Cargando...
Alejandro Fernández creció bajo el abrazo de la cultura mexicana. Su padre, Vicente Fernández, fallecido en 2021, fue uno de los grande exponentes y encargados de hacer que la cultura “charra” emerja hasta llegar al “mainstream”. Alejandro, uno de sus hijos, supo tomar esta herencia pero, sobre todo, darle ese toque que lo diferenciaría de la figura paterna.
“El Potrillo”, apodo que recibió el músico, desde pequeño demostró sus dotes como cantante y actor. Pero fue en 1992 cuando debuta profesionalmente como solista, con un álbum homónimo. Su segundo trabajo fue “Piel de niña”, al que le siguió un trabajo recopilatorio de éxitos clásicos.
En 1997 llega su gran apertura al mercado pop con “Me estoy enamorando”, con la producción de Emilio Estefan y Kike Santander, empezando a marcar un camino de romance entre las baladas y los boleros. Así Fernández con sus posteriores producciones, que a hoy totaliza más de una veintena de discos entre trabajos de estudio y recopilatorios, ha ido saltando del pop al mariachi sin vértigo, incluso realizando fusiones que, según él mismo afirma, fueron criticadas primeramente por su propio padre.
En esta entrevista, Alejandro habla de su necesidad de hacer lo que le dicta el corazón y sin miedos, ya que para él la diversión está en saber aliarse con voces de los más diversos estilos no solo para disfrutar con el público sino para aprender. Además, reconoció que el tiempo de pandemia le sirvió para mirar hacia adentro y volver con ganas renovadas para aprovechar de este regreso a las grandes giras, ya sin restricciones.
-¡Hola Alejandro! Volvés a Paraguay luego de mucho tiempo y además después de un contexto que nos atravesó a todos ¿Cómo vivís este regreso?
-Estoy encantado de regresar a Paraguay luego de ocho años. Aquella vez fui con el disco “Confidencias”, recuerdo que me fue espectacular y me quedé muy emocionado. Justamente teníamos programada la nueva gira desde hace dos años en toda Latinoamérica y España y desgraciadamente pasó lo de la pandemia que, como dices, fue un momento diferente, atípico. Al retomar todo me fue muy bien, no me puedo quejar, pero también fue como raro porque regresábamos a los escenarios a medias. Ahorita que estamos a full le rogamos a Dios que así siga todo para poder emprender vuelo y llegar a Estados Unidos, México, Centroamérica, Sudamérica y España., además a algunas plazas que ya se estaban abriendo como Inglaterra y Francia, donde vamos a hacer nuestras primeras presentaciones.
Pero la verdad es que también durante la pandemia tuve un momento de introspección, de echarme un clavado dentro de mí, ver qué estaba fallando, me dediqué mucho tiempo a mí mismo, me puse a hacer ejercicio, dieta, aproveché para estar con mi familia, entonces fueron momentos raros, difíciles, pero en lo personal me sirvió mucho. Así que después de todo esto estoy súper emocionado por volver a Paraguay. Feliz y poder llevar esto que tenemos desde hace dos años en el garage que es el disco “Hecho en México”.
-Me quedo con eso que dijiste, de que fue un tiempo para mirar hacia adentro, algo que esta vida constantemente ajetreada no nos da tiempo de hacer.
-Claro, traíamos un ritmo de vida donde las prisas no te dejaban voltear más atrás, estabas siempre como sin darte esas pausas que a veces son necesarias aunque vayas bien, porque puedes tener esas pausas para corregir ciertas cosas. Pero bueno, igualmente desde chiquito así me acostumbraron en mi casa, a trabajar y estar duro y a darle al trabajo sin voltear. Gracias a Dios se pudo solucionar lo de la pandemia y pudimos salir adelante, pero sí nos costó mucho trabajo y a muchos nos sirvió en otros aspectos para crecer, por ejemplo en lo personal, espiritual, familiar y todo.
-Como decías ya querías presentar esta gira donde traes un nuevo álbum. Allí rendís con énfasis un homenaje a la tradición, a la música de tu país ¿Qué nos enseña ese perdurar de tradiciones?
-Son esas tradiciones y la cultura lo que hacen a un país, entonces nosotros, por ejemplo, estamos muy arraigados a la cultura del mariachi, la cultura musical como también la cultura culinaria. Yo creo que cada país tiene sus íconos y sus puntos importantes en cada uno de esos ámbitos. En mi caso, el compromiso que cargo en el hombro de llevar el apellido de mi padre pues me ha hecho co-responsable de llevar la música mexicana a cualquier parte donde se me abra una ventana, un espacio.
