “De modo que la guarania tenga su plena vigencia y transmita su legado de belleza, su legado de hermandad y de esperanza”.
Las motivaciones del creador
Comenta que Flores creó este género musical “basado en el sufrimiento y en las alegrías de su pueblo; se nutre su música de esos componentes que siguen siendo necesarios, porque todos necesitamos de una esperanza y de una motivación para hacer algo por nuestra vida y también por nuestro país”.
Pecci recuerda que este largo camino hasta el reconocimiento de la Unesco comenzó en 2009, cuando Gilberto Rivarola, uno de los principales difusores del legado de Flores, fue hasta la oficina del Comité Paraguayo de Cooperación con Unesco, que funcionaba en el MEC.
A partir de allí surgió el proyecto de ley para reconocer a la guarania como Patrimonio Cultural del Paraguay, buscando cumplir con uno de los primeros requisitos de la Unesco, que es el reconocimiento en el propio país. La legislación fue sancionada en el 2010 y promulgada por el entonces presidente de la República Fernando Lugo: “Ya se dieron los primeros pasos de apertura ante la Unesco, de aviso que se estaba preparando este trabajo”.
Tras unos años de pausa, el proceso se retomó hacia 2019 con la creación de la Comisión de Patrimonio Inmaterial de la Secretaría Nacional de Cultura. “Treinta personas, más o menos, conformamos esta comisión y trabajamos más o menos dos años para armar la carpeta que fue presentada en marzo de 2023 en la sede de la Unesco, en París (Francia)”, recuerda.
Otro de los pasos fundamentales para este reconocimiento fue la “Semana de la Guarania”, una iniciativa que comenzó en el 2015 y a la que se fueron sumando diversas entidades y artistas, a fin de extender la celebración del Día de la Guarania que se conmemora el 27 de agosto. Recordó que este año, en su décima edición, tuvo un alcance de casi 10.000 personas.
“Eso fue dándole fuerza y vigor a esta campaña, para que no decayera, porque requiere de mucho esfuerzo”, añade.
Un reconocimiento póstumo
Francisco Flores es uno de los siete nietos de José Asunción Flores y estuvo presente en la Conmebol, donde se llevó a cabo la reunión de la Unesco, para celebrar el reconocimiento de la guarania. “Estamos muy felices, muy orgullosos y agradecidos por todas esas personas que trabajaron para que se declare a la guarania como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Yo sé que trabajaron a puro pulmón, sé que algunos pagaban pasajes de su bolsillo; me consta, porque hablé y conozco a muchos de ellos”, expresa.
Destaca, además, el apoyo del Gobierno para alcanzar este reconocimiento, al que consideró como un premio para su abuelo, “por más que ya no esté más en la tierra”.
“Fue tantas veces marginado de su propia patria; él se tuvo que ir a otro país, que le recibió muy bien, y componer. Igualmente, él seguía componiendo la guarania para su pueblo, para el pueblo paraguayo”, agrega.
El hijo de Francisco Flores Bogado, hijo del maestro José Asunción Flores y Catalina Bogado, recuerda que su abuelo “adoraba a los campesinos y a los indios”, lo que dio origen a dos guaranias emblemáticas como “Ñemity”, dedicada a los que trabajan la tierra, con letra de Carlos Federico Abente; e “India”, con letra de Manuel Ortiz Guerrero.
Las anécdotas de su abuelo
“Según mi abuela (Catalina Bogado), demasiado rápido nomás se fue don Manú o si no ellos iban a hacer 100, 200 o 300 guaranias. Pero con todo lo que hicieron, hasta donde llegamos es extraordinario”, subraya.
Francisco comenta que desde adolescente se interesó por conocer las historias acerca de su abuelo y comenzó a comprar libros, sumando a las anécdotas que le contaba su abuela, quien vivió hasta los 103 años.
“Ella contaba muchas anécdotas; por ejemplo, que había días en los que él se encerraba entre 10 y 12 horas en la habitación para componer. Solamente le pedía kumanda kambýre y, por supuesto, su mate. O si no, su cocido negro con coco”, detalla.
“Le decía ‘Catali, por favor que nadie me moleste, para nadie no estoy’. Y la única persona que podía entrar a la hora que se le antoje era don Manuel Ortiz Guerrero. A él no le decía nada”, añade.
Comenta, además, que su abuela le decía que pensaba que iban a salir enseguida, pero seguían “otras tres, cuatro, cinco horas y salían todos abombados ‘tenemos hambre, tenemos hambre’, decían la salir”.
Su exilio en Buenos Aires
El nieto de Flores también recuerda el sufrimiento de su abuelo por no poder volver de su exilio en Buenos Aires a Paraguay, debido a la dictadura de Alfredo Stroessner. “Prácticamente era imposible, porque si él venía, iba a quedar arrestado”.
Francisco comenta que actualmente todos los nietos de Flores residen en Paraguay, que son cuatro, y tiene tres primos por parte de su tía Olga Flores.
Sostiene que tanto es el orgullo que siente por el legado de su abuelo, que a su hijo lo llamó José Asunción Flores.
malonso@abc.com.py