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La “dunkorexia” es una práctica que afecta principalmente a jóvenes en edad universitaria y puede tener consecuencias graves para la salud física y mental de quienes la practican. Este término proviene del inglés drunk –estar bebido– y por el sufijo orexia –apetito–.
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Desde el punto de vista de la salud, la “drunkorexia” presenta múltiples riesgos, refiere la nutricionista Carolina Sosky. La misma refiere que en primer lugar, la restricción de alimentos en combinación con el consumo de alcohol puede llevar a una deficiencia de nutrientes esenciales, lo que puede tener un impacto negativo en el sistema inmunológico, la función cognitiva y la salud ósea, entre otros aspectos.
Además dice que el alcohol en sí mismo es una sustancia tóxica para el cuerpo, y su consumo excesivo puede provocar daños en el hígado, el cerebro y otros órganos vitales. Por otro lado, la “drunkorexia” también puede tener consecuencias graves para la salud mental de quienes la practican.
“La combinación de restricción alimentaria y consumo de alcohol puede desencadenar trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia o la bulimia, así como problemas de ansiedad, depresión y trastornos de la personalidad. Además, el consumo de alcohol en exceso puede aumentar el riesgo de comportamientos de riesgo, como la violencia, el suicidio o la conducta sexual de riesgo”, explica Sosky.
Alertas
Es fundamental que los profesionales de la salud estén alertas ante la presencia de la “drunkorexia”, especialmente en aquellos jóvenes que presenten síntomas de desorden alimentario o abuso de alcohol. Es importante abordar esta problemática desde una perspectiva multidisciplinaria, que incluya la intervención de nutricionistas, psicólogos y otros especialistas en salud mental.
La prevención de la “drunkorexia” también es clave, y debe incluir la educación sobre los riesgos asociados con el consumo excesivo de alcohol y la importancia de mantener una alimentación equilibrada y saludable. Es fundamental concienciar a la población, especialmente a los jóvenes, sobre los peligros de este tipo de prácticas y promover hábitos de vida saludables que favorezcan el bienestar físico y mental.
Hay signos de creencias o comportamientos de drunkorexia, sin embargo, es importante tener en cuenta que muchos de ellos son aceptados como comunes por muchos, especialmente si un individuo está en la universidad. A pesar de la afirmación de que beber en la universidad es una diversión “inofensiva” y “juvenil”, las investigaciones indican que las conductas problemáticas con el alcohol que ocurren en la universidad probablemente conduzcan a problemas de uso de sustancias de por vida.
Algunos signos físicos pueden incluir:
- Ganar/perder peso notablemente en un corto período.
- Círculos oscuros debajo de los ojos.
- Sistema inmunológico deteriorado
- Piel amarillenta
- Cabello adelgazado
- Problemas gastrointestinales
- Envenenamiento por alcohol
¿Qué le hace la borrachera al cuerpo?
No debería sorprender que la participación en conductas de trastorno alimentario y el consumo excesivo de alcohol a largo plazo pueda causar daños graves al cuerpo. Algunas consecuencias a largo plazo de las conductas de drunkorexia pueden incluir:
Envenenamiento por alcohol: Daño cerebral, enfermedad del hígado, osteoporosis, daño gastrointestinal, problemas cardiacos, actividad sexual no deseada, deterioro de la memoria, deficiencia vitamínica y dificultad para mantener su carrera/relaciones
“Es un fenómeno preocupante que combina el consumo excesivo de alcohol con comportamientos relacionados con la alimentación, y que puede tener graves consecuencias para la salud de quienes la practican. Es fundamental que los profesionales de la salud estén alerta ante esta problemática y trabajen en su prevención y tratamiento para garantizar el bienestar de la población”, finaliza.