Citas y hechos

Qué dicen Hugh Jackman, Ian Mckellen, Patrick Stewart y Paul McCartney sobre el término anticovid.

Hugh Jackman.
Hugh Jackman.

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“La capacidad de curación de Lobezno no puede salvarme de la covid. Pero la vacuna sí”. Hugh Jackman (1968) actor australiano

“Es un día especial. Cualquiera que haya sobrevivido tanto tiempo como yo, gracias a las vacunas”. Ian Mckellen (1939) actor y activista británico.

Ian McKellen.
Ian McKellen.

“Vacunate para disminuir la carga de los trabajadores de la salud y protegerte!”. Patrick Stewart (1940) actor británico.

Patrick Stewart.
Patrick Stewart.

“Relajate y vacunate”. Paul McCartney (1942) cantautor británico.

Paul McCartney .
Paul McCartney .

Kurusu Cadete

En Villa Guaraní se erige el oratorio del cadete Alberto Anastasio Benítez Agustti, centro de religiosidad popular, cuyos devotos le atribuyen virtudes milagrosas. El punto es conocido como Kurusu Cadete. El 8 de diciembre de 1962, el cadáver del cadete fue encontrado colgado de un árbol de tatarê en medio de un yuyal que actualmente corresponde a la zona del Banco Central del Paraguay. Cada fin de semana, el lugar es visitado por cientos de peregrinos, que con mucha devoción acuden al lugar a agradecer, a pedir o, simplemente, para beber el agua milagrosa. Pero a todos les mueve algo en común: la fe.

Alberto Anastasio Benítez Agustti nació el 22 de noviembre de 1944 en el barrio Santísima Trinidad de Asunción. Hijo de Anastasio De Jesús Benítez Mieres y Dora Juliana Agustti de Benítez, era el séptimo de catorce hermanos. Desde pequeño, Alberto deseaba ser militar como su padre, excombatiente de la Guerra del Chaco (1932-1935) y mayor de Infantería de Reserva del Ejército Paraguayo, llegó al cargo de 2º Comando del R. I. 14, pero tuvo que renunciar por problemas políticos.

Alberto ingresó al Liceo Militar Acosta Ñu. Estando en su hogar, el 7 de diciembre, ya en vacaciones, como alumno de la escuela militar, lo llamaron para regresar al Liceo con el argumento de que no había asistido a la hora de “Deportes”, una materia en la cual se daba a conocer la “lista de castigados” en la que al parecer figuraba su nombre, ya que alguien escondió el cerrojo de su fusil y él sin saberlo se fue a su casa, como los demás compañeros, a pasar sus vacaciones. Ese sería el último día que lo verían con vida.

Según aseguran algunos testigos, allí donde rozaron los pies del joven cadete, colgado de una rama del árbol de tatarê, brotó un manantial de aguas milagrosas, principal lugar de visita de los fieles. Con el tiempo, cada vez más gente acudía al lugar y así convirtieron el Oratorio de Cadete Benítez en un lugar de devoción. El culto al cadete continúa hasta la actualidad en la capilla de la avenida Molas López, de Villa Guaraní. Cientos de placas de agradecimiento que recubren las paredes del oratorio en estos 60 años atestiguan la devoción popular al joven cadete. Sin embargo, más de medio siglo no han bastado para esclarecer su trágico final y castigar a los culpables.

Fuentes: “Entre el cielo y la tierra. Tributo de fe al Cadete Benítez”. ABC Color. 7 de diciembre de 2003.

Recopilación: Marisol Palacios

mpalacios@abc.com.py

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