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Hugo Mastrolorenzo y Agustina Vignau conquistaron en el año 2016 el título de Campeones Mundiales de Tango Escenario. Su puesta final, una emotiva coreografía que iba más allá que solo un baile, de la “Balada para un loco”, les dio ese premio. Pero para llegar a eso hay todo un camino recorrido para ambos de mucho descubrimiento y de definición de lo que buscan lograr con el arte.
De niño Hugo se encontró con la pintura y también con la danza folclórica. No tan pequeña Agustina hizo lo suyo con la danza contemporánea y la actuación. A ambos les conecta, además, el gusto por el folklore, pero en un punto se encontraron con el tango y entre ellos mismos.
“El tango es parte de varios lenguajes que manejamos y que están muy implícitos en la obra Volá”, expresó Mastrolorenzo sobre ese punto de conexión entre ambos. Vignau, por su parte, reveló que lo primero que le “cautivó” del tango fue “el movimiento”. Con el paso del tiempo también se empezó a sentir identificada con la filosofía del tango, “con el modo de sentir, con este como nihilismo, medio depresivo, esa cosa media existencialista que tienen algunas letras”, reconoció.
“Yo creo que empecé medio como un juego, porque era más chico”, dijo Mastrolorenzo. “Pero sí en un momento me sentí identificado con lo que planteaban las letras, las temáticas y todo lo que era la cultura, todo lo que brindaba la poética del tango estaba bastante más cerca de mi realidad o de mi sentir en la adolescencia. Coincido con cierto lugar de la filosofía tanguera que me parece que intentamos poner en nuestras puestas”, expresó.
En ese sentido explicó que “la poética tanguera nos brinda el lugar antagónico al tango for export, entonces poder dejar algo de eso también en el movimiento nos parece esencial. No solo nos atrajo eso, sino poder llevarlo a la danza era una materia pendiente para la danza misma en el amplio concepto de la palabra”, señaló.
Volá…
En esta ocasión ambos llegan con la obra “Volá” que se ha presentado con éxito internacional en ciudades de Europa, Asia y América. “Yo creo que intentamos siempre traerlo un poco al hoy en algún aspecto y resignificar las obras desde algún aspecto”, pensó Hugo sobre bailar las obras clásicas del repertorio tanguero.
Pero, por otro lado, explicó que “también siempre que tomamos una obra no nos basamos literalmente en la letra, entonces en ese resignificar suceden cosas. Además, vemos qué queremos poner en escena. De todas formas creo que el tango siempre ha tratado temas atemporales”, observó.
En ese marco, para ellos también es esencial contar algo a través de lo que están bailando. “Pienso a nivel consumidores de arte, me parece que hay tanta oferta, por ejemplo con esta cuestión de la muerte del cine, diría, por las plataformas, creo que ahí hay una competencia muy grande y uno debe abordar las cosas desde diferentes sentidos. Me parece un desafío crear desde un concepto”, reconoció.
Asimismo, confirmó: “el tango es una expresión de música, danza y poesía, y el lugar social donde se desarrolla son las milongas, pero ese es en un aspecto social donde la gente va a bailar y escuchar, y está todo bien, pero a mí en lo personal me interesa más lo escénico”.
Antes de crear ellos se hacen un montón de preguntas, explicaron también. Recordaron la coreografía de “Balada para un loco”, en la que tienen un par de objetos: una jaula con un globo encerrado adentro. “La balada, si querés es sobre la locura, pero si uno va al símbolo de la jaula ve que a nosotros nos derivó de una pregunta sobre la libertad. Eso nos pasó porque al terminar una actuación nos preguntamos ¿cuán libres somos acá? ¿Estamos haciendo lo que queremos en escena o estamos negociando en cierta parte con lo que quiere ver el espectador?”, planteó.
Un mundo multidisciplinar
Más allá del baile, ambos resaltaron el trabajo también de Alberto Mauri, responsable de la creación del vestuario. “No siempre encontramos la persona adecuada porque está muy instalado el vestuario canónico del tango for export. Alberto Mauri es clave porque fue quien entendió la idea y eso te ahorra un montón de tiempo”, dijo Hugo.
También, al ser una “conjunción de lenguajes”, mencionó Agustina, ellos podían acudir a un vestuarista teatral que entendería la idea y podría resolver de forma estética, pero la danza tiene “ciertas exigencias, sobre todo el tango, hay ciertas cosas que tienen que ser funcional a la danza entonces no es fácil conglomerar esos saberes, que tenga la capacidad de la realización”, sumó.
Llegar volando a Paraguay
Para ellos lograr aterrizar en nuevos territorios con la danza es un viaje en todo sentido, ya que todos los contextos son diferentes. “Precisamente en Sudamérica estamos más emparentados en ciertos sentires”, indicó Hugo a la hora de pensar en cómo son recibidas sus obras en diferentes lugares.
Asimismo, planteó cómo en Paraguay tenemos la polca paraguaya “que es mucho más vivaz y eso se nota”, y el “tango tiene una cosa más densa, más gris, que también se nota”, entonces “la lectura de una danza abrazada a unos pocos kilómetros me parece que cambia, y casi te diría que la matriz de las dos danzas viene del mismo lugar, viene de un abrazo bastante similar pero deriva en lugares distintos”, redondeó.
Sobre las expectativas del encuentro entre el público paraguayo y la obra, Mastrolorenzo dijo que aquí la puesta se podría entender “mucho más profundamente, porque va a haber una lectura muy hermana y humana, porque creo que tiene algo de nosotros como Sudamérica, hay algo muy nuestro, al menos intentamos dejarlo y creo que compartirlo es lo mínimo que podemos hacer”, dijo.
Agus añadió que “los personajes de ‘Balada para un loco’ invitan” a vivir este show, porque “es una reflexión acerca de la libertad llevado a diferentes ámbitos de la vida. En cuanto a sentimiento, aspiración, lo que tiene que ver con los vínculos, es muy emotiva porque toca fibras muy sensibles y me parece un lindo momento para construir entre todos para volar un rato, aunque sea, de este mundo tan cruel”, invitó.
Sepa más
Las entradas al espectáculo cuestan G. 100.000 y se venden a través de Red UTS, en Café Proa (Padre Pucheau 594 e/ Juan de Salazar y España) y se venderán en boletería el día de la función.