Salud, el bien y el servicio más preciados

En Paraguay, más de 4 millones de habitantes siguen sin contar con algún tipo de seguro médico, una cobertura preventiva que se torna crucial para los trabajadores independientes, asalariados y familiares. Para cubrir parte de este déficit, la medicina prepaga implementa opciones más ajustadas.

Salud, el bien y el servicio más preciados
Salud, el bien y el servicio más preciados

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El Instituto de Previsión Social (IPS) registró hasta febrero de este año 820.000 cotizantes directos (de empresas privadas), cuya cifra se eleva a 1.420.000 al añadir a los 600.000 familiares de estos que también reciben cobertura médica. En tanto que las 18 empresas prepagas socias de la Cámara de Instituciones Médicas Asistenciales del Paraguay (CIMAP) reportan a 500.000 personas aseguradas.

Estos números oficiales, sumados a los seguros que disponen determinados grupos (como la Policía Nacional, miembros de algunas cajas y prepagas del interior del país), demuestran que la cobertura médica no alcanza ni a 2.500.000 personas (cálculo del IPS y sector privado) y deja entrever que más de 4 millones de habitantes siguen careciendo de este vital servicio.

Un plan de cobertura médica provee protección y respaldo a la familia ante algún evento de salud, sea inesperado o no, y en Paraguay la cultura de la prevención es un tema central porque se ha estigmatizado a la industria pensando que es muy cara. Para hacer frente a este erróneo concepto, las empresas de medicina privada vienen midiendo las expectativas de los usuarios a fin de crear y poner al alcance de los interesados productos más flexibles.

Así lo resalta y explaya Julio Ferrari, titular de la CIMAP, quien agrega la frase: “Es mejor tenerlo y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo”. De acuerdo a los datos que maneja este núcleo, el alcance y penetración de la medicina prepaga en Paraguay continúa siendo bajo en comparación a los países de la región, ya que no llega ni al 10%.

“Esto nos indica claramente que el desafío de crecimiento es posible”, dice Ferrari, quien remarca que para apuntalar esto el sector de servicios debe ver mecanismos que abarquen segmentos socioeconómicos aún por desarrollar, llegar a más regiones del país, seguir insistiendo con la innovación, entre otros aspectos.

Escenario y tiempos de cambio

En medio de la cuarentena y la desaceleración económica del país, la medicina prepaga también se vio afectada. No obstante, lo último que la gente vio en cancelar y se ingenió para pagar es su seguro médico. De hecho, y de acuerdo a la CIMAP, la emergencia sanitaria propiciada por el covid-19 despertó la preocupación y el interés de la población por contar con una cobertura de gastos médicos.

Asimismo, el ámbito de la salud pública, al verse ya casi colapsado, recurrió al privado para continuar con los servicios, tanto en obtención de camas, profesionales, insumos y otros. “Como nunca antes, nos dimos cuenta de lo interconectados que estamos social y económicamente”, refiere Ferrari.

Destaca el rol protagónico que tienen las prepagas y en este sentido, sostiene que podrían colaborar con el sistema nacional de salud y llegar así a más paraguayos. “Entre IPS y las prepagas llegamos a menos del 40% de la población, y eso podemos revertir con un plan nacional coordinado entre todas las partes”, puntualiza.

Con la pandemia, las compañías implementaron y se adaptaron a los nuevos modelos de atención, de coberturas, partiendo desde el call médico, la telemedicina, la digitalización en la validación de servicios, inversión en aplicaciones, amplia oferta del test PCR (de covid), entre otros.

“Hace más de 14 meses ininterrumpidos que estamos prestando servicios en época de epidemia y pandemia, pasando de la mayor temporada de dengue de la historia del Paraguay a la pandemia más voraz de los últimos 50 años y que ha cambiado nuestras vidas”, subraya.

Mucho por mejorar

De acuerdo a datos del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (Mtess), la alta tasa de informalidad laboral sigue siendo uno de los puntos que afectan negativamente a los trabajadores activos, debido a que un gran porcentaje carece de seguro médico social fijo. Asimismo, se registran casos en los cuales los empleadores descuentan el seguro, pero no aportan al sistema (sea la previsional o el privado).

“Hay mucho por mejorar”, comenta sobre el tema la presidenta de la Asociación Paraguaya de Enfermería, licenciada Mirna Gallardo, quien agrega que con esta pandemia no solo se desnudó la informalidad de la cobertura médica laboral en el ámbito privado, sino también público.

Manifiesta que un gran porcentaje de trabajadores de blanco de los hospitales y centros asistenciales públicos, en especial enfermeros y enfermeras en el país, carecen de un seguro. Lamenta este hecho e insiste en que el seguro debe ser abordado desde varias aristas, varios entes, poniendo en tabla no solo el monto a abonar o descontar, sino la cobertura que se tendrá.

[el dato]

El IPS registró hasta febrero de este año 820.000 cotizantes directos. Con los 600.000 familiares suman 1.420.000 los que reciben su cobertura médica. Existen 18 empresas prepagas con 500.000 personas aseguradas.

emilse.rolon@abc.com.py

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