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La mezcla de la altura que dota el patín con el centelleo de la indumentaria que visten es un factor común entre las chicas cuando responden qué es lo que en un principio les atrajo de este deporte. Es que el glamour está más que presente en el patinaje artístico, coinciden las cuatro patinadoras paraguayas medallistas en el Panamericano realizado entre agosto y septiembre en Cancún, México.
Georgina Sosa Trigo (19) estudia Derecho y ya lleva diez años practicando este deporte que le apasiona y le permitió hacer muchísimas amigas, tanto en el CIT –club en el que trabaja su técnica– como en otras academias. A esto se suman las competencias de las que viene tomando parte también hace mucho. El Panamericano no fue su primera competencia internacional.
Compitió en Solo Dance, categoría avanzada Senior, y se llevó el segundo puesto. Relata que le gusta mucho poder viajar con sus amigas y compañeras de práctica, quienes también compitieron en sus respectivas categorías. “Me encanta la adrenalina que se genera antes de competir, esos nervios que una vez que terminás de hacer tu coreo, y te sale como esperabas, hacen que sientas una gran satisfacción”, afirma.
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Este deporte exige mucha disciplina, pero ella repartía su tiempo entre otros deportes como el tenis, natación y además ballet, pero se quedó con el patinaje y confiesa que quedó flechada en primer lugar con los brillos: “Al principio era solo un hobbie”, recuerda, pero luego se fue metiendo cada vez más y fue queriendo avanzar y cumplir ciertas metas.
Brillando desde pequeña con patines
Sarita Bogado Amarilla (13), por su parte, comenzó su camino sobre ruedas a la temprana edad de 5 años. Esta no es la primera vez que va al exterior a competir; cuenta que a los nueve fue su primera experiencia, pero esta es la primera vez que viaja sin sus padres, por lo que la presión fue mayor y se apoyó bastante en sus compañeras, comenta.
También hacía equitación y natación cuando empezó en el deporte, y relata que fue realmente difícil tener que elegir entre su caballo y los patines cuando llegó el momento, pero hoy está feliz de haber tomado este camino, pues el patinaje le llena de satisfacciones. Recuerda que la primera vez que vio un show de patinaje se sintió sobrepasada por los trajes con brillos y piedras de colores, y no dudó en decirle a su mamá que aquello le interesaba sobremanera.
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Con la energía que caracteriza a los jóvenes, Sarita afirma que combinar entrenamiento y estudios en el colegio “es sacrificado, pero se puede hacer”. En cada práctica tiene que dar todo: tiempo y concentración son fundamentales, dice, así para cuando llega el momento de la competencia poder simplemente soltarse a disfrutar.
Explica que Free Dance y Solo Dance son las pruebas que deben realizar en la competencia. “Solo Dance consta de un diagrama de pasos específicos que están en el reglamento de la World Skate y hay pasos aún más específicos en los que los jueces se fijan más a la hora de puntuar”. En el Panamericano compitió con chicas de EE.UU., Brasil, Colombia, México, Bolivia, Argentina y trajo el tercer puesto en Solo Dance.
Patinaje: libertad en movimiento
Hannah Süllow Zillich (14) asegura que es realmente sacrificado compaginar el deporte con los estudios, y cuenta que trata todos los días de estudiar antes de dormir, incluso a veces hasta ya adelanta sus tareas en sus recreos para que no se le acumulen, pues sabe que luego pasará muchas horas en la pista perfeccionando sus movimientos y repasando las coreografías.
Ya hace diez años que entrena en este deporte. Antes hacía gimnasia artística, lo cual le dio una excelente base. Por casualidad asistió a una competencia de patinaje en Ciudad del Este y vio a una niña ganar una medalla, entonces dijo en su interior que ella también quería ganar medallas. Fue así como insistió en que la dejaran practicar. “Me encanta ver los trajes. Cada uno va con la personalidad y con el carácter de la coreografía”, recalca.
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Una de las cosas que más rescata es ver su evolución desde el momento en que empezó hasta ahora. “A veces, cuando me pongo triste porque algo no me sale, veo cómo antes no me salía nada y enseguida me siento mejor. Cuando patino me siento libre”. Comenta que suele también nutrirse mirando videos en YouTube, inclusive de patinaje artístico, algo que la inspira muchísimo, y además asiste a todas las competencias que puede. Este año no se perdió de ir a los juegos de Odesur y notó que hoy en día la velocidad es un factor clave para salir en los primeros puestos. En cuanto al Panamericano en Cancún cuenta que, en esta ocasión y en otras también, ya tuvo la dicha de salir campeona.
Empezó con un regalo de patines
También compañera de prácticas en el CIT, Antonella Arias Ruiz (15) es otra fanática de esta disciplina. Cumplió 9 años en el deporte y comenta que sus comienzos fueron bastante azarosos, pues todo empezó luego de que una amiga le regalara unos patines. Con varias vueltas por su casa sobre ellos sintió libertad y quiso probar una práctica más seria.
Ya van varias competencias en el exterior, confiesa, y agrega que en el Panamericano obtuvo la medalla de oro en Danza Cadete intermedio. Pero es que las horas de dedicación son varias: un promedio de 5 horas diarias para desarrollar la técnica y el acondicionamiento físico se requieren como mínimo, dice. Enfatiza que para el patinaje es fundamental trabajar los músculos del abdomen, para poder mantenerse quietas y estilizadas; también las piernas, pues necesitan fuerza para sostenerse.
Mente y cuerpo enfocados
La profesora María Belén Díaz Soto cuenta que en el Panamericano las cuatro competidoras participaron en las modalidades de Danza, Solo Danza y Free Dance. Explica que en el patinaje artístico existen cuatro modalidades como solistas; tres de las chicas fueron al Panamericano de Clubes y una, Sarita Bogado, al Panamericano de Naciones.
Para ser una patinadora es importante tener una nutricionista, un sicólogo, tener una preparación física adecuada y hacer un buen trabajo técnico. “De siete días, lo ideal es que seis se pueda entrenar”, afirma y agrega que también el ballet y otras disciplinas suman bastante para la modalidad de Solo Dance.