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“La risa es, por definición, saludable”. Doris Lessing (1919-2013), novelista británica de origen iraní.
“El llanto es tan saludable como el sudor y más poético”. Alejandro Casona (1903-1965), dramaturgo español.
“La felicidad es saludable para el cuerpo, pero es la pena la que desarrolla las fuerzas del espíritu”. Marcel Proust (1871-1922), escritor francés.
“Es preciso saberse amar a sí mismo, con amor sano y saludable, para saber soportarse a sí mismo y no vagabundear”. Friedrich Nietzsche (1844-1900), filósofo alemán.
Las vacunas y los niños
Antes de la era moderna los padres se habrían sorprendido al pensar que las generaciones futuras podrían proteger a sus hijos de graves enfermedades infecciosas.Hubo una época en que la difteria era uno de los males infantiles más temidos, que cobraba más de 10.000 vidas al año en Estados Unidos en la década del 20. Entre 1940 y 1950, la poliomielitis paralizó y mató a miles de niños.
En su momento, el sarampión afectó a casi medio millón de chicos en EE.UU. cada año y no con pocas complicaciones como la neumonía y la encefalitis. Afortunadamente, los tiempos han cambiado. Según un estudio del Colegio de Médicos de Filadelfia, fundada en 1787, el origen de las vacunas se encuentra en China con una técnica llamada variolización, la cual buscaba prevenir la viruela, y consistía en pulverizar las costras de una persona enferma con síntomas leves para insuflarlas por la nariz de personas sanas para inmunizarlas.
Se calcula que esta práctica puede tener más de mil años de antigüedad, pero el primer registro se encuentra en varios relatos del siglo XVI. Para la Academia Estadounidense de Pediatría, la era de las vacunas se inicia con el médico británico Edward Jenner, quien observó que las personas que ordeñaban vacas y contraían la viruela bovina estaban protegidas contra la viruela humana.
En 1796 inoculó a un niño de 8 años fluido de las pústulas de viruela bovina y cuando, luego, le inyectó el virus de la viruela humana ni se contagió ni tuvo síntomas. Ya en el siglo XIX, el médico francés Louis Pasteur desarrolló la segunda generación de vacunas, entre otras contra el cólera o la rabia, e introdujo el término vacuna en honor a los experimentos con las vacas de Jenner.
Desde entonces hasta nuestros días, las vacunas previenen decenas de dolencias. Según la OMS, solo la del sarampión salvó 23 millones de vidas entre 2000 y 2018, especialmente niños. Además, señala que con un programa de vacunación adecuado se podría evitar que 24 millones de personas caigan en la pobreza en países en desarrollo y es que, aunque la inmunización con vacunas evita de dos a tres millones de muertes al año, todavía hay casi 20 millones de lactantes en el mundo sin acceso a las vacunas básicas. Las vacunas son herramientas poderosas, efectivas y económicas para prevenir la enfermedad, la muerte y la pobreza.
Las vacunas llegaron a Paraguay en 1804. La viruela había causado estragos en el siglo XVIII. El “fluido” arribó con instrucciones precisas para su aplicación. En 1853, don Carlos A. López organizó una vacunación “masiva”. Treinta personas eran vacunadas por semana.
Fuentes: www.proverbia.net/ / https://www.iberdrola.com/ / Chamorro Fabián. Gestor cultural / @fabian_1932 / https://www.healthychildren.org/