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Nada más y nada menos que el primer puesto fue el logro de las jóvenes deportistas Denise Álvarez Morgenstern y Fiorella Núñez en el reciente campeonato juvenil disputado en la ciudad de Rosario, Argentina. Ellas se enfrentaron a equipos de lo más competitivos y estuvieron a la altura de la competencia.
Si hay algo que sirve de aliento a tantos deportistas en formación es ver destacarse a compatriotas que compiten en las más diversas disciplinas. Llegar a lo más alto es posible gracias a distintos ingredientes como la dedicación y el verdadero trabajo en equipo, así lo demuestran las dos paraguayas que lo dieron todo en el campo de juego.
Denise Álvarez Morgenstern y Fiorella Núñez : una dupla de amistad y compañerismo
No es la primera vez que las dos amigas compiten juntas formando un gran equipo. Cada vez que dicha oportunidad se da, ambas se ponen de lo más contentas, ya que con el tiempo se volvieron buenas amigas y coordinan en dupla en el juego. Por algún motivo sus talentos combinan muy bien y ellas lo disfrutan al máximo, confiesan.
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Fiorella Núñez, con 18 años cumplidos, ya empezó a asistir a la universidad este año, aunque por las importantes competencias en las que tuvo participación dejó sus estudios un poco de lado por el momento. Denisse Álvarez Morgenstern tiene solo 17 años y aún va al colegio. Ambas se conocieron jugando al vóley y hoy, además de compañeras, son muy amigas también fuera del campo de deportes.
La primera cuenta que al comienzo se desempeñaba como jugadora de vóley de piso, y ya cuando eso veía a Denisse practicar la modalidad de playa. Luego, también ella decidió cambiar el piso por la arena y se convirtieron en compañeras de práctica.
Ya su mamá jugaba al vóley de piso, de manera amateur, por lo que Fiorella se sintió atraída por este deporte desde temprana edad, a los 7, pero recién en 2019 recibió una invitación para probar la disciplina de playa; lo aceptó y quedó prendida al instante.
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La historia fue bastante diferente para Denisse, quien recién a los 12 conoció el deporte en el que hoy ya da grandes frutos. Siempre le gustaron los deportes, solo que antes le dedicaba su tiempo al fútbol, que le encantaba practicar.
“Mi hermana jugaba vóley de piso, pero a mí nunca me interesó. Después, su mismo entrenador abre vóley de playa y veo que es de a dos, y me interesa más”, cuenta Denisse y agrega que apenas probó le gustó muchísimo y se quedó enganchada. Ya hace cinco años de eso y su pasión por esta disciplina no deja de crecer.
Hoy día ambas fomentan una rica amistad, se llevan muy bien y pasan tiempo juntas siempre que pueden. No se ven solo entre arena, redes y pelotas; ellas van juntas a merendar y también comparten otras amistades en común con las que suman anécdotas fuera del deporte.
Compromiso de ser cada día mejores dentro y fuera del vóley
La vida que llevan no es la de una chica promedio; ambas invierten muchísimo de su tiempo en crecer cada vez más como deportistas de élite y ello conlleva mucho compromiso con el entrenamiento y varios aspectos satelitales al deporte.
Práctica constante, excelente nutrición y dejar periódicamente muchas cosas de lado son el pan de cada día de estas dos jóvenes que apuestan por un futuro llevando la bandera paraguaya a lo más alto. De lunes a sábado se dividen entre el gimnasio y la playa; y esto último está lejos de significar un espacio idílico de descanso, sino que playa es sinónimo de técnica, ejercicio y desarrollo de habilidades con las que luego se desempeñan confiadamente en campeonatos.
Con un mínimo de cinco horas al día dedicadas al deporte, Fiorella y Denisse desarrollan al máximo sus dotes y confiesan que esto hace que sea complicado combinar también sus otras responsabilidades, como el estudio.
“Ahora, con todas las competencias tengo mucho que recuperar en el colegio. Es complicado, pero creo que si te organizás bien y si tu colegio te ayuda, si te tienen en cuenta, es más fácil, pero hay que ponerle mucha dedicación”, reflexiona Denisse, quien afirma que también es muy responsable en el aspecto estudiantil.
“Yo justo este año comencé la facultad, la carrera de Ciencias del Deporte, y tuve que dejar el semestre, pero voy a comenzar en el próximo”, promete Fiorella y añade que, justamente con Denisse, tuvieron antes del compromiso en Rosario ya un Sudamericano en Bolivia, luego tuvieron que hacer concentración y un Sudamericano en nuestro país; tantas actividades en cadena la quitaron un poco de la rutina, pero está feliz de poder estar viviendo la experiencia.
No siempre juntas, pero alentándose
El año pasado Fiorella participó de un torneo a nivel Sudamérica, también clasificatorio al Mundial, pero con otra dupla, con la que hasta pudo participar de un Mundial en Tailandia. En Rosario se dio la oportunidad de juntar su talento al de Denisse otra vez y juntas llegaron al oro en un Odesur; además, están clasificadas para el Mundial en Turquía, a realizarse en setiembre de este año.
Para Denisse, su primer torneo Sudamericano fue este año en Bolivia junto a su amiga Fio y salieron campeonas; en el de Paraguay jugaron por separado y ahora se hallan enfocadas en entrenar, entrenar y entrenar con miras a Turquía, torneo que esperan con mucho entusiasmo.
