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Las hermanas Criz María Ramírez (28) y Julia Andrea Ramírez (27) son de San Miguel, departamento de Misiones, y practican el ciclismo como deporte. La primera es ingeniera comercial y ocupa el cargo de directora de Catastro de la Municipalidad de su ciudad, pero obtuvo un permiso especial para venir a Asunción durante los juegos. Julia es licenciada en prótesis dental, aunque actualmente está en busca de trabajo, así que vino a la capital sin mayores inconvenientes. Ambas decidieron incorporarse como voluntarias durante los XII Juegos Suramericanos Asunción 2022.
“Nos aventuramos a dejar nuestra ciudad. Nos alojamos en Villa Elisa en la casa de una amiga y desde allí venimos todos los días muy temprano. El sacrificio vale porque es una experiencia única”, afirma Criz al destacar que se trata de un “aprendizaje de supervivencia” en el que aprendieron estando en contacto en primer lugar con delegaciones extranjeras, y disfrutaron cuando sus ídolos deportistas como Renato Prono y Camila Pirelli estuvieron con ellas compartiendo los camerinos.
Ulises Aveiro (19) es vecino de la Secretaría Nacional de Deportes, pues vive en el barrio San Pablo. Decidió incorporarse por primera vez a la labor de voluntariado para “ayudar a que todo salga bien” como una forma de aportar al país y, a la vez, ser protagonista de la fiesta deportiva. Como practica boxeo, deporte que le gusta, disfrutó conociendo a Minerva, la número uno de nuestro país en la disciplina y, por supuesto, también a Paola Ferrari. Incluso, tuvo ocasión de conocer a atletas de otros países, en una experiencia única e inolvidable.
Otra voluntaria es Pamela Gómez (21), estudiante de periodismo en la Universidad Nacional de Asunción, quien se apuntó desde el primer día en una “experiencia única que difícilmente se repetirá en breve en nuestro país”. Para la joven es “verdaderamente emocionante” conocer a nuestros atletas paraguayos como Paola Ferrari y a las figuras internacionales del deporte. El contingente que vino de la universidad es de unos diez que con gusto cumple el sacrificio de llegar a tempranas horas y permanecer hasta altas horas de la noche en la SND.
Del exterior
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También llegaron voluntarios desde el exterior de países como Brasil, Chile, Colombia, Argentina. Fue muy difundido en redes sociales y medios de comunicación el caso de Leide Mara Rodrigues de Sousa (58), quien llegó desde Manaus, la capital del Amazonas en Brasil, para trabajar como voluntaria en los Juegos de Asu2022.
Para llegar hasta Asunción debió realizar en bus un periplo de poco más de 3.800 kilómetros, pero el sacrificio vale la pena, pues está segura de llevarse “nuevos amigos, nuevos conocimientos y nuevas experiencias”.
Rubén Darío Aranda (56) vino desde Resistencia, Chaco Argentino, con otros veinte voluntarios que conforman la Asociación de Participantes de la Academia Olímpica Argentina (Apaoa). El grupo está acostumbrado a participar de grandes eventos deportivos, aunque esta consideran “espectacular” por la amabilidad de los paraguayos y la atención que recibieron. Además de participar del majestuoso acto de inauguración, aprovecharon la estadía para llegar hasta Caacupé, Tobatí y otros lugares.
“Como decimos en Argentina, nos enchamigamos con las comidas paraguayas, el tereré, comida y la hospitalidad de la gente”, confiesa.
El motor de los juegos
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Toda la organización de los juegos recae en la labor de los casi 4.000 voluntarios en total, 3.500 en Asunción y 500 en la subsede de Encarnación. Esta es la cifra seleccionada de una postulación que llegó a 9.624 inscriptos, de acuerdo a datos proporcionados por Miguel Olmedo, jefe de Voluntarios Juegos ASU2022.
Las edades de los voluntarios van desde los 15 hasta 75 años y provienen de los 17 departamentos del país. Además se suman los del exterior que llegaron desde Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Uruguay e Italia. “Tenemos el caso de Ranulfo Portillo Benítez, quien con 70 años se desempeña como voluntario al Servicio del Coordinador de Parque de Sedes Independientes. Don Ranulfo es un representante de tantas personas que han colaborado para el éxito de los
XII Juegos Suramericanos Asunción 2022 donde ha quedado realmente comprobado que el corazón de los Juegos son los voluntarios”, comenta Olmedo.
Explica que las tareas son variadas, pues “implican mucha responsabilidad y preparación, razón por la cual son asignadas conforme al perfil del voluntario. Un ejemplo son los voluntarios de protocolo a quienes vemos en las ceremonias de premiación; ello implica el manejo a la perfección de una rutina, eso está a la vista de todos por las trasmisiones de tevé. Pero existe el trabajo del voluntario que no se ve, por ejemplo, el reparto de agua para hidratación al que se dedican miles de voluntarios o el trabajo de los Voluntarios al Servicio del Espectador, quienes guían y coordinan el acceso del público de forma ordenada a los escenarios deportivos. En el área médica están atentos no solo a los atletas, sino a la salud de todos los presentes en los parques deportivos, o de los voluntarios del área de transporte que se encargan de que los buses con atletas lleguen a la hora indicada a los escenarios deportivos, sean para competencias o para prácticas. Citar todas las tareas de los voluntarios es larga e implica mucha responsabilidad y profesionalismo”.
Sueños y mucho sacrificio
César Palacios, encargado de Comunicación de la Secretaría Nacional de Deportes, resalta la tarea y el profesionalismo con que los voluntarios se dedican a las tareas en las áreas de su interés a las que se incorporaron. “Los voluntarios están en muchas áreas y se les fue ubicando de acuerdo a sus intereses. Por ejemplo, en la Dirección General de Comunicación tenemos diez voluntarios de los cuales siete son estudiantes de periodismo y comunicación, dos son fotógrafos y uno está terminando el colegio”.
Sobre los logros que obtendrán los jóvenes comenta que “en primer lugar la experiencia de ser parte de la fiesta deportiva más importante del continente y que ya se escribe en la historia paraguaya como un evento sumamente importante y gratificante; se les provee de uniforme que los identifica y alegra; todas las alimentaciones, pasajes Jaha, acreditaciones, accesos a los escenarios deportivos”.
Refiere que hay demasiados ejemplos que destacar en esta labor, como muchos padres que tomaron sus vacaciones para estar cerca de sus hijos que compiten, pero no solo del Paraguay, también del exterior. “O la historia de Leide que toda su vida quiso ser voluntaria y ahora cumplió su sueño en Paraguay. Los hermanos Servín que son cuatro atletas, donde sus padres son voluntarios y las hijas medallistas”.
Palacios rescata las expresiones de Alejandro Servín, padre de Jesús, Adol, Leyla y Yennifer Servín, quien afirma que “es un sueño cumplido. Uno quiere que su hijo sea lo que uno no pudo ser y ahora yo hago mía estas medallas como si fuera que yo estoy compitiendo ahí. Es algo único, increíble y difícil de describir. Solo resta agradecerle a Dios por tanta alegría, bendición por lo que mis hijos me dan”.
Nuestros voluntarios de comunicación –enfatiza– justamente se encargan de rescatar historias y en una de esas, Natalia (22), estudiante de Filosofía de la UNA, entró al vestuario luego del partido de básquet de Paraguay, cuando se celebraba la medalla de plata y rescató historias fantásticas que el lunes se hicieron virales.