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La hidratación es importante todo el año, pero es crucial en la temporada de primavera-verano. ¿Por qué? Durante la primavera y el verano, el cuerpo aumenta sus esfuerzos para regular la temperatura interna, lo que se traduce en un incremento de la transpiración. El sudor es el principal mecanismo del cuerpo para enfriarse, pero esto también significa que perdemos agua y electrolitos esenciales.
La deshidratación puede conducir a síntomas como la fatiga, mareos, confusión y, en casos graves, golpe de calor.
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Una buena hidratación, además, trae consigo numerosos beneficios para la salud, el bienestar y la belleza. Uno de estos beneficios es el mantenimiento de la función fisiológica, ya que el agua es esencial para la digestión, la circulación y el transporte de nutrientes. Además, ayuda en la regulación de la temperatura corporal, pues un cuerpo bien hidratado enfría más eficientemente.
La deshidratación puede reducir significativamente la capacidad de realizar ejercicios o actividades físicas prolongadas por lo que consumir agua tiene directa relación con el aumento del rendimiento físico. Además, el agua también es importante para la salud de la piel. Este es el órgano más grande del cuerpo humano y requiere una atención adecuada para conservar su elasticidad, brillo y salud general.
Para una piel saludable y radiante, la correcta hidratación reduce la aparición de arrugas y líneas finas. Además, promueve la regeneración celular, clave para mantener una piel sana y joven. Al beber suficiente agua, el cuerpo puede eliminar toxinas eficientemente, lo que ayuda a prevenir problemas como el acné y otros trastornos de la piel.
Aplicar cremas hidratantes de calidad ayuda a retener la humedad en la piel. Busque productos que contengan ingredientes humectantes como ácido hialurónico, glicerina o aloe vera, ya que son eficaces para mantener la hidratación de la piel.
Cuánta agua deberíamos beber
Entender la relevancia del agua y seguir buenos hábitos de hidratación pueden mejorar la calidad de vida y permitir disfrutar plenamente de la temporada.
Aunque el requerimiento de agua varía de persona a persona, una guía general es el consumo de aproximadamente 2 litros de agua al día para adultos. Sin embargo, durante periodos de calor intenso o actividad física, este requerimiento puede aumentar. Escuchar al cuerpo y beber cuando se tenga sed es vital, pero también es importante anticiparse a la sed, especialmente bajo el sol.
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En actividades físicas intensas, es necesario considerar bebidas que repongan los electrolitos, no solo agua. También se recomienda utilizar ropa ligera y de colores claros para minimizar la retención de calor. Además de la hidratación, protegerse del sol con sombreros, gafas y protector solar es fundamental, ya que la exposición al sol puede deshidratar la piel.
Consejos para mantenerse hidratado
Mantenerse hidratado aporta beneficios duraderos para la salud y la belleza. Estos incluyen una piel más luminosa, una mejor digestión, mayor energía, y una mayor eficiencia cognitiva. Además, previene problemas de salud crónicos como enfermedades renales y articulares.
Con los hábitos correctos, alcanzar un equilibrio hídrico saludable es simple y sostenible. Adoptar estas prácticas no solo mejora la apariencia, sino que también apoya un estado de bienestar óptimo, promoviendo un estilo de vida sano y equilibrado.
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Beber agua suficiente es la base para una correcta hidratación, pero no debemos olvidar consumir alimentos hidratantes, como frutas con alto contenido de agua, como el melón, la sandía, naranjas y frutillas, entre otras, y verduras como el pepino, lechuga, apio.
Otra técnica es llevar siempre una botella reutilizable de agua, ya que mantener una botella cerca incitaría a beber más regularmente que si no la tuviéramos al alcance.
También se recomienda evitar el alcohol y la cafeína en exceso, pues ambas sustancias pueden tener un efecto diurético. Si decide consumirlos, compense con una ingesta adicional de agua. Por último, no espere a tener sed; trate de beber pequeñas cantidades regularmente.