“Para Turquía no solo estamos nosotras dos, también están otras chicas en el grupo, la profe da oportunidad a todas, y cada una tiene que luchar por su puesto. Que nosotras hayamos clasificado no significa que vayamos nosotras, sino que va Paraguay. Nosotras ahora entrenamos, pero puede que ni vayamos”, aclaran.
Sobre el hecho de lo bien que funcionan juntas, ambas dicen que se trata de un “no sé qué”; algunas personas tienen esa química que al juntarse simplemente funciona, comentan y afirman que muchas veces se da que juegan con otras chicas que son realmente buenas también, pero al mezclarse no logran el mismo tipo de comunicación.
El gusto por la arena: diferencias entre el vóley de piso y el de playa
Son varias las diferencias entre el vóley de piso y el de playa, comenzando porque el primero se juega de a dos y el segundo de a seis. También la pelota es diferente, ya que la de playa es más grande y más pesada. En el vóley de piso existen muchas más posibilidades de lastimarse, principalmente la rodilla, por lo que son usuales las rodilleras.
“En el vóley de piso cada uno tiene sus posiciones; cada uno está más enfocado en hacer una cosa; uno ataca, uno arma, uno defiende, etc.”, relata Denisse. En el de playa cada jugador tiene que saber hacer de todo: defender, armar, atacar, aunque se definen posiciones como bloqueador y defensor, añade.
Algo curioso pasó con la posición en que ellas jugaban. Ambas se desempeñaban anteriormente como defensoras, por lo que no solían jugar como compañeras de equipo, pero un mes antes de ir a Bolivia la entrenadora cambió las cosas: puso a Denisse a bloquear y nació la dupla que hoy adoran. “Denisse quedó shockeada”, recuerda su amiga entre risas. “Yo nunca había entrenado como bloqueadora, siempre fui defensora, como Fiorella; pero bueno, después me gustó, me fue muy bien”, confiesa.
Cuidados full time: la carrera diaria de un deportista de élite
Las dos jóvenes –como todo deportista de primer nivel– cuidan mucho su alimentación. Una buena preparación fuera del campo de juego incluye un equipo de profesionales que velan por el buen rendimiento de las chicas. La nutrición adecuada es uno de los aspectos que más tienen en cuenta.
Las dos sueñan con dedicarse a este deporte también más adelante, de la manera más profesional posible y, con esto en mente, siguen planes personalizados preparados por expertos en la materia.
Confiesan que les costó creer hasta dónde ya llegaron; cuando comenzaron este camino no pensaron que tan pronto estarían en la cúspide de torneos internacionales. “Yo todavía no puedo creer, pero entrenamos para eso”, afirma Fiorella.
También cuentan con apoyo sicológico y explican que esto es un factor fundamental en el deporte. Para mantenerse enfocadas y manejar la presión en torneos de mucha envergadura cada una recurre a técnicas personalizadas para encontrar aquello que las calma más. Además, gozan del apoyo de sus familias, lo que es fundamental.
En especial su mamá está al 100 % para ella, cuenta Denisse. “Es la que me lleva a todos lados porque soy menor de edad y está ahí para mí siempre. La verdad es que no me alcanzan las palabras para agradecerle”.
Gloria Morgenstern, madre de Denisse, expresa su felicidad por los logros de su hija; también recuerda que desde pequeña le pedía que la llevara a jugar fútbol a Cerro Porteño, y hasta ahora se lo reclama, pero finalmente hoy ama el vóley. Fue con su esposo e hijo a la competencia de Rosario y se siente privilegiada de haber podido acompañar a su hija en un momento tan importante. “La emoción es increíble. Además vimos tantos chicos paraguayos compitiendo en las distintas disciplinas y pudimos ir a apoyar a los otros también. Es un evento muy lindo en el que hay muchísima competitividad, no obstante se ve mucho compañerismo entre los jóvenes, hacen amigos y pasan bien”.
Marta Quintana, abuela de Fiorella Núñez, dice que todos en su familia están muy contentos con el desempeño de la deportista de la casa. “Lloramos, gritamos todos conectados a las redes siguiendo el partido final de las chicas”.
También amigas y compañeras de colegio que inclusive nada saben de vóley las apoyan constantemente, ya que, al igual que sus madres, ellas las vieron crecer dentro de este modo de vida tan exigente. Después de muchos “no puedo, tengo entrenamiento”, ahora son un orgullo para su círculo familiar y de amistades.
A quienes deseen seguir sus pasos, las dos deportistas recomiendan la disciplina como forma de vida. “Van a haber días en que vas a querer entrenar, pero van a haber días en que no, y ahí es donde entra la disciplina; si te gusta, tenés que ser muy sacrificada”. Hay que dejar de lado muchas salidas con amigas, cumpleaños, etcétera, pero todo se recupera.
“Siempre queremos agradecer al Comité, a la Secretaría y a la Federación Paraguaya de Vóley que están para apoyarnos y ayudarnos en cada viaje, y por la infraestructura que nos dan, y claro a nuestra genial entrenadora Lucelia Almeida y a todo el cuerpo técnico que nos acompaña”, concluyen.