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Algunos soñadores unieron esfuerzos para poder llevar a cabo una idea monumental, la del primer museo interactivo de ciencias del Paraguay. Una semilla que se ha sembrado hace ya bastante tiempo.
Dave Peery es norteamericano, tiene 42 años y conoció Paraguay por primera vez hace poco más de dos décadas. Cuando llegó a cumplir un año de viaje misional de repente se dio cuenta de que caminó y conoció a profundidad varias zonas del país y se enamoró de su gente y del potencial de nuestra nación.
Con su esposa Lillie y como parte de la Fundación Peery, proveen capital filantrópico e impulsan inversiones en emprendimientos sociales, tanto en los Estados Unidos como en Paraguay, centrados en la educación y el empoderamiento económico.
Cuenta que en 2018 vino con su esposa y sus 5 hijos al Paraguay por un año y medio y, en charlas con amigos paraguayos, llegaron a una percepción en común: existe una carencia de espacios pensados para la recreación y el aprendizaje.
“Los espacios verdes son limitados y muchas veces en estado de abandono y las familias terminan pasando su tiempo libre en shoppings”. Así, en conversación con Diane Espinoza (propietaria de una librería), Dave le comentó su idea de un museo de ciencias de vanguardia, a lo que ella contestó que ese era un sueño anhelado, tanto suyo como de otros amigos.
Qué es el MuCi
Este pretende ser un espacio interactivo con muestras estables e itinerantes, con un planetario, un anfiteatro, salas de experimentación y espacios de aprendizaje lúdico, con la utilización del juego como principal herramienta para promover la participación activa, la experimentación y el descubrimiento.
Cuentan que solo faltan el impulso ciudadano y los permisos municipales. “El capital para la obra está listo y disponible ni bien estos dos factores se den”.
El museo está pensado para niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, con espacios y muestras adaptadas a cada franja.
La idea es que el MuCi sería uno de los mejores museos de ciencia interactivos de la región, además del tercero en el mundo con la tecnología del planetario con pantalla led curva. “Sumado a esto, su diseño representaría un centro de encuentro natural para que la ciudadanía se vuelva a apropiar de un espacio clave y la infraestructura representaría un sitio de visita obligada para los turistas”.
El recinto y su ubicación
El arquitecto paraguayo Luis Ayala (49), especializado en Italia en obras y proyectos de gran porte, ha diseñado más de 20 instituciones educativas en Paraguay, Estados Unidos, Canadá, Costa Rica y Arabia Saudí. Además, ha sido galardonado con el premio Young Architects Award por el Instituto Americano de Arquitectos, entre varios otros reconocimientos.
Está a cargo de la propuesta basada en la arquitectura vernacular paraguaya kuláta jovái, de una huella construida de 6500 metros cuadrados en varios niveles, en un terreno de 1,6 hectáreas.
Cuenta que la terraza sería un espacio verde abierto caminable, que a la vez funge de techo del museo separando las áreas de exhibiciones permanentes e itinerantes con un gran lobby abierto en el centro.
“En la fachada se prevé un jardín vertical que exhiba especies de la flora nacional, tal cual fue la intención original de los creadores del Jardín Botánico, 100 años atrás”, afirma.
También explica que luego de llevar adelante un estudio de 8 terrenos probables con el urbanista Juan Carlos Cristaldo, de los 4 principales se encontró que se destacaba el Jardín Botánico, no solamente por su misión original de centro de estudios y educación ambiental y sitio de conservación y estudio de las ciencias naturales y la fauna y flora del Paraguay, sino también por el posicionamiento estratégico que permitiría una obra sin talar un solo árbol, en una pradera abierta con inclinación natural, que abre paso a una construcción respetuosa y que surge de la tierra en lugar de superponerse a ella.
“Además, se encontró en el estudio que esto significaría una posibilidad de reinstalar el Botánico como centro sinérgico de aprendizaje, donde alumnos de centros educativos de todo el país podrían retornar a hacer visitas de estudio e investigación (como se acostumbraba en el pasado) y enriquecer así sus aprendizajes, además de los ciudadanos que acudan a disfrutar de las instalaciones del museo y el jardín, por su fácil acceso para habitantes de Asunción y alrededores. Todo esto fomentaría el mantenimiento del Botánico y la seguridad de la zona”, concluye.
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Instagram: @muci_py