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Los creativos alumnos Oliver Acosta Fernández (20) y Sandra Milagros Orrego Santa Cruz (20) son alumnos de la institución Luis Braille, donde con mucha dedicación aprendieron fundamentos de la robótica y en poco tiempo se destacaron en ello.
Empezaron su camino en la robótica no hace más de un año, y ya participaron en exhibiciones y campeonatos en Capiatá, Arroyos y Esteros, Villeta y Encarnación. En cada ocasión recibieron medallas y trofeos y la admiración de los espectadores, pues Oliver es no vidente y Sandra tiene visión reducida.
Ya construyeron diferentes tipos de artefactos, como un robot araña, robot cepillo, robot pintor, robot mamo y más. “Lo que más me gustó de la robótica es que ayuda como un incentivo”, dice Sandra y destaca el trabajo en equipo que se logra entre ambos, ya que, a pesar de ser muy diferentes, trabajan juntos. “Nos llevamos muy bien. Y esto es lo que nos enseña la robótica, que aunque tengamos diferentes discapacidades, podemos trabajar en equipo”, menciona.
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Oliver es un alumno fundador de la escuela, comenta su orgullosa mamá, quien relata que ya hace 15 años tienen contacto con la escuela Luis Braille. “La robótica empezó con un profesor que quiso hacer una experiencia con un chico con discapacidad visual, ceguera total. Y acá la directora le dio una opción más, y pudo hacer también con una persona con discapacidad de baja visión. Y yo creo que hasta el profesor se sorprendió porque el equipo fue un éxito total”, manifiesta, y añade que ellos se ayudan muchísimo, pues Sandra puede ver un poco y puede mostrar cómo trabaja el robot, mientras que Oliver explica qué funciones tiene y qué materiales lleva. “Se sorprendieron todos, porque ellos son los primeros innovadores en robótica inclusiva. Creo que los primeros y únicos, y a donde van se les aplaude, ya que estas competencias no son solamente para personas con discapacidad, son para todos, ellos compitieron a la par con el grupo que les corresponde”, añade.
El proceso incluye desarrollar una idea, que luego llevan a cabo con el profesor y después estudian el funcionamiento para poder explicar su utilidad. “Ellos no ganaron por pobrecitos ni porque tienen discapacidad. Ellos ganaron por méritos propios”, explica.
No videntes en el patinaje
Oliver comenta que anteriormente ya fue a Colombia a representar a Paraguay, pero como patinador, específicamente el primer patinador no vidente. Practica regularmente en la Secretaría de Deportes y es algo que le encanta. “A las autoridades les pedimos apoyo económico para nuestro viaje hasta Cartagena. Santiago Peña en su discurso prometió que él iba a ayudar a las personas con discapacidad, y ojalá se nos ayude para esto”, reclama el joven.
La madre de Sandra acompañará también a su hija en la competencia, y está muy ansiosa porque van a salir del país por primera vez.
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Ambos estudiantes coinciden en que quieren entusiasmar a la gente a que se animen a probar el estudio de la robótica, que sigan su pasos, ya que es una materia muy importante y que, sobre todo, puede ayudar muchísimo a las personas con discapacidad. “¿Qué pasa si nosotros nos enfermamos? ¿Quién nos puede ayudar? El robot. Es superimportante. Nosotros no podemos hacer cosas pesadas; el robot nos va a ayudar en todo”, reflexiona Sandra y agrega que, en un futuro, piensan crear un bastón que dependa del robot.
El apoyo, un pilar fundamental
Ambas madres coinciden en la importancia del apoyo a los hijos en este tipo de actividades, además de destacar que esta amistad entre sus hijos las llevó a acercarse mucho a ellas también y así formaron una importante red de apoyo. “Esto no fue fácil para nosotros; sufrimos mucho, ellos sufrieron muchísimo bullying, y hay muchas cosas que no podemos dejar en manos de otra persona. Quien tiene ceguera total depende siempre de otro”.
La directora de la escuela, María Silvia Salcedo, es una profesional que se dedica a la Educación Especial hace 28 años. “Qué bueno sería que todas las escuelas públicas tengan esta área de robótica, porque les enseña todas las habilidades cognitivas sociales. Estos jóvenes están abriendo una puerta para los demás compañeros”, afirma.
En la escuela trabajan con los chicos todas las habilidades necesarias para lograr una vida lo más autónoma e independiente posible y agradece la posibilidad de poder incluir la robótica entre las áreas de estudio, ya que muy pronto comenzaron a ver resultados en los alumnos.
El evento tendrá lugar del 7 al 12 de mayo en la ciudad colombiana de Cartagena y los protagonistas están con muchísimas ganas de participar, pero aún no consiguen todos los fondos necesarios para realizarlo, por lo que apelan a la ayuda de la ciudadanía.
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