-De todos modos, siempre mostras una amalgama de estilos dentro del pop latino, todo atravesado por el folclore de tu país y te han criticado por eso.
-Totalmente. Para empezar, el número uno que tenía en contra de todo esto era mi propio padre, o sea él no entendía porqué si me estaba yendo tan bien en la música mexicana me quería mover al pop. Pero había pasado un fenómeno muy raro, que yo tuve al inicio mi éxito más fuerte con “Como quien pierde una estrella” (canción regional mexicana del álbum “Que seas muy feliz” de 1995). Poder lograr tener otro éxito como ese para mí iba a ser un reto, entonces quise darle la vuelta a la jugada y poder hacer que el público no espere otro hit de música mexicana como ese. Por esos tiempos tuve la oportunidad de trabajar con un productor como Emilio Etefan, con quien tuvimos la chance de poder conectar y juntarnos para proyectar cómo íbamos a darl ese hilo conductor para quedar en una línea entre el folclore mexicano y sumarle algo que pudiera sonar más fresco y que a nivel internacional tuviera un gancho, que sonara diferente. Creo que dimos un golazo sacando ese disco “Entre tus brazos” (2000), uno de los más vendidos en mi carrera.
-Claro, tuviste una buena intuición a la hora de aliarte con dicho productor.
-Totalmente. Es que yo creo al final lo que importa es tu estilo propio y ver con quién puedes llevar bien una colaboración ya sea de producción o de canto. Incluso hay veces que si algo no pega o es algo totalmente diferente, eso también puede ser mercadológicamente un buen truco.
-Además a lo largo de tu carrera supiste unirte a nombres diversos, desde Julio Iglesias, pasando por Beyonce a Nelly Furtado, por citar algunos, donde se produce como un choque de culturas ¿Qué aprendes de todo esto?
-Eso es lo más espectacular. Para mí ha sido de lo más interesante porque justamente cuando hay ese choque de culturas es cuando salen cosas nuevas. Es padrísimo, se me hace increíble tener ese cruce musical para poder crear música nueva. Se me hace súper interesante y siempre me voy por esas líneas explorando y aprendiendo de los demás.
-Uno tiene que estar abierto a estas colaboraciones.
-Claro. Obviamente estar abierto y aguantar la crítica, porque el mariachi, sobre todo, es tradicionalista, es demasiado. Entonces los charros puristas ven cualquier cambio en la cultura charra, en el traje charro, en la música y se les ponen los pelos de punta. Son los primeros que empiezan a atacar porque quieren defender mucho lo natural del folclore. Pero bueno todo mundo sabe y reconoce la música mexicana a nivel mundial, conocen y gustan de ella. Pero el punto es que no hay un cantante reconocido que pueda figurar con ella. Mi padre lo hizo en su momento, los ídolos de la música mexicana, pero nosotros en esta época estamos abriendo nuevos caminos para ver qué va saliendo de todo esto.
-Tu trayectoria profesional viene desde inicios de los 90, atravesando diferentes épocas. Hoy estamos en esta era totalmente digital ¿Cómo te llevas con eso?
-Súper bien. Tuve como dos o tres presentaciones por streaming durante la pandemia. Obviamente no es lo mismo, pero cuando pasó esta cuarentena ni con mis hijos que son súper musicales nos juntamos a hacer algo. Descansé un poco de cantar, pero como te decía antes me desconecté de todo y me ayudó muchísimo. Pero sobre la pregunta, internet tiene buenas herramientas que uno puede aprovechar en esta era. A mí se me hace increíble, es una herramienta muy buena y estás al día en contacto directo con tu público.
-Y revisando tu carrera, veo que estás en constante cambio de búsqueda musical.
-Claro, hay un renacimiento siempre. Hay que reinventarse constantemente. Hay algo dentro de mí que quiere siempre buscar algo nuevo y protagonizar, sacar algo diferente a lo que todo el mundo saca pues para llamar la atención, que guste, que no sea del montón.
-Alejandro, muchísimas gracias y esperamos tu regreso a Paraguay.
-¡Gracias a ti! Un saludo muy grande a todo Paraguay y allá los veo este 27 de febrero. Vamos a estar en el SND Arena de Asunción Paraguay. Los boletos ya están en venta. Vayan con mucha actitud y muchas ganas de divertirse, cantar y llevarse una noche muy divertida de música mexicana.
Sepa más:
Entradas en venta a través de Ticketea.