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A medida que diciembre se acerca, las principales capitales del mundo comienzan a prepararse para recibir la mágica temporada navideña. Cada año, estas ciudades despliegan sus encantos para atraer tanto a locales como a turistas, llenando las calles de luces, colores y aromas festivos.
Rockefeller Center, majestuoso
El árbol de Navidad del Rockefeller Center es todo un símbolo invernal en Nueva York. Llega a la ciudad para marcar el inicio de la temporada navideña y convoca cada año a miles de turistas y residentes para disfrutar de su majestuosidad. Este año, la pícea de Noruega, como se llama esta especie conífera de la familia de las pináceas colocada ya en el centro de Manhattan, tendrá su ceremonia oficial de alumbrado el próximo 4 de diciembre, reporta EFE.
El árbol, de unos 67 años y 22,5 metros de altura, estará rodeado por ocho kilómetros de cables luminosos con más de 50.000 bombillas led multicolores y coronado por tres millones de brillantes cristales Swaroski con forma de estrella. Es el primer árbol de Navidad del Rockefeller Center que proviene de Massachussetts desde 1959 y permanecerá en el centro de Manhattan hasta mediados de enero.
Entre los árboles navideños más impresionantes también emerge el de San Petersburgo, una de las ciudades con los más hermosos palacios y catedrales.
En París, los Champs-Élysées se transforman en un auténtico cuento de hadas. La famosa avenida con sus iluminaciones y mercados navideños ofrecen delicias gastronómicas típicas francesas en un entorno glamoroso complementado con las vidrieras de las más destacadas marcas de moda.
La oficina de Papá Noel y los mercadillos
Rovaniemi, en Finlandia, es la ciudad natal de Papá Noel. Cada año se destaca por un parque temático. Renos, trineos mágicos, actores vestidos de duendes y la oficina de “correos” de Santa Claus también se alistan para celebrar el mes más festivo del año.
Por su parte, Londres presenta tradicionalmente espléndidas decoraciones en Oxford Street y Regent Street con sus monumentales ángeles. En Nüremberg, en Alemania, la festividad se vive como en un cuento junto a su antiguo mercado navideño, de unos 390 años. Es un atractivo irresistible el Christkindlesmarkt, que ofrece cada año una variedad de artesanías y gastronomía, incluyendo el famoso vino caliente y los dulces tradicionales.
En Madrid, el Mercadillo de la Plaza Mayor traerá a la vida el espíritu español con productos locales y ambientación única, creando una atmósfera acogedora y festiva. Entre tanto, en Japón, el árbol del barrio de Shibuya en Tokio, sorprenderá con su mezcla de tradición y tecnología.
